La ética protestante y el espíritu del capitalismo

La ética protestante y el espíritu del capitalismo.

N. de páginas:384

Editorial: ALIANZA EDITORIAL

Idioma: Castellano

ISBN:9788420669465

Año de edición:2012

Traductor: Joaquín Abellán García

España.

Max Weber, nació en Efurt en 1864 y murió en la ciudad de Múnich en 1920. Fue sociólogo, economista e historiador, también fue un político liberal partidario del nacionalismo.

El autor, como premisa general postuló que el mundo protestante es más exitoso económicamente que el mundo católico, o sea, los protestantes tienen mayor acceso al capital que los católicos. El autor partió de unas estadísticas para dar cuenta de ello y hacer un paralelo comparativo entre la doctrina protestante y la católica.

El autor señaló que en Alemania los protestantes participaron en la posesión del capital mucho más que en el caso de los católicos. La primera causa de esta diferencia es que la Reforma (Movimiento religioso nacido en Alemania, con exponentes importantes como Lutero y Juan Calvino, la cual se enfocaba en contradecir la iglesia como institución), trajo consigo una dominación eclesiástico-religiosa de la vida cotidiana mucho más estricta y rigurosa que la católica.

También sus estadísticas señalaron que los protestantes acudieron y estudiaron para profesiones de tipo industrial y mercantil en mayor proporción que los católicos, quienes prefieran en su mayoría los estudios humanistas. Muchos católicos no ocuparon cargos elevados en fábricas, mientras que la mayoría de protestantes sí. Weber dio a entender que el católico es conformista y prefiere la seguridad, mientras que el protestante se atreve con el peligro.

En cuanto a fe, se disputaron cuál de los dos era más religioso. Por un lado, había un sometimiento a una institución (La iglesia) y por otra, la fe del corazón de manera individual y “pura”.

Referente al protestantismo, la ética o espíritu protestante y el capitalismo no están conectados por el goce mundano, sino por los rasgos religiosos. Es decir, no es el gozo mundano el que determina la relación de la ética y el capitalismo.

El autor plasmó también la crítica que se hizo por parte y parte: Los protestantes criticaron los ideales ascéticos del catolicismo y los católicos criticaron el materialismo como consecuencia de la secularización de todos los ámbitos de la vida realizada por el protestantismo. Pero, Wever también dice que esos paralelismos no sirven para nada con ideas vagas al referirse al “Alejamiento del mundo” mencionado por el catolicismo y al “Goce mundano” materialista del protestantismo, al decir que, con esa generalidad, ni son acertadas en absoluto para hoy, ni tampoco para el pasado.

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