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Libro Tratado De La Ley


Enviado por   •  16 de Febrero de 2014  •  2.431 Palabras (10 Páginas)  •  280 Visitas

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ANALITICA LIBRO TRATADO DE LA LEY

CAPITULO I

El principio externo que nos mueve al bien es Dios, quien nos dirige con su ley y nos ayuda con su gracia. Sobre la ley hay tres aspectos: su esencia, la diferencia de las leyes y sus efectos.

Acerca de la esencia de la ley: si la ley pertenece a la razón: no parece que la ley pertenezca al ámbito de la razón porque: la ley no parece ser algo que pertenezca a la razón, en la razón solo se da potencia, hábitos y actos, entonces la ley tampoco parece ser algo de la razón. La ley no pertenece a la razón, sino más bien a la voluntad. La ley es una cierta regla y medida de los actos en cuanto alguien se mueve por ella a actuar, o por ella se abstiene de una acción, pues la ley viene de “ligar” porque obliga a actuar. La ley es algo que pertenece a la razón. Siendo la ley una regla y medida, es principio que mide y regula, la ley esta solo en la razón. La ley se encuentra en todos aquellos que se inclinan hacia algo por alguna ley. La ley no ordena al bien común porque: Es propio de la ley ordenar y prohibir, la ley se dirige al hombre para actuar. Isodoro: “si la ley se da por la razón, será ley todo cuanto establezca la razón”. La ley convenientemente se encuentra entre los principios: el fin último, de un modo eminente.es necesario que la ley se dirija al orden de la felicidad. Es necesario que se dirija a la felicidad común. El hacer la ley es propio o de todo el pueblo o de la persona publica que tiene a su cuidado la dirección de toda la comunidad. La ley impone una regla y medida. La ley se aplica a los hombres regulados por ella.

CAPITULO II

Parece que no se da una ley eterna porque toda ley se impone, la promulgación se impone a la esencia de la ley, la ley indica un ordenamiento al fin. Parece que no se da una ley natural en nosotros porque el hombre se gobierna suficientemente por la ley eterna, el hombre ordena sus actos por la ley hacia su fin, cuanto alguien es mas libre, tanto menos esta sujeto a la ley. Parece que no es necesaria la ley divina porque la ley natural es una participación de la ley eterna en nosotros. Fue necesaria la ley divina, para guiar la vida del hombre porque por la ley el hombre dirige sus actos al ultimo fin. La ley divina es solo una porque donde hay un solo reino gobernado por un solo rey se da solo una ley, toda ley se ordena al fin que pretende el legislador con respecto a aquellos a quienes se dirige la ley, la ley divina esta mas próxima a la ley eterna.

La tendencia al pecado no tiene características de la ley. Toda ley es obligatoria, quienes no la observan son transgresores. A ley se ordena al bien común. La tendencia al pecado no es ley, sino solo por cierta participación.

CAPITULO III

La ley no hace bueno al hombre porque los hombres se hacen buenos por la virtud, pero la virtud del hombre procede solo de Dios ya que él la infunde en nosotros sin nosotros. La ley no aprovecha al hombre si este no la obedece, pero el obedecer el hombre a la ley procede de su bondad. La ley se ordena al bien común, no pertenece a la ley hacer bueno al hombre. Algunas leyes son tiránicas, el tirano solo intenta su propia utilidad. La voluntad de cualquier legislador es hacer buenos a los hombres. La ley no es sino el dictamen de la razón de parte del soberano que gobierna a los súbditos. Es propio de la ley el inducir a los súbditos a la propia virtud, siendo la virtud lo que hace bueno a quien la posee. Es un efecto propio de la ley el hacer buenos a aquellos para quienes se da según los aspectos. Por la ley los hombres se hacen simplemente buenos. La ley no hace al hombre sencillamente buen sino solo en algún aspecto. La intención de la ley es hacer bueno al hombre. Los legisladores hacen buenos a los hombres cumplidores de la ley. El hombre obedece a la ley por temor al castigo, también con frecuencia siguiendo el dictamen de la razón lo que es principio de la virtud. AGUSTIN “es mala aquella parte que ni se adapta al todo”. La ley tiránica no siendo conforme a la razón simplemente no es ley sino una perversión de la ley, y parecida a una ley pretende que los ciudadanos sean buenos. De ley tiene el hecho de que sea dictada por algún soberano para súbditos. Los actos propios de la ley son mandar, prohibir, permitir y castigar porque la ley es un precepto o mandato común, es un efecto de la ley el inducir a los súbditos al bien, mas propio de la ley es aconsejar que mandar, el premiar es efecto de la ley así como el castigar, aquel que obedece la ley por solo el miedo de castigo no es bueno pues aun cuan alguno hiciera el bien por temor servil es decir por miedo al castigo no se sigue sin embargo que lo haga bien. No es propio de la ley castigar. Toda ley permite algo o prohíbe algo. La ley es el dictamen de la razón que manda. La razón induce sacar conclusiones desde principios y a sentir los preceptos de la ley a partos de éstos mismos. Los preceptos de la ley son acerca de los actos humanos donde la ley es directriz. Respecto a los actos buenos la ley impera o manda pues la ley ordena todos los actos de la virtud. Los actos malos la ley esta en obligación de prohibirlos. La ley induce a la obediencia por el temor al castigo. Por eso castigar es efecto de la ley.

CAPITULO IV

La ley eterna, luego la ley natural; en tercero la ley humana en cuarto lugar la ley antigua y finalmente la ley nueva que es la ley del evangelio. La sexta ley es la inclinación al pecado baste lo que se ha dicho al tratar al pecado original.

La ley eterna no es la suma razón existente de Dios porque la ley eterna es solo una, es propio de la esencia de la ley la promulgación verbal, sobre nuestra mente aparece una ley superior que llamamos verdad. Sin embargo según san Agustín la ley eterna es la razón suprema la que siempre hemos de ajustarnos. Agustín habla de las razones ideales que se refieren a las naturalezas propias de cada creatura singular y por tanto se encuentra en ellas cierta distinción y pluralidad, según sus diversas referencias de las cosas. La ley es directiva de los actos en orden al bien común. La ley es eterna o sea la razón del orden. La razón del intelecto divino se relaciona con las cosas de manera diversa del intelecto humano pues el intelecto es medido por las cosas. La ley eterna no es conocida por todos porque nadie sino el espíritu de Dios conoce las cosas de Dios, san Agustín: la ley eterna hace que sea justo el que todas las cosas guarden perfecto orden y sobre la ley

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