Platon CONTEXTO HISTÓRICO-FILOSÓFICO.
Fgr95Tesis25 de Noviembre de 2014
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INFLUENCIAS DEL AUTOR
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CONTEXTO
PLATÓN. CONTEXTO HISTÓRICO-FILOSÓFICO. (Texto del Gorgias)
-Contexto histórico.
Platón contempla la crisis de la gran civilización ateniense y de su forma de organización política democrática. Las luchas por el poder y las guerras entre ciudades habían acabado con el esplendor del período que se conoce como el de la Ilustración griega, por analogía con el siglo de las luces (siglo XVIII).
Platón no asiste a estos hechos como un espectador imparcial, sino que, de noble familia y destinado a la carrera política, la ve como algo personal, como ciudadano. Un hecho histórico tiene especial importancia en la evolución de la mentalidad política y filosófica platónica: la condena y muerte de su maestro Sócrates. Con el crimen cometido con Sócrates se puede dar por acabado el ideal de la ciudad-estado (pólis), autónoma y en la que el ciudadano alcanza el sentido de su existencia. El proceso de descomposición política llegará a su grado máximo con la muerte de Alejandro Magno, a finales del siglo IV aC.
Se trata de una época culturalmente muy brillante, a pesar de todos los problemas sociopolíticos: el teatro recoge los viejos mitos y también se ocupa de problemas más actuales como el de la ley y la naturaleza (physis-nómos), que serán temas de debate para la sofística y la filosofía; por su parte la sofística se presenta con la pretensión de ofrecer a la juventud ateniense el saber que se necesita para participar en la vida pública.
Se puede decir que tanto el movimiento sofista como Sócrates van a cambiar el centro de atención de la filosofia: desde la naturaleza en general (physis) hacia el hombre como un ser que vive en comunidad (animal político).
-Contexto filosófico
La fílosofia se sitúa siempre en un marco o ambiente social, cultural o histórico, aunque sus problemas puedan ser o parecer eternos. El caso de Platón y de la filosofía griega en general no es una excepción. De hecho, las condiciones económicas de Atenas y sus contactos con otras culturas van a favorecer la actividad filosófica.
En Platón, el interés por la vida buena, en la moral personal y en la política, en el individuo y en el estado, va a estar presente en todas sus obras, desde sus obras de juventud hasta sus obras de vejez. Al principio Platón parece que se limita a recoger las ideas de su maestro Sócrates, del que conservará el diálogo como forma de filosofia. Incluso cuando Platón se ocupa de los problemas más generales relativos al conocimiento de la realidad (teoría de las ideas) está pendiente de la política; de hecho espera que el gobierno justo sea posible por medio de la sabiduría, de la filosofia o dialéctica (ideal del filósofo-rey).
En República, la Idea de Bien, la más importante, es lo último conocido y permite al gobernante-fílósofo saber lo que es justo y gobernar justamente. El gobierno justo requiere educación. Se trata de un tema presente tanto en los sofistas como en Sócrates; es decir, la posibilidad de enseñar el bien, la virtud. En cuanto a la teoría dualista que Platón maneja sobre el conocimiento, la realidad y el hombre, Heráclito y Parménides, así como los pitagóricos, van a ser una influencia fundamental en su pensamiento. Se puede decir que Platón propone su mundo de las ideas como una salida al fracaso de todos los intentos de la filosofia presocrática.
El Gorgias ocupa un lugar significativo en la obra platónica. Por un lado puede ser un resumen de lo que realmente pensaba Sócrates (hay múltiples referencias en el texto al Sócrates real). Por otro, se ocupa de problemas políticos que sólo más tarde madura Platón, en República (idea del estado perfecto, utopía) y en Las Leyes (más realista), El tema explícito de este diálogo que nos ocupa es la retórica (¿enseña lo justo?, ¿debe servir para librarse del castigo si se ha obrado mal?).
En realidad, el problema que plantea Platón es qué debe tener en cuenta el verdadero político para gobernar, cuál debe ser el principio o criterio que le guía: la ambición y satisfacción personal y desmedida de los placeres, o bien la intención de hacer mejores a los ciudadanos y la ciudad. Sócrates, o Platón, piensan en la segunda posibilidad: el buen político es el que mira por la justicia, el que tiene como fin el bien o virtud de los ciudadanos y de la ciudad-estado en su conjunto. Esta cuestión se plantea en toda su crudeza con la intervención de Calicles, que opone lo justo por naturaleza a lo justo tal como es establecido por las leyes, convenciones o costumbres sociales. Se trata del problema de la ley y la naturaleza de la que se ocupan tanto los sofistas (el más importante y respetado es Protágoras) como los filósofos; también los historiadores (Tucídides). El problema de la convivencia política, de la ley y la justicia será desarrollado posteriormente por Aristóteles, en un sentido más realista que Platón. La crisis y derrumbe de la ciudad-estado implicará que la búsqueda del sentido de la vida, de la felicidad, será asunto del individuo, que ya no está más arropado por el manto benéfico de la ciudad.
