Libro: La Republica Autor: Platón
Mayra AlexandraEnsayo8 de Marzo de 2018
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Libro: La Republica
Autor: Platón
Libro I:
Todo empieza con Sócrates y Glaucon en el Pireo, luego de asistir a las fiestas. En la ciudad se encuentran con Polemarco, quien estaba acompañado por Adimanto, Nicerato y otros que también estaban retornando de las fiestas.
Sócrates inicia una conversación con Céfalo, el más anciano y dueño de la casa, sobre la vejez, llegando a la conclusión de que la ancianidad se hace dura si uno no quiere aceptarla y se contrapone a ella, pudiendo ser esta la época más pacífica para el alma de cualquier ser humano donde uno cada día se ve menos sujeto a los placeres corporales poniéndole más énfasis a los de la razón y el conocimiento. Nos muestra a la vejez como un estado de reposo y libertad de los sentidos al tener la tranquilidad en su vida por la riqueza que se obtuvo en el transcurso de la vida.
El anciano, también aclara que la posesión de riquezas tiene sus ventajas de poder así saldar todas las deudas a los dioses y a los hombres para salir libres y justos del mundo terrenal. Añade que no es la riqueza o pobreza lo que más preocupa a los hombres, sino la conciencia de haber sido justo o injusto durante su vida.
Es en este momento donde empieza el problema de la justicia, si acaso consiste en decir la verdad y dar a cada uno lo que le pertenece o, posiblemente, no.
Sócrates hace un análisis de la justicia y contesta que, si la justicia consistiese en decir la verdad y dar a cada uno lo que le corresponde, entonces estamos siendo justos, en un caso hipotético, al negarle a quien confió en nosotros en su sano juicio su arma, al verlo histérico por una pelea y nos reclama su arma. ¿Sería justo devolverle el arma, habiendo este enloquecido? Sócrates expresa que toda persona racional pensaría en que devolverle las armas a este loco amigo sería injusto, y mucho más decirle a este la verdad.
En este momento, Polemarco los interrumpe y expone lo que dijo el poeta Simonedes: “Es propio de la justicia devolver a cada uno lo suyo”.
Luego de una largo dialogo, Polemarco modifica la definición antes dada y nos habla sobre la idea de hacer bien a los amigos y mal a los enemigos.
Pero Sócrates le explicaría que podemos considerar en un momento dado, a alguien un amigo y hacerle justicia, pero en otro tiempo esa justicia podría estar en nuestra contra al ya no ser amigos, ya que es visto que el enemigo engaña a una persona haciéndose pasar como amigo, a su vez, expone el filósofo, la justicia es una perfección humana que no puede, mediante su acción, convertir a los hombres en injustos, porque si una persona hace “justicia” y crea mal a un enemigo, nos exponemos a volverlo injusto; de modo que la justicia daría origen a la injusticia.
En conclusión, el hombre justo no puede hacer mal a otro.
En este momento Trasimaco interrumpe el dialogo y exige a Sócrates una contestación precisa, y dice “Sostengo yo, que la justicia no es otra cosa que lo que le conviene al más fuerte”
Sócrates concuerda, pero no es solo, para el más fuerte. Trasimaco nos da un ejemplo que ha prevalecido en los tiempos y expone que al hombre justo le va peor en todo lugar, en cambio, el hombre injusto siempre saca provecho de todo. Trasimaco indica que los que reprochan la injusticia no lo hacen por miedo de cometerla, sino por temor a sufrirla. De esta manera nos alega que la justicia no se practica en beneficio a los demás, sino de uno mismo.
“Los buenos no apetecen el gobierno de las riquezas ni por la honra, porque no son ambiciosos. Ahora bien, el mejor castigo para un hombre que no se decide gobernar, es de ser gobernado or otro inferior que el, y el temor a ese castigo determina a los hombres de bien a intervenir en los asuntos públicos, y se mezclan a ellos, no por interés personal, ni por placer, sino por necesidad”
Sócrates añade que la justicia es sabiduría y virtud, en cambio, la injusticia es un vicio que implica ignorancia. Al final de la disputa Sócrates, como acostumbraba humildemente, sellaría que solo ha llegado a la conclusión; de que nada sabe.
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