La gran Fundamentación Filosófica de los Derechos Humanos

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Introducción

A raíz de la reforma constitucional de junio de 2011, el sistema jurídico mexicano ha dado un giro significativo respecto a la forma de ver los derechos. Una de las modificaciones llevadas a cabo fue en la de cambiar el título primero “De las garantías individuales” a “De los derechos humanos y sus garantías”, siendo “Derechos humanos” una terminología novedosa dentro de nuestro cuerpo de normas general.

En efecto, el cambio no fue vacío, sino que proyectó el hecho de que los derechos ahora no simplemente nos son reconocidos, sino que también son garantizados a la luz de una nueva visión: la de los derechos humanos.  

Pero, ¿qué son los derechos humanos? Dentro de diferentes artículos, libros, revistas jurídicas, noticias, congresos, conferencias o mesas redondas hemos escuchado hablar de términos como “derechos naturales”, derechos fundamentales”, “derechos subjetivos”, entre otros, tratando de hacer referencia a los derechos humanos; no obstante, cada uno de ellos tiene un acepción diversa, siendo utilizada en un lugar y momento específico.

El término derechos humanos es quizá el más contemporáneo de todos, con características específicas que lo diferencian de los demás, y su noción corresponde con la afirmación de la dignidad de la persona frente al Estado, pues el poder público debe ejercerse al servicio del ser humano: no puede ser empleado lícitamente para ofender atributos inherentes a la persona y debe ser vehículo para que ella pueda vivir en sociedad en condiciones cónsonas con la misma dignidad por el hecho de serlo.

En ese sentido, para Pérez Luño, los derechos humanos son “un conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad humanas, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamiento jurídicos a nivel nacional e internacional”.

Repito, derechos humanos es el término que se usa ahora de manera transversal dentro de nuestro sistema jurídico, y es el límite para el actuar del Estado. Pero, ¿cuál es el fundamento de los derechos humanos? Es decir, ¿cuál es la razón de ser de los derechos humanos?

Fundamentación filosófica de los derechos humanos

Los derechos humanos no tienen un fundamento único, pues ha sido el fruto de una seria de épocas y contextos diversos con nociones morales, éticas, sociales, históricas y filosóficas. Dentro del presente trabajo, trataremos de establecer cuál ha sido el fundamente filosófico de los derechos humanos.

Los fundamentos de los derechos humanos, constituyen los cimientos sobre los cuales se edifica dicho concepto y su noción actual. Considerar el análisis de la fundamentación filosófica de los derechos humanos nos lleva a reiterar las preguntas de los filósofos griegos: ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuál?, ¿por qué? En este caso la pregunta sería, ¿por qué de los derechos humanos?

Siempre se ha sostenido la idea de la dignidad de las personas como punto toral del respeto a su persona, evocado, en principio por la doctrina del derecho natural, en el sentido de la existencia de normas anteriores a las positivas que protegen a las personas. Ya desde entonces empieza la pugna histórica del derecho natural y el derecho posivito.

Sófocles, en su tragedia Antígona, revela la postura del dictador Kréon, donde refleja la idea que su ley debía de respetarse; por el otro, la postura de Antígona, quien le señalaba la existencia de leyes no escritas e inmutables creadas por los dioses desde tiempos desconocidos y que nadie seba cuándo nacieron, y que las mismas eran más importantes que las dictadas por el tirano.

Estas doctrinas, al evolucionar, se concretaron en el Iusnaturalismo y Iuspositivismo, y que revelan una importancia específica cuando se trata de fundamentar los derechos humanos a la luz de la filosofía, porque fue precisamente dicha disciplina la que la estructuró.

La fundamentación de los derechos humanos en el Iuspositivismo

La nueva corriente positivista, no acepta la posibilidad de hablar de la existencia de derechos cuando no exista precepto normativo alguno de naturaleza positiva que la reconozca de manera expresa. De esta forma, para la persona adherida a la doctrina positivista, los derechos fundamentales son aquellos derechos que son reconocidos como tales en un ordenamiento jurídico, puesto que la única fuente del derecho son las leyes expresamente vigentes en un país determinado”.

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