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Los bienes humanos


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2017  •  Resúmenes  •  9.895 Palabras (40 Páginas)  •  280 Visitas

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CAPITULO 4 – LA OBTENCION DE LOS BIENES HUMANOS: ESTTRATEGIAS PRUDENCIALES.

“Prudencia” o “sabiduría práctica”: habilidad de identificar y obtener efectivamente lo que es bueno para uno y para los demás.

Dos razones por las que necesitamos de ella:

         1) Porque en ausencia de un bien absoluto o de una jerarquía fija de bienes, no podemos decidir sin reflexión cual es la mejor opción para nosotros.

        2) porque los bienes básicos han sido formulados en términos muy generales de modo que no existe un modelo particular de la vida buena que sea válido para todos por igual. No podemos discernir espontáneamente  cuales son las mejores para nosotros.

Los bienes mencionados son bienes “premorales”. No se les puede asignar directamente a ningún atributo moral (estar vivo o enfermo, como tal, no es ni moralmente bueno ni malo) pero veremos que la moralidad revertirá después sobre ellos.

La prudencia, por su naturaleza misma, no es reductible a un conjunto de normas rígidas.

Hay ciertas estrategias (recomendaciones, consejos, pautas o preceptos para la acción) que ofrece la prudencia.

VIGILANCIA

Ya que hay una gran variedad de bienes particulares y es fácil confundirse con los bienes aparentes (cosas que pueden ser buenas y atractivas en algún sentido, pero que no son verdaderamente buenas para una determinada persona en un determinado momento).

La vigilancia es una actitud de discernimiento entre los bienes, necesaria porque elegir lo aparentemente bueno en lugar de lo verdaderamente bueno, es irracional (contrario al principio formal de la razón práctica).

INCLUSIVIDAD  

Como existe una pluralidad de bienes, y no sólo uno, no sería inteligente poner todo nuestro esfuerzo en conseguir exclusivamente uno de éstos en desmedro de los demás.

Concentrar tanto nuestra atención iría en contra del principio formal de la razón práctica en relación con los otros bienes.

La prudencia recomienda la exclusividad para reforzar esta “aptitud de horizontes”, empujándonos a tender al mayor número de bienes posibles, y evitar así la reducción arbitraria de la vida a una única dimensión. No seguir esto es irracional.

Debo ser una persona abierta a todos los bienes humanos y para todas las concreciones de los bienes.

DESAPEGO

Nadie puede tener todos los bienes. Hay determinados bienes que una persona no va a lograr jamás.

Hay muchos obstáculos naturales en el camino hacia ciertos bienes (mala salud, falta de talento) y también hay obstáculos que aparecen en forma de exigencias más urgentes que las circunstancias nos imponen. También éstos hacen muchas veces que tengamos que renunciar a nuestras aspiraciones más profundas.

El desapego es el arte de seguir viviendo sin esos bienes que deseamos pero que las circunstancias nos han vetado.

Esto se vuelve muy difícil para quienes se obsesionan con esos bienes inalcanzables.

Desprenderse es más razonable.

La renuncia a un determinado bien (cuando es por otro bien que valga la pena) no es irracional.

DEDICACION

Alcanzar los bienes básicos implica bastante esfuerzo y dedicación.

Son metas que exigen un sacrificio continuo.

La pauta de una tenaz dedicación a los fines que uno ambiciona, deriva de la certeza de que, dada su importancia y lo difícil que es conseguirlos, seria irracional abandonar fácilmente la búsqueda.

No podemos dedicarnos igualmente a la obtención de todas las instancias de todos los bienes.

En consecuencia, una cierta concentración en ciertos bienes es razonable siempre que no se transforme en una exclusión en principio de los demás bienes.

Los bienes son arduos, difíciles, y la mayoría a largo plazo y necesitan tiempo.

Fallar en la vigilancia, el desapego o la dedicación, no es inmoral. Es simplemente ser necio o poco inteligente en la empresa de vivir la propia vida.

Nexo entre la prudencia en general y el subconjunto de lo prudencial que coincide con el dominio de la moralidad. Una acción humana deja de ser meramente imprudente para volverse también inmoral cuando una instancia específica de algún bien humano es seriamente afectada, es decir, cuando se causa algún daño. 

Esto puede suceder a causa de omisiones negligentes: de acciones intencionales positivas o de un trato discriminatorio de las personas.

IMPARCIALIDAD

Nos exhorta a tener la suficiente sabiduría práctica como para reconocer que las instancias particulares de los bienes humanos son igualmente valiosas tanto si son mías o de cualquier otra persona. El valor de mi vida o mi salud no es mayor que el de otro.

La imparcialidad solo excluye la preferencia arbitraria en la distribución de oportunidades, educación, empleos, derechos de propiedad, bienes externos o cualquier otra contingencia de la vida, porque la discriminación arbitraria produce daño.

El precepto de la imparcialidad o de la igual trato de las personas juega un papel central en la búsqueda comunitaria de los bienes.

La Regla de Oro que dice que uno debe tratar a los demás tal como uno quiere que lo traten a uno.

         DISCRIMINACION              De personas [pic 1][pic 2]

                De actos/ acciones [pic 3]

                De personas que influyen sobre las acciones [pic 4]

CUIDADO

Señala que es irracional no promover y proteger, individual y colectivamente, las distintas concreciones de los bienes básicos en uno mismo y en los demás (en especial cuando estas omisiones y negligencias causan algún daño).

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