Quinto Habito

EL CAMBIO COMO UNA OPORTUNIDAD, NO COMO UNA AMENAZA:

DEL MODELO DE ORGANIZACIÓN FUNCIONAL AL MODELO

DE GESTIÓN POR PROCESOS

A través de la historia organizacional de las empresas en todo el mundo, se han venido presentando unos cambios que reestructuran por completo la concepción jerárquica que se ha mantenido durante muchos años. Hoy, en una época de globalización se hace indispensable poner un pie adelante en la vanguardia del modelo organizacional de las empresas, ejerciendo una transición del modelo de organización funcional al modelo de gestión por procesos.

Durante siglos, se ha mantenido la idea del modelo de organización funcional, basado en una marcada jerarquía donde solo toman decisiones unos pocos, es decir, los que se encuentran más arriba de la estructura jerárquica; el resto, lo único que hace es obedecer sin tener voz ni voto sobre lo que se podría mejorar a sabiendas de que son los operarios los que mas conocen los procesos de producción por mantenerse en contacto con ellos. Este modelo sin a lugar a dudas ha traído buenos resultados pero a su vez se han detectado falencias dentro del manejo interno de los objetivos de la empresa. Éste modelo, involucra una marcada jerarquía de mando que sin lugar a dudas genera una falta de comunicación al interior de la empresa, lo que se conoce como departamentalización, haciendo que cada quien cumpla con sus objetivos específicos pero sin trabajar en conjunto hacia la consecución del objetivo final.

En la actualidad surge un nuevo modelo que rompe con los paradigmas de la jerarquía como tal, conocido como modelo de gestión por procesos. Este modelo es difícil de implementar en las diversas empresas debido a la concepción tradicional que ha mantenido durante siglos. Las empresas continúan arraigadas a esta convención enmarcada en el mando, y en muchas ocasiones las personas que están a la cabeza de la empresa no están dispuestas a perder su “poder” para compartirlo con todo el personal. Éste pensamiento a mi parecer se da principalmente en países en proceso de desarrollo, donde no toman los cambios como una oportunidad hacia el progreso sino que lo ven como una amenaza, esta transición es difícil de darse allí debido al aspecto social y cultural principalmente.

Al comparar éstos modelos se encuentra que sin lugar a dudas ambos tienen como objetivo primordial aumentar la competitividad, pero en muchas ocasiones ésto se ve obstaculizado por la concepción que se tenga de ella como tal, ya que históricamente la competitividad se ha definido básicamente en los parámetros del que produzca mayor número de piezas, sin tomar en cuenta que de acuerdo a las expectativas de los clientes, se basa ya en el conocimiento e innovación. En el modelo de organización funcional no aparece involucrado directamente

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