RESPONSABILIDAD SOCIAL

En la actualidad, en un mundo tan inmensamente competitivo y globalizado es muy común observar que cada uno de los seres humanos se centre única y exclusivamente en el “yo”, lo cual indica que poseemos en gran o poca medida señales de egocentrismo en nuestras vidas, cuya definición según la Real Academia Española es: “Exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de la atención y actividad generales” ; lo cual genera que no nos detengamos ni un solo segundo a ver, analizar y transformar la realidad en la que nos encontramos inmersos y por ende que la mayoría de los actos que suceden en nuestro entorno sean invisibles ante nuestro ojos. Pero, ¿A qué se debe este tipo de comportamiento en los seres humanos?, ¿Acaso la ética, no se manifiesta en este aspecto de nuestras vidas?

En lo personal, no debo detenerme mucho a pensar la respuesta de los anteriores interrogantes; este tipo de comportamiento surge a partir de la necesidad que todos o la mayoría de nosotros tenemos por sentirnos “Únicos”, “Mejores”, “Perfectos”, es por esto que podemos adoptar actitudes en la cuales consideremos que solo nosotros tenemos la razón frente a algún tema, y que nunca estamos propensos a cometer ningún tipo de error o equivocación.

En lo referente a la ética, es evidente que está presente en todos los aspectos de nuestra vida, puesto que es aquella que nos ayuda a discernir en cómo debemos actuar frente a los distintos escenarios que se nos presenten en nuestra vida; en cuanto a la problemática objeto de estudio, la responsabilidad social es el eje central, debido a que es aquella que promueve un sentimiento de colaboración conjunta entre todos los seres humanos para que estos vivan de manera óptima en todas las circunstancias a las que no encontremos sometidos.

La responsabilidad social individual se define como: “Conducta ética del ciudadano para consigo mismo y con su entorno, y va mucho más allá del cumplimiento de las obligaciones legales, está relacionada con nuestra actitud en el hogar, con nosotros mismos, con nuestra familia, con nuestros amigos, con el ambiente, con el trabajo, con nuestros vecinos y con la sociedad” . En resumen, es aquella que determina la actitud que asumimos frente a los hechos que suceden en nuestro entorno, lo cual indica que el ser humano está íntimamente relacionado con su semejante y con lo que suceda a su alrededor incluyendo aspectos que puedan ser muy pocos relevantes para la vida de nosotros.

En lo concerniente a este tema, Albert Camus en su libro La Caída menciona la siguiente frase: “Guerra, suicidio, amor, miseria…, por supuesto que les prestaba atención cuando las circunstancias me obligaban a ello, pero de una manera cortés y superficial” ; lo cual nos lleva a la siguiente reflexión ¿Qué circunstancias me obligan a ver y analizar mi realidad?, no hay circunstancias simplemente todo lo que sucede a nuestro alrededor nos debe importar, no podemos ser insensibles frente a lo que le suceda a los demás.

Pero, es muy poco probable que el ser humano desarrolle este sentimiento de un momento a otro y olvide sus señales de egocentrismo, por cual se sugiere: “educar y formar en civismo, es decir, ir haciendo a los individuos desde niños o jóvenes unos buenos ciudadanos, entendiendo esto último como el hacerlos conscientes de la importancia de tener un comportamiento adecuado en la sociedad en que viven.” ; lo cual explica que es un sentimiento adquirido a partir de la formación en temprana edad, la cual genera a futuro un pensamiento colectivo y beneficioso para todos.

Asimismo, Sandra Mateus en su artículo Responsabilidad Social Individual, un tema de todos presenta una frase que me llama mucho la atención la cual se relacionado fue la siguiente: “Aplicar la Responsabilidad Social Individual significa ser personas conscientes de los valores y principios que rigen su vida y sus decisiones, siempre a favor no solo del bienestar propio, sino colectivo” . Dicha frase, nos indica que para aplicarla, debemos poseer valores bien definidos los cuales nos ayuden a tomar las decisiones pensando en el otro y no solo en nosotros mismos.

Dicho planteamiento mencionado anteriormente, es complementado con otra frase del libro La Caída “Todo hombre es testigo del crimen de todos los demás, esa es mi fe y mi esperanza” , lo cual aplicado a nuestra vida diaria quiere decir que todos observamos lo que sucede a nuestro alrededor pero que por diversas situaciones no hacemos nada, somos indiferentes, somos ciegos frente a los problemas de los demás, y solo actuamos si estos problemas nos afectan a nosotros, sin embargo existe una posibilidad la cual se basa en pensar colectivamente y no individualmente.

En conclusión, el ser humano es egocéntrico de una u otra manera, y este egocentrismo lo conlleva a ser insensible frente a las situaciones que se desarrollan a su alrededor debido a que no lo afectan directamente, en consecuencia su sentimiento de responsabilidad social es nulo; lo cual lo imposibilita a pensar colectivamente.

Por lo cual, la invitación es a que iniciemos un proceso de transformación orientado a fortalecer nuestros valores, los cuales nos ayuden a tomar las decisiones correctas cuando nos encontremos expuestos a situaciones dicotómicas bajo la premisa del bien colectivo y no del bien individual, lo cual generaría una responsabilidad social en alto grado y por ende una mejor calidad de vida para la sociedad en todos los aspectos; dicho proceso de transformación debe ser iniciado desde temprana edad en los establecimientos educativos y en los hogares.

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