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La ÉTICA de Kropotkin


Enviado por   •  6 de Abril de 2015  •  1.461 Palabras (6 Páginas)  •  118 Visitas

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La ÉTICA de Kropotkin es el último texto del filósofo anarquista; fue escrita

después del triunfo de la Revolución soviética, en el exilio interior al que le

condenaron las autoridades bolcheviques, en la pequeña ciudad de Dmitrov a

65 km de Moscú y en un aislamiento brutal, prácticamente sin libros de

consulta. Al margen de lo correcto o no de su interpretación de Kant, no debe

olvidarse que Kropotkin identificaba su ética con el «darwinismo social de

izquierdas», absolutamente laico. Su crítica a Kant se centra en tres

supuestos que hoy, atendiendo a criterios historiográficos estictos, son poco

defendibles: que malinterpretó a Rousseau (y que subordinó el problema de la

justicia) y que «La Región dentro de los límites de la mera razón» significa

una rendición de la autonomía moral y que –finalmente– se amilanó ante las

consecuencias de la Revolución francesa. Pero su comprensión del conflicto

entre utilitaristas y kantianos (que ha centrado buena parte de la filosofía

moral hasta nuestro días) sigue siendo profundamente vigente. R.A.

Como ya hemos señalado, las doctrinas de los pensadores franceses de las segunda

mitad del siglo XVIII, como Helvecio, Montesquieu y Rousseau, así como también los

enciclopedistas Diderot, D’Alembert y Holbach ocupan un puesto muy importante en la

historia de la ciencia moral. Su negación audaz del origen religioso de la moral, su

afirmación de la igualdad, por lo menos política, y la importancia decisiva que dichos

pensadores atribuyeron al interés personal, entendido razonablemente en la creación

de las formas sociales de vida, todo ello tuvo una importancia tan considerable en la

elaboración de las ideas morales que contribuyó a que se propalara en la sociedad la

idea de que la moral puede estar completamente emancipada de toda sanción

religiosa.

Sin embargo, el terror de la Revolución francesa y la perturbación provocada por la

abolición de los derechos feudales después de las guerras que siguieron a la revolución

empujaron a muchos pensadores a tratar de sentar las bases de la Ética, una vez más,

en principios sobrenaturales más o menos disfrazados. La reacción política y social fue 2

seguida en la Filosofía por el renacimiento de la Metafísica. Empezó este renacimiento

en Alemania, donde a fines del siglo XVIII aparecieron las obras del más considerable

de los filósofos alemanes Emmanuel Kant (1724 –1804). Su doctrina viene a quedar

colocada entre la Filosofía especulativa de los antiguos y la científico-natural del siglo

XIX. Vamos a analizar brevemente las ideas morales de Kant.

KANT se propuso crear una «Ética racional», es decir, una teoría moral

fundamentalmente distinta de la «Ética empírica» cultivada en el siglo XVIII por la

mayoría de los pensadores ingleses y franceses.

El objetivo que perseguía no era nuevo: casi todos los pensadores anteriores

procuraron determinar las bases racionales de la moral. Pero Kant creyó descubrir las

leyes fundamentales de la moral, no mediante el estudio de la naturaleza humana y la

observación de la vida y de los actos humanos, sino por medio del pensamiento

abstracto. Esta característica le distinguió de los filósofos franceses e ingleses de los

siglos XVII y XVIII.

Kant lllegó al convencimiento de que la base de la moral reside en la «conciencia del

deber». Esta conciencia no obedece a consideraciones de utilidad personal o social ni al

sentimiento de simpatía o de benevolencia, sino que constituye una particularidad de

la razón humana. Según Kant, la razón humana es capaz de crear dos clases de reglas

de conducta: unas son condicionales y facultativas, otras incondicionales. Por ejemplo:

quien quiera tener buena salud ha de moderarse. Esta es una regla condicional. El

hombre que no quiere llevar una vida moderada, poco interès puede tener por su

salud. Reglas semejantes no son obligatorias. A ellas pertenecen todas las reglas de

conducta basadas en el interés y que por lo tanto no pueden constituir la base de la

moral. Los postulados morales tienen que tener un carácter de mandamientos

incondicionales, es decir, han de estar basados sobre el «imperativo categórico». Este

imperativo categórico representa la conciencia del deber.

De la misma manera que los axiomas de las Matemáticas no proceden de la

experiencia (así opinaba Kant), la conciencia del deber lleva en sí el carácter de una

ley natural y es propia del entendimiento de todo ser que piensa racionalmente. Es una

actualidad de la «razón pura».

No importa que el hombre jamás obedezca en absoluto al imperativo categórico. Lo

que importa es que el hombre haya llegado al reconocimiento de este imperativo no

recurriendo a la

...

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