Platon

En este periodo la corona española vivió una transición bastante fuerte, pues a pesar de que las bastas y ricas extensiones territoriales en el nuevo mundo convertían a España en potencia mundial, lo cierto es que el imperio enfrentaba una desorganización en su estructura. El poder excesivo de los virreyes, la falta de visión de estado, así como la descontrolada corrupción existente en el aparato gubernamental de la Nueva España había provocado entre otras cosas, la pérdida temporal de algunos territorios en el nuevo mundo a manos de la corona inglesa.

Esta situación fue identificada rápidamente por la casa borbónica que recién tomaba la corona española después de la muerte de Carlos II, último rey de la Casa Austriaca (Habsburgo), por lo que influidos por las ideas de la ilustración promovieron los cambios que consideraron pertinentes para recuperar el control político y administrativo de las colonias americanas.

SI bien, las reformas comenzaron desde los tiempos en que Felipe V llegó al trono, podemos decir que las mismas no resultaron tan enérgicas e imponentes como se esperaba.

Las guerras con Inglaterra, así como los problemas de salud y repartición geográfica de la población en Nueva España vinieron a mermar de cierta manera los resultados del reformismo así como los cambios que se pretendían establecer en la más rica y productiva de todas las colonias americanas del Imperio Hispano.

Las reformas borbónicas cobran vital importancia para cualquiera que pretenda conocer una de las causas que influyeron de manera determinante en la detonación del movimiento de insurrección en la Nueva España que concluye con la Independencia y creación del Estado Mexicano.

DESARROLLO.

Los Borbones al llegar a la Casa Real Española encontraron un imperio bastante extenso y mal organizado. Por lo que fue imperante realizar las modificaciones a la estructura gubernamental que fueran necesarias a fin de corregir esa situación.

Estas reformas pretendían que España recuperara de alguna forma su poderío económico, político y bélico. Las reformas se basaron en el pensamiento ilustrado cuyas características principales eran la confianza en la razón humana, el descrédito de las tradiciones, la oposición a la ignorancia, la defensa del conocimiento científico y tecnológico como medios para cambiar el mundo y la búsqueda de soluciones para los problemas sociales con base en la razón. (ESCALANTE GONZALBO, 2010, pág. 113)

Para Felipe V resulto muy complicado establecer todos los cambios requeridos en la Nueva España, pues carecía en principio de cuentas de un diagnostico general y concreto que le permitiera saber que acciones debían tomarse primero. Fue por esto que decidió enviar las llamadas tres visitas (1710-1715; 1716 y 1729- 1733) las cuales iban dirigidas a personas e instituciones a fin de poder determinar cuáles eran los frentes abiertos y puntos rojos de la administración virreinal.

Uno de los principales problemas radicaba en la poca o muy baja recaudación de impuestos por parte de los virreyes, que en la mayoría de los casos preferían arrendar los derechos del cobro de alcabalas (impuesto de traslado de un producto de una región a otra) a particulares lo que provocaba fuertes pérdidas para la hacienda real. Al final en 1732 se logra un pequeño paliativo al centralizar las rentas, es decir, que las alcabalas ya no serían rentadas al mejor postor. (ESCALANTE GONZALBO, 2010, pág. 118)

Sin embargo, a pesar del esfuerzo hecho por Felipe V, las reformas borbónicas no tuvieron gran auge sino hasta los gobiernos de sus sucesores Carlos III y su hijo Carlos IV quienes emprendieron de manera sistemática, concreta y plausible todas y cada una de las reformas que permitieron al Imperio Español acrecentar sus riquezas.

Con la ocupación inglesa de La Habana en 1762 y ya con Carlos III como monarca español, fue necesario acelerar los cambios que tuvieran que ver con la consolidación de una buena defensa de los territorios continentales de la Nueva España y de los dominios españoles del Caribe.

Fue así que se buscó eficientar la administración de la Hacienda Real de La Nueva España, por lo que se le encomendó la tarea a José de Gálvez para que hiciera las visitas necesarias y reformara las cosas que considerara prudentes a fin de generar los recursos que la situación reclamaba ante el inminente peligro que representaba el imperio británico.

José de Gálvez fue uno de los servidores públicos al servicio de la casa real, que mas aportaron a la causa reformista de los borbones, pues al llegar a la Nueva España el tenía dos encargos que debía cumplir a como diera lugar: incrementar la riqueza del erario novohispano y prevenir abusos y dispendios para la mejor administración de las rentas. (ESCALANTE GONZALBO, 2010, pág. 119)

Por lo que para cumplir con la tarea encomendada comenzó con pequeñas pero muy bien pensadas acciones, monopolizó la producción del tabaco que se vendía en forma de cigarrillos y que a la postre fue una de las industrias que

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