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La persona, soporte axiológico de una ética superior


Enviado por   •  9 de Marzo de 2018  •  Ensayos  •  1.901 Palabras (8 Páginas)  •  166 Visitas

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Instituto de Estudios Eclesiásticos Padre Félix Varela

Ensayo de Ética General

Tema: La persona, soporte axiológico de una ética superior.

Autor: Yandry Fernández Perdomo

Hacia una definición de ética y persona

El ser humano desde su nacimiento inicia un descubrimiento de la interioridad de su ser que se van encontrando con él mismo y con la identificación de su identidad como persona. Según el investigador del derecho, Rodrigo Guerra, la persona y su valor son los datos más cercanos que tenemos a nosotros mismos pues se dan a nuestra consideración de una manera interior, como ningún otro ser se ofrece, y de una manera exterior, a través de los “otros”, que no nos es ajena, sino que colabora a constituir la experiencia del humano donde descubrimos a la persona como un “alguien que es”.[1]

En cuanto al concepto de persona, Guerra, nos introduce al tema explicando que “la persona no es una esencia sustancial individual, sino el individuo sustancial de naturaleza racional”. [2]

Ahora bien, es importante agregar a este significado que la persona en su constitución posee una dignidad que el reconocimiento y el auto-reconocimiento de sus propios valores que la constituyen como persona y que constituyen a los demás.

Por tanto, veremos a lo largo de este trabajo un acercamiento a la persona como un ser en constante racionalidad con el otro que se expresa en la acción y como un ser cuya esencia también está redescubrirse a sí misma, lo que implica que se muestre su consistencia por medio del orden ontológico y axiológico, este último muy vinculado con su sentido de la ética.

En este sentido, consideraremos a la ética como “la ciencia que estudia la moralidad del obrar humano y, como consecuencia, considera los actos humanos en cuanto que son buenos o malos conformes al verdadero bien de la naturaleza humana y a su fin último que es alcanzar la felicidad. Se trata de un saber ordenado basado en conocimiento cierto de las causas”. [3]

Aquí tendremos entonces como objeto material a los actos humanos, realizados libremente, con voluntad deliberada y el objeto formal a la bondad o maldad de los actos humanos, en cuanto producen amargura o felicidad verdadera, humanizan o degradan. [4]

A continuación, veremos la dimensión de la libertad de la persona y la vivencia de esta en una sociedad que condiciona precisamente a la persona, y propondremos un camino hacia una ética de la libertad.

Concepción humanista de persona

En los últimos siglo el cambio de paradigma hacia el humanismo y de ahí hacia una etapa que conocemos como modernidad despertó una nueva concepción de la persona, no ya desde el punto de vista teológico sino desde otros ámbitos del saber, pero esto trajo consecuencias para el mundo postmoderno de estos tiempos. En los últimos doscientos años muchos creyeron llegada la hora de instaurar ese reino en la ciudad humana. Para el investigador Luis Villoro, el ideal de todos ellos era la instauración, mediante la razón, de una sociedad emancipada, digna del hombre. “Primero fue la afirmación de la libertad, por la que la humanidad alcanzaría por fin -según el decir de Kant- la mayoría de edad. Después, la liberación de la explotación, que daría comienzo -de acuerdo con Marx- a la verdadera historia”, explicó.[5]

Por tanto, vemos que tras el cambio que produce la perdida de los valores totalizante de la época medieval, que situaba a la teología como centro de toda orientación en cuanto a conocimientos y a la mora, comienza a desarrollarse una nueva concepción de persona que iba a ser el centro de atención de muchos estudiosos y se constituye también un nuevo paradigma de las libertades concretas como preservante de la vida de los individuos.

Ahora bien, todo ello trajo como consecuencia que una de las primeras ideas intocables de nuestros tiempos es la libertad individual. “Frente a los horrores del Gulag y del holocausto nadie puede dejar de considerar inviolable la libertad de la persona, que asegura su dignidad”[6], apunta Villoro.

También explicó que dentro del conceptual existen cuatro palabras que han sido centro de atención de la sociedad moderna y postmoderna: libertad individual, democracia, Estado debilitado y desarrollo, resumen el pensamiento de un liberalismo renovado que parece haber obtenido un consenso planetario.

Vivencia de la Libertad en un mundo condicionado

En este sentido, vemos que uno de los problemas actuales de la ética es el problema de la libertad humana. La libertad humana no es del todo real, ya que todo individuo está de cierta forma condicionado por una sociedad en la cual toda persona actúa bajo una presión social, cultural o laboral; aunque considerando a la ética y la moral, permite conservar una conciencia, misma que permite a una persona actuar en base a un criterio propio.  Por tanto, el problema está en la incompatibilidad de la libertad humana y las normas morales, o sea en el ser y el deber ser. [7]

Ahora bien, antes de ver por qué la libertad humana está condicionada en nuestros tiempos primeramente hay que señalar qué se entiende por libertad. Primeramente, lo específico del individuo racional es obrar libre y conscientemente buscando un fin. Según Aristóteles, “todas las artes e indagaciones del hombre, todos sus actos y determinaciones, buscan algún bien que se desea alcanzar”. La verdadera libertad humana supone la elección del bien y no la simple elección sin fundamento ni guía. [8]

Por otro lado, la libertad es un poder radicado en la razón y en la voluntad de ejecutar por sí mismo acciones deliberadas; nos conduce hacia la bondad y la verdad.

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