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Posmodernidad


Enviado por   •  5 de Junio de 2013  •  1.939 Palabras (8 Páginas)  •  220 Visitas

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REPRESENTACION, POSMODERNIDAD Y CREACION.

La posmodernidad definida como una categoría histórica comprende ese momento trágico que implican las consideraciones modernas en cuanto a la cultura, el arte, la colonización, y el punto primordial es la consagración del mundo como la totalización en cuanto a las formas de vida y desarrollo del conocimiento; esta época es en sí misma una crítica que se desarrolla en torno a lo anterior como revelación de una nueva fundamentación, que sin embargo representa el perfecto y preciso camino hacia lo “TOTALITARIO”.

La sensibilidad es una manera de percibir el mundo y sus fenómenos, la elevación del hombre a un estado superior (conocimiento), la modernidad nos expresa el ascenso de la razón como fundamento de la vida, lo venidero es la confrontación de la realidad existente con la crisis y la elaboración postergada de una nueva significación de la realidad del individuo como órgano de pensamiento; por eso lo contemporáneo abre el camino a todo tipo de pensamientos y creencias consolidadas en un grupo social en términos de expresar una liberación, exponer al individuo a construir su propio mundo, teniendo como punto de partida la nada existente; en ultimas la representación de que en el universo ya no somos nada, y que lo que podemos hacer es crear, pensar, existir cada uno en un mundo aparte de la nada y del todo. Las sensaciones significan la construcción de un nuevo pensamiento ahora intemporal y radical, el hombre se ve envuelto en la constitución totalizante y subjetiva, de lo cual se nutre y posterga su existencia en el tiempo y el espacio, como una definición ontológica de lo acabado y abstracto.

En esta abstracción se encuentra destruida la existencia de un yo como fundamento estético del mundo, la validez de la subjetividad sin una dialéctica corrompe el sentido y el afán del hombre por sobreponerse a la vida externa, en donde lo interno es percibido en términos de algo carente de realidad, de pronto una realidad virtualizada y reforzada en el hecho de que el experimento humano conduce a la pérdida del sentido y de su realidad “mimética” del modelo pasado.

La experiencia estética, lleva al individuo a experimentar la carencia de realidad, por un mundo de imaginación de mundos posibles, en donde se observa la limitación, finitud de lo exterior, que produce un encerramiento que constituye la verdadera realidad inmediata, proyectante, ambigua de signos, representaciones múltiples y a la vez carentes de sentido, todo se evoca por que el hombre es capaz de imaginar; todo tiene un significado, dado por el sujeto observador en su proceso de reconocimiento no de su mismidad sino de la extrañeza de lo externo como lo no natural sino hacia una revelación de la perpetuidad a modo de condición directa hacia el “presentismo”, una forma actitudinaria de una sociedad carente de vida que se nutre de una estética de la recepción, con la adopción de moldes y la ruptura de la relación ontológica. Claramente se observa que esta estética está definida por un carácter mutativo que degenera y se recrea en el” valor de uso” como fenómeno de “globalización”.

El hombre se enfrenta a un problema epistémico-ontológico, cuyo trasfondo es el nivel social en términos de régimen y estabilidad; no es fácil definir al hombre en medio de lo que se destruye, no permite la exploración ni tampoco la identificación del individuo, como individuo sin experiencia de belleza, en términos de la transformación ahumana apostergada al reflejo próximo patente del medio inevitablemente enfrentado entre la verdad y la representación, en donde lo superficial es la condición de hombre en el mundo.

Lo inmediatamente real está en búsqueda de su motor de la realidad, representada en la apertura de un precepto a un modelo de ininteligibilidad, que el hombre deviene con el mismo motivo, carente de sentido y consonancia, que le sugiere una manifestación del espíritu de lo bello en tanto el individuo vive en sí mismo y se consume, su vida es la reiteración de la búsqueda, la búsqueda es la reiteración de su existencia, en el centro del universo nada es visible, lo soberano se sobrepone, el estratega busca su salvación en términos de descanso de la fuerza de las distancias entre el ser real y el ser poder. Que al respecto se remitirán Hardt y Negri:

“La forma y las estrategias del racismo imperial contribuyen a revelar el contraste que existe entre soberanía moderna y la Soberanía imperial en muchos otros aspectos”

Al remitirnos al momento del ascenso del poder hegemónico, en la que se muestra, la violencia del existir como ente de dominación que vulgariza las diferencias particulares, las separa de la margen ética de la sociedad, en términos de recreación de la teoría del momento, su permanencia, el individuo, su constancia y su devenir envuelto en la realidad no real que al encarnar su verdadero carácter humano-individual se desborda hacia la anulación del mismo en medio de la ruptura heterogenea que gobierna, o lo que Lyotard presentara como:

“La destrucción de la identidad cultural se da por la dependencia servil

Colonial o imperialista”

Lo moderno y lo post, son solo formas mínimas de lo que soluciona el proceso representativo. De esta manera, lo humano sufre aún más en esta condición, no solo es un superposición de términos es una violencia correlativa que golpea una y otra vez al individuo condicionado a seguir siendo lo que debe y no lo que quiere, en términos de una ética que más allá de lo moral y lo meramente subjetivo-absoluto, denigra su posición y degenera la marca de legitimidad, prospección en la medida en que integra su medio y es esclavo de sus determinaciones como la vaciedad de la norma empírico-practica que designa sus acciones mediatas como la proximidad de lo

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