Libro rojo

Adriana López Valentín

CUADERNO ROJO-PAUL AUSTER

Las coincidencias en la vida cotidiana forman parte de pequeñas variantes en nuestra vida. Auster  menciona “Algo sucede y, desde el momento en que empieza a suceder, nada puede volver a ser lo mismo” (Auster, 1993) pág. 1. Es así como el autor nos lleva a través de la descripción de experiencias pasadas que surgen en la cotidianidad pero que trajeron cambios minuciosos y reflejan la complejidad que a veces pasamos inadvertida.  En 1973 Paul Auster se trasladó a una finca como cuidador de una casa, pasaba los días al borde económico pues sus gastos eran mayores a sus ingresos. Además de encargarse de la finca tenía que cuidar a dos perros junto con L que más tarde sería su esposa. Al transcurrir las semanas vivieron un mal rato pues no tenían el suficiente dinero y uno de los perros falleció. Durante ese tiempo de crisis la última comida que pudieron cocinar por esa escasez fue un pastel que termino quemándose. Coincidencia o no el señor Sugar que era un benefactor de Auster llego amanera de prodigio  de esta manera los invito a comer. Durante la Segunda Guerra Mundial el tío de su amigo quedo atrapado a causa de la nieve, tras huir perdió el conocimiento, posteriormente recupero la conciencia sin embargo la persona que lo ayudo mientras mantenía ese estado inconsciente fue alcanzado por una de las tantas balas y explosiones que ahí sucedían. Tras este hecho fue llevado por un oficial al campamento en donde trataron de cortarle una pierna por lo que milagrosamente se salvó pues volvió a perder el conocimiento. Lo anterior fue un hecho probablemente catastrófico pero la casualidad o tal vez una cosa llamada suerte hicieron que el tío siguiera vivo junto con su pierna.

Pasando a otro hecho cierto día Auster intento atrapar una moneda que había sido lanzada por su esposa la cual no encontró en el jardín sin embargo en la tarde volvió a ver una moneda del mismo valor que la que no pudo encontrar y de alguna manera sintió haberla encontrado. Asociándolo con mis experiencias el perder objetos significa olvidar el objeto y trasladarlo como a un tipo de muerte que se pueden compensar con algún tipo de encuentro ya sea con otro similar o no pero la mayoría de las veces esa pérdida nunca se recupera. Aunque de cierta forma hay suceso particulares que suceden a nuestro alrededor que parecen ser buenas o malas pasadas de la vida pero que suceden en instantes y las cuales transforman y suscitan un hecho único que en particular me resulta curioso. La mayoría de veces en donde hay un encuentro del sujeto con algo misteriosamente “perdido” puede desatar un hecho fantástico como caer en un sueño pues pareciera no ser verdadero.

A través de pequeños fragmentos de lo que parecieran ser recuerdos Auster describe de manera muy particular los entornos que parecieran ser comunes y no tener algo significativo pero a través de sus descripciones logra transformarlos en acontecimientos como lo planteaba Zizek en “event” (2014).

Finalmente puedo rescatar que accidentes pueden ser trascendentales o no debido a nuestra forma de descubrir y observar lo que ocurre a nuestro alrededor. Hechos cotidianos que nos parecen rutinarios y ciertas veces les damos poca relevancia suelen ser más significativos que hechos que no pasan desapercibidos y quedan en nuestra memoria.

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