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Lo Que No Debe Callar Un MM


Enviado por   •  6 de Junio de 2014  •  2.248 Palabras (9 Páginas)  •  226 Visitas

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VV:. Y QQ:. HH:.

Hoy 7 de Diciembre de 2013 de la E:. V:. Culmina un periodo masónico para nuestros Aprendices y compañeros, pues después de una ardua labor interna luchando contra nuestros enemigos naturales, la pereza, la ignorancia, la hipocresía, la ambición y demás enemigos ocultos, nos damos un periodo de reflexión en donde seguiremos trabajando pero de forma espiritual para acallar nuestras mentes que por naturaleza son inquietas y ponernos en paz con el G:.A:.D:.U:., nosotros mismos y nuestros semejantes, Mientras tanto los MM:.MM:. Estaremos en trabajos esperando el nacimiento de un nuevo sol que regirá los destinos de este universo llamado logia. por tal razón les transmito este mensaje, tomado de nuestro H:. Albert Pike, Moral y Dogma.

HH:. Aprendices:

El deber de la Masonería ayudar a elevar la moral y nivel intelectual de la sociedad, acuñando conocimiento, poniendo ideas en circulación y provocando que las mentes Jóvenes maduren; y situar gradualmente, a través de la enseñanza de axiomas y la promulgación de leyes positivas, a la raza humana en armonía con su destino.

Para esta misión y trabajo se inicia el Aprendiz. Quizá imagine que no puede llevar nada a cabo y por lo tanto, desesperanzado, podría permanecer inerte. Esto sucede no solo en esta situación sino también en el día a día.

Pero deben de tomar en cuenta que muchos grandes hechos se hacen en las pequeñas batallas de la vida. Hay una valentía verdadera pero oculta que lucha en la oscuridad contra la fatal invasión de necesidad y vileza. Hay triunfos nobles y misteriosos que ningún ojo ve, que no encuentran recompensa ni renombre, que ninguna fanfarria de trompetas saluda. La vida, la desgracia, la soledad, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes, héroes oscuros, pero a veces más grandes que aquellos que se convierten en ilustres.

Los masones debemos luchar de la misma manera, y con el mismo valor, contra esas invasiones de miseria y maldad que acontecen a las naciones igual que a los hombres. Debemos hacerles frente incluso en la oscuridad, y protestar contra los errores e insensateces de la nación, contra la usurpación y las primeras incursiones de esa hidra que es la tiranía.

Esforzarse, afrontar todos los riesgos, perecer, perseverar, ser fiel a uno mismo, luchar cara a cara con el destino, sorprender a la derrota por el poco terror que inspira, sea para combatir un poder ilegítimo, sea para desafiar un triunfo espurio, estos son los ejemplos que las naciones necesitan y la luz que las electrifica.

Pues hay inmensas fuerzas en las grandes cavernas del mal que se hallan en las profundidades de la sociedad. Se encuentran en la más perversa degradación, suciedad, miseria e indigencia, en los vicios y crímenes que hieden en la oscuridad de ese populacho que se encuentra debajo del pueblo en las grandes ciudades. Ahí el altruismo se desvanece y cada uno aúlla, busca y roe su propia fortuna.

Tan es así que la Fuerza, no regulada o mal regulada, no solo se desperdicia en el vacío, como la pólvora quemada al aire libre o el vapor no confinado por la ciencia, sino que golpeando sin sentido y no encontrando sus explosiones más que el espacio abierto, provocan un retroceso perjudicial. Es destrucción y ruina. Es el volcán, el terremoto, el ciclón, el no crecimiento y progreso.

Esa Fuerza debe ser regulada por el Intelecto, que es para el pueblo y la Fuerza del pueblo lo que la aguja de la brújula es para el barco: su alma, siempre dirigiendo la gran masa de madera y acero y siempre señalando el norte. Para atacar las fortalezas construidas por doquier contra el ser humano por supersticiones, despotismos y prejuicios, la fuerza necesita tener un cerebro y una ley. Entonces su esfuerzo y arrojo producen resultados perdurables y es verdadero progreso, produciéndose auténticas conquistas. El Pensamiento es una fuerza, y la Filosofía debería ser una energía, encontrando su objetivo y efecto en el mejoramiento del género humano.

Los dos grandes motores son la Verdad y el Amor. Cuando todas estas fuerzas se combinan guiadas por el intelecto y reguladas por la regla del Derecho y la Justicia, la gran revolución preparada desde tiempo inmemorial se pone en marcha. El Poder de la misma Deidad está en equilibrio con su Sabiduría. De aquí surge la Armonía

No sabemos cuándo el éxito recompensará nuestros esfuerzos (generalmente en el momento más inesperado) o qué efecto podemos esperar de nuestro afán. Exitosa o no, la Masonería no debe doblegarse ante el error o sucumbir ante el desaliento ya que es muy cierto que la Verdad es un atributo divino y el cimiento de cualquier virtud. HH:. APRENDICES RECUERDEN QUE Ser honestos, buscar, encontrar y aprender la Verdad son los grandes objetivos de todo buen masón.

HH:. COMPAÑEROS

Tras abandonar Egipto, los Misterios fueron modificados por las costumbres de las distintas naciones en que fueron introducidos, y especialmente por los sistemas religiosos de los países adonde fueron transplantados. Mantener el gobierno, las leyes y la religión establecidos era la obligación de los Iniciados en cualquier parte, que siempre pertenecían a la casta sacerdotal y nunca deseaban compartir con el pueblo llano la verdad filosófica.

El Cristianismo enseñó la doctrina de la Fraternidad, pero repudió la de la Igualdad política inculcando continuamente la obediencia al césar y a aquellos que la ley establecía como autoridad.

La Masonería fue el primer apóstol de la Igualdad. En el monasterio hay fraternidad e igualdad, pero no libertad. La Masonería añadió también la Libertad, y reclamó para el ser humano ese triple patrimonio: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

No se trataba sino de desarrollar el propósito original de los Misterios, que era enseñar al hombre a conocer y practicar sus deberes hacia ellos mismos y sus semejantes, el gran fin práctico de toda filosofía y todo conocimiento.

Pues es sabido que cuanto más sabio se vuelve un hombre, menos inclinado está a someter servilmente su conciencia o su persona a las cadenas y al yugo. Pues al aumentar su sabiduría no solo conoce mejor sus derechos, sino que además los tiene en mayor estima, y es más consciente de su valor y dignidad. Su orgullo le urge a afirmar su independencia, y él es asimismo más capaz de sostenerla. Y también más capaz de ayudar al prójimo y a su país cuando estos han puesto en juego todo, incluso su propia existencia, en la defensa de la Libertad. Pero el simple conocimiento no le hace a uno independiente, ni le capacita para ser Libre, en vuestros estudios como

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