Platón y La existencia del ser Humano

El estudio constante por parte de los griegos respecto al cosmos los llevó a preguntarse por la proviniencia del ser humano. Platón decía que la concepción del hombre radica en el alma. Él separa el alma del cuerpo planteando la teoría de la dualidad de esta, posicionando al alma como algo superior al cuerpo puesto que esta es nuestra esencia y es quien nos hace quienes somos. El cuerpo es algo mortal, sensible y sujeto a cambios. En cambio, el alma es racional  existiendo en el mundo de las ideas, completamente afín a lo divino. Para comprender mejor este cuestionamiento, pongamos como ejemplo un perro muerto, cuando en realidad no vemos un perro muerto, estamos viendo el cuerpo de un perro que ha muerto dado que al morir el alma se despega del cuerpo al momento de morir. Ese cuerpo pasa a ser un perro cualquiera, sin identidad.

Platón divide el alma en tres, componiendose esta por el alma racional que se encuentra en nuestra cabeza; esta parte del alma conecta con la lógica y la toma de decisiones. La segunda alma se representa con torso y se le denomina como alma irascible siendo esta donde nacen los sentimientos. Y la última pero no menos importante se encuentra el alma concupiscible que se representa con los genitales y las piernas, y se encuentra lo malo del ser humano, el instinto ya sea lo sexual, las ganas de ingerir drogas y de beber alcohol, en fin, placeres. Platón decía que para vivir una vida plena, cada alma debía actuar de acuerdo a su virtud; la virtud del alma concupiscible es la templanza siempre y cuando actúe con moderación, el alma irascible su virtud es la fortaleza ya que esta se somete a la razón y se necesita voluntad para obedecer y la virtud del alma racional es la sabiduría, ya que debería dirigirnos al camino más adecuado. ¿Todas las personas tienen igual de desarrolladas las almas? La respuesta es no, el desarrollo de cada alma depende de nuestras tendencias anímicas.

Cuando uno realiza una acción que no había hecho anteriormente, lo que estamos haciendo en realidad es recordar ya que nuestra alma es un recipiente que almacena ideas, y estas ideas son inteligibles y eternas. A esto se le denomina como reminiscencia, esto se debe a que la verdad es invariable y siempre es la misma, por esto no es propia de este mundo. Hay algo superior a nosotros que la dicta. Platón llega a esta conclusión porque le pregunta a un esclavo sin conocimientos previos de geometría cuál es la forma del cubo a lo que el esclavo le responde con el dibujo de un cubo. El esclavo logró dar con la respuesta del cubo dado que este conocimiento estaba implantado en su alma. Conocer es recordar.

Retomando lo planteado en el primer párrafo, en que el alma racional es afín a lo divino, el propósito de nuestra existencia está dado en que el hombre vuelva al estado de espíritu.

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