Metodología De Estudio Y Expresión Oral
ramonenur5 de Agosto de 2014
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Metodología de estudio y de exposición oral
LOS ARGUMENTOS SOFÍSTICOS.
Aristóteles clasifica a las falacias o sofismas en dos grandes grupos: hay sofismas que proceden de la ambigüedad del lenguaje, y hay otros que proceden del razonamiento defectuoso.
• Sofismas de homonimia. Son debidos a la incorrecta utilización de los significados.
• Sofismas de anfibología. Son los causados por la oscilación, la dualidad o vaivén de significados.
• El sofisma de premisas falsas. Todo un rico y vasto ámbito científico quedan descartados por esta falsa premisa, todo lo que no pueda ser objeto de una vivisección en un laboratorio ya no será cierto.
LAS REPERCUSIONES ONTOLÓGICAS DE LOS ARGUMENTOS SOFÍSTICOS.
Hablamos de repercusiones ontológicas, esto es en el ser del hombre. Porque expresarse mal es señal de que pensamos mal, y si pensamos mal quiere decir que estamos mal.
EL COMÚN DENOMINADOR DE LAS FALACIAS.
Consta de cuatro pasos: el reduccionismo, que consiste en reducir la realidad, o encubrir una parte de la misma. Ya reducida la realidad viene la dialectización, presentando dos polos, casi siempre artificialmente enfrentados y obligo a optar por uno de ellos. Después viene el emocionalismo, acallo la razón y hago hablar de las emociones en lo posible desbordadamente. Ya que la realidad está reducida, dialectizada y emocionalizada viene la matematización, que consiste en hacer hablar a las cifras aunque sean ficticias.
LA DEFINICIÓN.
El primer remedio contra los argumentos sofísticos es saber definir. La doctrina clásica aristotélica sobre la definición establece como norma general que una definición que tiene que incluir el género y la especie. Si estoy hablando de botánica y quiero definir la palabra rosa puedo decir que es una flor. Pero es una definición incompleta porque solo alude a la clase. Pero si quiero especificar la definición tendría que agregar de la familia de las rosáceas, arbusto espinoso, trepadores, de tallos semileñosos etc. Hay varios tipos de definiciones, algunos ejemplos son:
• Definición lexicológica es descriptiva, exhaustiva e inclusiva, trata de describir e incluir los distintos significados que puede tener una misma palabra.
• Definición ostensiva define mediante ejemplos concretos, sin necesidad de que se puedan enunciar exhaustivamente.
• Definiciones estipulativas son aquellas por las cuales se estípula que para este caso concreto, esta palabra o este término va a significar tal cosa. Estipulan excepcionalmente algo.
EL HÁBITO.
Es la repetición de un acto. Lo fundamental, lo básico en la definición de un hábito es el concepto de repetición de un acto. Actos buenos repetidos engendran una virtud; actos malos un vicio. Tiene una parte mecánica y otra espiritual, necesito el compromiso activo. Lucido y perseverante de mi inteligencia y voluntad.
HÁBITOS DEL PENSAMIENTO RIGUROSO.
Existen seis hábitos del pensamiento riguroso. El hábito de la definición que se rige por ciertas reglas. El hábito de la distinción para distinguir la diferencia que hay entre una cosa y otra. El hábito de la relación y de la causalidad que consiste en la posibilidad de unir temas o ideas o personajes o cuestiones por un medio pasaje o camino que sea el adecuado. El hábito de la sistematización que para que exista tiene que haber una coherencia en los elementos interrelacionados. El hábito de la crítica que es someter un juicio a una prueba de validez, examinar o verificar, y el arte de la apreciación de algo es crítico. El de la síntesis por el cual se logra de algo la visión más inclusiva posible.
Los distintos aspectos que pueden tener los hábitos son fisiológicos, psicológicos, éticos, pedagógicos, filosóficos y teológicos.
LA VIRTUD DE LA ESTUDIOSIDAD.
Una cosa es el conocimiento de la verdad y otra el deseo de conocerla. La estudiosidad es la virtud por la cual tenemos el anhelo ferviente de conocer la verdad, así como también regula, modera y ordena ese anhelo evitando excesos o defectos. Hay tres condiciones generales de la estudiosidad que son la vehemencia que es la fuerza, el ardor, la pasión.
LAS CONDICIONES ESPECÍFICAS DE LA ESTUDIOSIDAD.
La primera es establecer en nosotros una zona de silencio, no se puede estudiar prestando atención a todos los ruidos e interferencias mucho menos si nosotros somos los artífices de esos ruidos o interferencias, el silencio es la matriz de la palabra y es el mejor resguardo para el pensamiento fecundo.
