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Problema Humano: La Dificultad Para Conocernos Y Amarnos


Enviado por   •  12 de Marzo de 2013  •  1.284 Palabras (6 Páginas)  •  478 Visitas

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ENSAYO

“There are so many voices out there telling you who to be, how to act, what to do.”

He aquí la madre de los problemas que habitan en la sociedad, aquellos que nos agobian día con día, aquellos que nos muestran la belleza, aquellos que impiden, aquellos que matan, aquellos que nos hacen humanos.

¿Que cada día en las noticias observas problemas cada vez mayores? ¿Acciones que nunca imaginaste que algún individuo de la especie humana fuese capaz de realizarlas? ¿Dolor y más dolor que te llevan a un sentimiento fugaz de “valorar lo que tienes” olvidándolo recién apagas el televisor para dar inicio a tu rutina del día? A mí me pasa todos los días y seguro a ti también.

Nacemos siendo animales salvajes, animales sin las “cualidades” que trae lo civilizado y la ciencia más que la expresión libre y sincera de los sentimientos y los actos para cubrir las necesidades básicas. Somos seres inteligentes relativamente, pero la inteligencia no es un don sagrado, como muchos creemos, la inteligencia es la única arma que tenemos nosotros los primates. Nacemos siendo naturales y con la facilidad de amar nuestro ser. Y desgraciadamente nos separamos del mundo físico convertidos en un lienzo de aportaciones muchas veces ajenas a lo que en verdad somos y que no queremos ser.

No estoy en contra de los avances tecnológicos de la ciencia, ni de las creaciones e inventos que vienen a formar parte de nuestra vida año con año. Somos seres creativos y la vida se describe mediante el arte, el cual da forma y hace visible nuestras emociones, la emoción sin el deseo… Lo que si me llena de nostalgia, es la visualización de un mundo, de una vida, de un hoy en el que lo ajeno a nuestra especie, aquello que se perdería en un naufragio no fuese lápiz que escriba en nuestro verdadero yo, no fuese una manera de describir lo que somos, una parte de nosotros, tan importante y tan dependiente como una extremidad o un sentimiento. Nacemos siendo hombres de bien. Y al vivir, hacer el bien es tan libre como el simple hecho de respirar.

La falta de esperanza, el afán de hacer de nuestra vida una ilusión o sufrimiento inútil, la inseguridad el pan de cada día, la desconfianza, el odio, la injusticia, la paz con uno mismo, la tranquilidad, la amistad… y todo aquello que rige nuestras vidas, que está en nosotros y que regresamos al mundo, no es más que producto de cómo realmente nos relacionamos con nosotros mismos.

Nuestro desconocimiento personal nos lleva en ocasiones a ser injustos con los que nos rodean, cargando sobre ellos nada más que nuestros propios conflictos internos o existenciales. Cuando no nos conocemos es muy fácil o casi automático el proyectar sobre los demás lo que está fuera de lugar dentro de nosotros. Y quizá nos sorprenda la cantidad de cosas y pensamientos que no son verdaderamente nuestros, sino reacciones y pinceladas falsas o postizas que creemos “debemos” sentir y de las que obtenemos el mayor sufrimiento.

“Conócete a ti mismo y conocerás a Dios” es una expresión ya muy antigua pero realmente cierta. Nuestro camino espiritual lo hacemos con lo que somos y desde lo que somos. En mi opinión el ser ateo denota más que un sentir de intelectualidad o de descernimiento en todo lo sobrenatural; el ser ateo puede deberse al ya ocupado sentimiento de pertenencia existencial, de fe o de divinidad por otro sentimiento en uno mismo, como egocentrismo, amor, odio o cualquiera que pueda llenar ese espacio de la fe en Dios.

Si no nos encontramos con nosotros mismos, con todo lo humano, difícilmente podremos llegar a un verdadero encuentro con Dios. Entrar en nosotros mismos, acceder a nuestro verdadero yo, darnos un tiempo en paz y armonía para conocernos, nos ayuda a tener relaciones positivas con

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