TEMAS PLATON → SUS OBRAS
Su teoría más conocida es la de las Ideas o Formas. En ella se sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes, y participan de otros entes, perfectos y autónomos (Ideas) de carácter ontológico muy superior y de los cuales son pálida copia, que no son perceptibles mediante los sentidos. Cada Idea es única e inmutable, mientras que, las cosas del mundo sensible son múltiples y cambiantes. La contraposición entre la realidad y el conocimiento es descrita por Platón en el célebre mito de la caverna, enLa República. Para Platón, la única forma de acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el entendimiento; el papel de los sentidos queda relegado y se considera engañoso.
Es importante resaltar que la dicotomía entre un mundo inteligible y otro mundo sensible es más bien un recurso pedagógico que suele usarse para ilustrar la diferencia ontológica entre los entes inteligibles y los sensibles. En el Timeo menciona también lo que ahora conocemos como los sólidos platónicos.
A diferencia de Sócrates, Platón escribió profusamente acerca de sus puntos de vista filosóficos, dejando un considerable número de manuscritos como legado.
En las escrituras de Platón se pueden ver conceptos sobre las formas de gobierno, incluyendo la aristocracia como la ideal; así como la timocracia, la oligarquía, la democracia y la tiranía. Un tema central de su obra es el conflicto entre la naturaleza y las creencias de la época concernientes al rol de la herencia y del medio ambiente en el desarrollo de la personalidad y la inteligencia del hombre mucho antes que el debate sobre la naturaleza y la crianza del Hombre comenzara en la época de Thomas Hobbes y John Locke.
Otro tema que trató Platón profusamente fue la dicotomía entre el saber y la opinión, que anticipaba los debates más modernos entre empirismo y racionalismo, y que posteriormente trataron los postmodernistas y sus oponentes al argüir sobre la distinción entre objetivo y subjetivo.
Por otra parte, la historia de la ciudad y la isla perdida de la Atlántida nos llegó como una «historia verdadera» a través de sus obras Timeo y Critias, pues el mismo Platón usa la expresión griega «alēthinós logos», que en aquellos tiempos se usaba para denominar a una «historia que era verdadera», y como tal es traducida en todas las versiones latinas de dichos diálogos, o sea, veram historiam, en contraposición al mito (del griego μῦθος, mythos, ‘cuento) o cuento fabulado.
El libro II
Comienza con la retirada de Trasímaco de la discusión pues no soporta verse humillado en público por los juegos dialécticos de Sócrates. A continuaciónGlaucón pide a Sócrates que haga un análisis serio de si la vida del justo es más o menos feliz que la del injusto. También le exige que deje a un lado las trampas sofistas para irritar a jóvenes soberbios como Trasímaco. Glaucón le plantea dos objeciones a la idea de que lo justo es mejor en todo sentido que lo injusto:
a) En primer lugar, hace una distinción que Aristóteles repetirá tal cual en la Ética a Nicómaco. Existen tres tipos de bienes o fines, los que deseamos por sí mismos como la alegría o la felicidad, los que deseamos por sí mismos y por lo que de ellos se genera como la comprensión, la vista y la salud, y los que siendo penosos los deseamos por los beneficios que procuran como la gimnasia, el trabajo o el tratamiento médico. La justicia habría de pertenecer a la mejor clase de fines, aquellos que sólo se quieren por sí mismos pero la mayoría opina lo contrario: considera que la justicia pertenece al tercer tipo, es algo penoso que deseamos con vistas a obtener un salario y una buena reputación.
b) La mayoría no cultiva la justicia voluntariamente sino por “impotencia para cometer injusticias”. Para ilustrar esta tesis Glaucón cuenta el mito del anillo de Giges, un anillo que vuelve invisibles a las personas. ¿Qué haría la mayoría si tuviese ese anillo en su poder? ¿Respetar las normas o lo contrario? El hombre justo en nada es diferente del injusto: simplemente el justo está forzado a respetar las normas. Si tuviese el anillo y no lo utilizase para echar mano a bienes ajenos sería el hombre más desdichado y tonto del mundo.
Por último afirma Glaucón que al justo que quiera realmente
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