La segunda prolongación de lo anterior es el recogimiento que es la capacidad para apartarse de lo superficial, de lo frívolo, de la insustancial y exterior, es saber retirarse a tiempo de lo mundano y principalmente el deseo y decisión de abstenerse de todo aquello que impida la contemplación.
La tercera es la soledad no necesariamente sinónimo de aislamiento físico, pero si sinónimo de ausencia de malas compañías, sean materiales o espirituales, existe una falsa soledad y hay que tener mucho cuidado, quien está solo para evitar control, norma y orden en nada aprovecha ese estado.
La cuarta es el carácter con cualidades como firmeza, coraje, perseverancia etc., es ese sello de nuestra personalidad, tener carácter es tener fuerza y elevación de ánimo.
La quinta es el ordenamiento de las pasiones ya no solemos reparar el daño que causan los desórdenes en la vida pasional, la pereza disipa la memoria, el orgullo nos aleja de la necesaria docilidad ante la realidad, la envidia mueve a rechazar una verdad, la iracundia convierte en personaje obstinado en el error o confusión.
La sexta condición es la necesidad de las virtudes morales con la humildad buscamos, hallamos o descubrimos; y con la soberbia caemos en todas las ficciones, nadie pierde la dignidad intelectual por saberse pequeño apoyado en los hombros de gigantes.
La séptima condición es la plegaria que no consiste solamente en rezar antes de estudiar, sino que aquí está involucrada en algo más hondo, es impregnar el estudio de un espíritu de adoración a dios teniendo la mirada abierta hacia la trascendencia para no conformarnos con lo terrenal.
LOS INGREDIENTES DE LA ESTUDIOSIDAD.
El primero es la concentración no resulta recomendable el vaivén, el ir y venir sin reposo o el ocuparse de varias cosas simultáneamente, sino que lo recomendable es ocuparse de un objeto de estudio a la vez, del modo más exhaustivo posible.
El segundo es la lectura, leer lo bueno, dejando atrás esos innumerables libros fabricados como best seller.
El tercero es la memorización lo que se une al espíritu por el lazo de la memoria actúa desde nuestra interioridad e influye de manera decisiva, con la noble capacidad de retener lo esencial, de conservar lo sustantivo de grabar lo conveniente para engrandecer nuestro horizonte cultural.
El cuarto ingrediente es la profundización tener conocimientos fundamentales, bien aislados, ahondados, con espaciosas raíces echadas en nuestra alma.
El quinto es la especialización consiste en el error de desdeñar lo universal para ceñirse a un área cada vez más reducida, que nos atrapa y esclaviza haciéndonos perder la necesaria cosmovisión integradora.
El sexto ingrediente es la apertura al misterio que es la noción del misterio no puede estar ausente en quien se aboca al estudio, antes la palabra misterio no significo lo oculto, lo velado, lo secreto, sino lo diáfano y transparente y luminoso.
LOS VICIOS CONTRA LA ESTUDIOSIDAD.
Son dos. Uno por defecto se llama negligencia. El otro por exceso y se llama curiosidad.
La negligencia voluntaria es la omisión de estudiar lo que me corresponde según mi condición y mi estado se agrava cuando lo cometen aquellos que tienen más altas responsabilidades educativas, culturales y profesionales. Es la ignorancia culposa fruto de la desidia, la pereza o de la soberbia. Para evitar la negligencia el mejor antídoto es consagrar la vida a la verdad.
El pecado por exceso contra la virtud de la estudiosidad es la curiosidad, es querer saber sin orden, ni mesura y sobre todo sin la menor preocupación por la verdad. Psicológicamente es un problema serio de tratar, pero moralmente, para llamar a las cosas por su nombre es una degeneración.
Dos textos de santo Tomás de Aquino que nos pueden ayudar al cultivo de la estudiosidad
CONSEJOS PARA EL ESTUDIO. CARTA EL HERMANO JUAN.
• No te enlaces de golpe al océano sino entra en el por los arroyuelos
• Conserva la pureza de conciencia
• No dejes de entregarte a la oración
• Muéstrate amable con todos
• No quieras andar averiguando los hechos ajenos
• No seas demasiado confianzudo con nadie
• Huye por sobre todo del vano activismo
• No dejes de seguir la huella de los santos y de los hombres de bien
• No mires quien lo dice, más lo que diga de bueno encomiéndalo a tu memoria
Trata de comprender aquello que lees y que oyes
• Aclara tus dudas
LAS PARTES DE LA PRUDENCIA.
La prudencia es la madre de todas las virtudes, sin ellas las demás pueden resultar inconducentes. La memoria es aquella parte de la prudencia por la cual sabemos aprovechar rectamente las experiencias vividas individualmente como hombres, puede ser considerada como sinónimo de historicidad. La propia y ajena pero que igualmente incide en nosotros. La segunda parte que forma esta virtud es el entendimiento, y no debe ser tomado aquí como sinónimo de facultad
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