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La labor que se lleva a cabo en los Jardines de Niños


Enviado por   •  24 de Marzo de 2012  •  1.733 Palabras (7 Páginas)  •  591 Visitas

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La labor que se lleva a cabo en los Jardines de Niños es de gran importancia, porque es en esta etapa de los infantes donde se fincan las bases para futuros aprendizajes, por eso es significativo recordar los procesos mentales de los niños y de las niñas de este nivel para favorecerles dicha construcción. En las matemáticas se contemplan varios aspectos importantes para desarrollar el pensamiento lógico, el conteo es uno de ellos y conocer sus procesos posibilita saber orientar a los menores preescolares de manera clara y segura, según Piaget existe una estrecha relación entre la construcción del concepto numérico y las experiencias de conteo. ¿Pero, qué es contar?

Contar es establecer una correspondencia uno a uno entre los objetos de una colección de grupos de objetos (3 pares de zapatos), de acontecimientos sucesivos (5 campanadas del reloj), de conceptos (los 7 pecados capitales) etc, y la lista de las palabras-número respetando el orden convencional. De modo más general, para contar es necesario que la primera mitad contada, así como las siguientes puedan emparejarse con la palabra-número, de este modo se puede contar todo lo que los sentidos y la razón nos permiten.

El anterior concepto resulta insuficiente si se trata de entender el conteo que llevan a cabo las niñas y los niños pequeños ya que si se compara con el que realizan los adultos es muy diferente porque las acciones mentales son distintas entre unos y otros.

Para Ed. Labinowicz, “el conteo es un proceso que el niño va construyendo gradualmente en estrecha relación con el lenguaje cultural de su entorno”.

Al ingreso al nivel preescolar, los niños y las niñas tienen ya experiencias con el acto de contar que fueron adquiridas en contextos sociales, principalmente en la familia. Sin embargo, el hecho de que los menores puedan recitar los nombres de los números en forma convencional no demuestra que saben efectivamente contar, “cuando el niño está recitando nombres numéricos aisladamente, de hecho no está contando” es frecuente que este suceso llegue a confundir a algunos adultos al hacerlos creer que es señal de que los niños ya comprenden el significado de contar, en realidad lo que ocurre es que han aprendido de memoria los nombres de los números y los recitan como cuando repiten nombres de personas, de objetos o cantan, también se piensa que si saben “escribir” los numerales conocen el concepto de número. “Esto es erróneo, puesto que una cosa es repetir una palabra, o bien copiar una grafía, y otra comprender el concepto”.

El aprendizaje también se lleva a cabo en forma social y en el caso de los nombres de los números éstos se transmiten de los adultos a los niños a través del lenguaje, donde cada cultura ha construido sus sistemas de numeración verbal que tienen un conjunto de reglas con las cuales se designa a los números, los niños aprenden tales reglas de los sistemas de numeración verbal de manera paulatina y cometiendo muchos errores, en el intento de generalizar lo que deriva de lo que escuchan.

Ed Labinowicz dividió el proceso de conteo que los niños recorren en tres niveles, que al observarse permiten conocer las condiciones en que llegan a preescolar para así adecuar las actividades de manera que se favorezca dicho proceso. Los niveles generales son:

- El conteo de rutina, que tiene como características que el niño y la niña reciten oralmente la serie numérica, en este nivel se puede observar un conteo convencional y estable (uno, dos, tres, cuatro, uno, dos, tres, cuatro), un conteo no convencional pero estable (diez, once, ocho, diez, once, ocho), y un conteo al azar y no estable, (tres, ocho, doce, quince, tres, ocho, doce, quince).

- Contar objetos o eventos, es cuando se le asigna una etiqueta verbal (palabra o número) a cada uno de los objetos contados, es decir, se establece una correspondencia biunívoca entre el objeto que se cuenta y el nombre o número que se le asigna, esta acción se denomina enumerar. La investigación hecha por Fuson y Hall reporta un conteo promedio de 13 para el grupo de tres y medio a los cuatro años y un incremento hasta el 31 para el grupo de cinco y medio a los seis años de edad en forma oral, este último grupo solo podrá contar hasta 8 ó 9 elementos en un arreglo lineal, y si los elementos se acomodan en un arreglo circular o en desorden ya implica dificultades y un nivel superior.

- Atribución de significados numéricos, es cuando la última palabra contada tiene un significado numérico especial porque se considera como el grupo total de elementos, aquí las comparaciones que se establecen no son entre elementos sino entre grupos de elementos o conjuntos, por ejemplo: en un conjunto de cinco elementos el 5 es la última palabra y la que designa el total de elementos del mismo, y a la vez un número para contar. En ese sentido cuando un niño enumera un grupo de elementos, al preguntarle ¿cuántos son? los vuelve a enumerar, lo que significa que no ha comprendido que el último número contado representa al conjunto total y que dicho proceso se puede resumir con ese número, y que es innecesario volver a enumerar toda la colección, esta técnica se denomina regla de valor cardinal, y su construcción depende de que el niño comprenda que si se mueven de lugar los elementos de un conjunto la cantidad no cambia, se conserva, esto indica que el niño ha llegado al estadio operacional, a la adquisición del pensamiento lógico, de las clases, las relaciones y correspondencias biunívocas.

La acción entre contar-numerar y enumerar representa una transición

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