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Postulados filosóficos de la humanidad


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2022  •  Biografías  •  1.349 Palabras (6 Páginas)  •  60 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.

Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”.

San Juan de los Morros, Edo. Guárico.


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Postulados filosóficos de la humanidad

Los postulados son proposiciones que permiten desarrollar juicios lógicos. Para la filosofía, son expresiones que no pueden demostrarse a partir de la teoría, pero que deben ser admitidas para entender algo.

Desde la antigua Grecia, la filosofía ha estado en los fundamentos de la medicina. Aunque parezca que ambas persiguen fines muy diferentes, son complementarias en los esfuerzos por el bienestar humano: la medicina plantea diversos problemas que no puede resolver con su metodología específica, en los que la reflexión filosófica es de gran valor.

Algunos postulados filosóficos relacionados con la humanidad son los siguientes:

Sócrates y el hombre ético:

Sócrates fue uno de los principales filósofos en aportar a la medicina: Este sabio, nacido en 470 A.C., magnifica la función de la razón y afirma poder llegar a la verdad mediante la argumentación correcta (ética) que, necesariamente, debe emerger de un correcto comportamiento. De este modo, él afirmaba que la realidad está constituida por las buenas costumbres, incluyendo la serenidad; una vida de pureza e integridad; y la ausencia de egoísmo en la sociedad. Sócrates fue condenado a muerte debido a su manera de pensar, dejando su legado: el médico, bajo la actitud socrática, debería expresar generosidad con su actuar y agrandar su capacidad de sacrificio, entregando a sus pacientes tiempo, conocimientos y comprensión infinita a sus dolencias.

Platón y la realidad imaginaria:

Llamado en verdad Aristocles, el filósofo Platón fue discípulo de Sócrates. Para Platón los sentidos no pueden mostrar la “realidad ideal” o “mundo de las ideas”, como la llamó, sino únicamente el mundo fenoménico, que es solo una pobre representación de esto. Según él, por esta razón, los sentidos no son confiables y no alcanzan la profundidad del alma (lugar donde se encuentra resguardado el “mundo ideal” o verdadera realidad).

En relación a la medicina, el médico debería conocer el “alma” del paciente para comprender su verdadero ser, las raíces de sus quejas, y su propia visión del mundo.

Aristóteles y la metafísica:

Discípulo de Platón, Aristóteles es el más científico de los filósofos atenienses. Su metafísica no es necesariamente un paso “más allá de la física”, como podría entenderse. Más bien es como una metamorfosis en la que el hombre pasa sucesivamente por diferentes “formas”, cada vez mejores, integrando mente y cuerpo. Mediante la “potencia”, el ser racional asciende cada vez más hacia el estado de perfección, cambiando siempre estas formas hasta alcanzar aquella de la verdadera felicidad. Es el hombre completo o realizado, como el médico que aspira constantemente a cumplir un sueño complejo, repleto de ideales y de logros finales.

Agustín de Hipona y el libre albedrío:

Más conocido como San Agustín, nacido en Tagaste (Algeria) en el siglo IV, afirma la existencia del alma como fuente de la vida. Según él, el alma viene de Dios y en ella vienen incorporadas las virtudes o atributos de la perfección de la divinidad; destacando la tolerancia y la justicia, perfecciones donadas por Dios al hombre que, en última instancia, es libre de escoger su camino; puede optar por las virtudes, por las enseñanzas de Dios, o decidir otro camino. En consecuencia, el hombre tiene “libre albedrío” para decidir su comportamiento y “queda en libertad” para optar por lo que mejor le parezca.

Descartes, valor del pensamiento y el mundo mecánico:

El francés René Descartes, en el siglo XVII, se pregunta qué es lo verdaderamente real en la existencia y en el mundo mental. Descartes resulta ser trascendental porque habla de la dualidad cuerpo-alma en el ser humano, colocando la razón en la parte anímica y sosteniendo al mismo tiempo que los procesos corporales son mecánicos. Es decir, el mundo está constituido por una infinidad de partículas en movimiento constante y los fenómenos resultan ser automáticos. Dios es la primera causa de todo, el primer impulso que pone todo en movimiento, pero luego el funcionamiento depende de las leyes naturales, aunque Dios siga siendo la inteligencia suprema y vigilante. Descartes queda así vinculado al pensamiento racional, y al mismo tiempo su concepción mecanicista del mundo lo vincula al positivismo científico.

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