LA REPUBLICA DE PLATON LIBRO CUARTO

LA REPÚBLICA DE PLATÓN LIBRO CUARTO

Adimanto toma la palabra preguntando a Sócrates que respondería, si se objeta que sus guerreros no son muy dichosos, a pesar de ser dueños del Estado. Pese a ello se encuentran privados de todas las ventajas que otorga la sociedad, lo anterior derivado en que no poseen tierras, ni casas grandes bellas y amobladas, sin poder sacrificar a los dioses en una habitación, ni poder recibir un huésped y mucho menos tener la posibilidad de poseer oro y plata.

En conclusión, Adimanto menciona que a su parecer los guerreros carecen de todas la comodidades y situaciones para poder tener una vida cómoda y agradable, siendo tratados como extranjeros a sueldo del Estado sin otra posibilidad, siendo éste su destino.

Adimanto sigue con su interrogatorio y añade que, el sueldo que perciben los guerreros, consiste en solo alimento, sin tener derecho a otro pago como si pasa con las tropas ordinarias, y por lo tanto limitando a los guerreros a salir de los límites del Estado, sin poder viajar ni disponer de su libertad sin siquiera hacer actividades a su gusto, como lo hacen los ricos.

Adimanto pregunta ¿Por qué Sócrates pasa en silencio estos capítulos de acusación y otros semejantes? preguntando Sócrates a Adimanto si tiene que responder a todos estos cuestionamientos, a lo que Adimanto responde sí.

Sócrates responde que, una vez dado el cuestionamiento por parte de Adimanto, tiene recursos suficientes para justiciar su respuesta. Menciona que, no sería sorprendente decir que la condiciones los guerreros   fuese dichosa a pesar de todos los inconvenientes, y que, al formar un Estado, no se han propuesto como finalidad la felicidad de un cierto orden de ciudadanos, si no la felicidad total del ESTADO, argumentando que han creído encontrar la justicia gobernando al Estado de la manera que se está haciendo y la injusticia en un Estado mal constituido y con base en esta afirmación se pone a disposición de responder a los cuestionamientos de Adimanto.

Sócrates menciona que, su tarea consiste en fundar un gobierno que por lo menos a su parecer sea dichoso; un Estado para el que la felicidad no haga parte de un pequeño sector, si no que por el contrario sea parte de toda la sociedad y en ese orden de ideas examinará detenidamente el gobierno que se oponga a lo mencionado anteriormente., allí pone como supuesto el que ellos se dedicaran a pintar estatuas , y alguien objetara por qué no utilizan los más bellos colores para pintar las partes más bellas del cuerpo , por ejemplo que porque no pintaban los ojos con bermellón sino con negro a lo que Sócrates respondería que no se deben imaginar que ellos deberían pintar unos ojos muy bellos que dejaran de ser ojos y no solo ésta parte del cuerpo si no las demás, es por ello que le dan a cada parte el color que le conviene , y de suerte como resultado sea un conjunto perfecto.

Por otra parte, Sócrates menciona a Adimanto que, en atención a lo anteriormente expresado, no los obligue a que la felicidad éste ligada a la condición de ser guerrero, ya que dejarían de ser lo que son. Menciona también que si bien es cierto ellos podrían vestir con prendas de oro, trabajar la tierra por placer, comiendo y bebiendo a su antojo, tener libertad en fin … tener un sin número de comodidades, como las demás personas y en ese sentido que el Estado gozase de una perfecta felicidad, pide que no les den semejante consejo, porque si lo hacen el labrador cesaría de ser labrador, el alfarero de ser alfarero, en si dando a entender que en una sociedad cada persona tiene su condición y al dejar de hacerlo simplemente la sociedad sería inexistente.

Menciona también que no es lo mismo que los artesanos se mantengan o no en su oficio, ya que no es un negocio de gran importancia, o que simplemente un zapatero sea malo y se deje corromper, por otra parte, que el que no es zapatero haga las veces del mismo toda vez que esto no tendría un gran impacto en la sociedad, lo que si pasaría con las personas designadas para guardar el Estado y las leyes, esto ocasionaría la ruina de la república, porque de ellos depende la buena administración  del Estado y su felicidad, por tal motivo si lo que se quiere es formar  buenos guardadores , se deben imposibilitar a para no hacer daño a la comunidad, ya que, el que quiera convertirlos en labradores felices o invitarlos a fiestas públicas, no tendrá en cuenta lo que es un Estado, mencionando que, se debe analizar si el formar guerreros es proporcionarles la mayor felicidad posible o en otro contexto será proveer la felicidad total del Estado y convencer a los guardadores y defensores de la patria como a los demás miembros de la sociedad a que cumplan de la mejor manera la tarea asignada a cada uno.

Sócrates indica que, si esto se llega a cumplir la felicidad será pública y el estado será más fuerte, la felicidad dependerá en mayor o menor grado de la calidad del empleo que tenga cada persona. Ante esta afirmación Adimanto menciona que es, muy sensato lo expuesto por Sócrates.

Sócrates le menciona a Adimanto acerca de otro razonamiento, exponiendo que, lo que va a decir no es lo que pierde y corrompe de ordinario a los artesanos, especificando que lo que pierde es la opulencia y la pobreza, a lo que Adimanto se pregunta ¿cómo pierde esto el artesano?

Sócrates da respuesta al interrogante de Adimanto, mencionando al oficio de Alfarero, indagando ¿si el Alfarero se hace rico se ocuparía de igual forma de su oficio?, a lo que la respuesta es NO, argumentando que, si esto llega a suceder, se hará cada día mas holgazán y más negligente y por consiguiente sería peor en su oficio de alfarero, después aborda otro escenario mencionado si la pobreza le quita los medios para realizar su arte su trabajo se resentirá y sus hijos y los obreros a los que les enseñe serán menos hábiles en realizar su trabajo, concluyendo que si la riqueza y la pobreza dañan de igual forma el arte y a los que la ejercen , es deber d los magistrados velar para que en el Estado no entren la opulencia ni la pobreza, a lo que Adimanto menciona estar de acuerdo con lo expuesto por Sócrates.

Adimanto nuevamente interroga a Sócrates, con la siguiente pregunta: ¿Cómo podrá mantener el Estado la guerra si no tiene tesoros si tiene que habérselas con una república rica y poderosa?

Sócrates responde a este cuestionamiento interrogando que, ¿los guerreros estando ejercitados para la guerra no tendrían que habérselas con enemigos ricos?, a lo que Adimanto responde SI, nuevamente Sócrates pregunta a Adimanto un luchador ejercitado ¿no vencerá facialmente a dos adversarios ricos y obesos?, Adimanto responde que no ya que tiene que habérselas con los dos a la vez.

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