Reseña El mundo de Sofia

Introducción.

“El mundo de Sofía” es un libro escrito por Jostein Gaarder, que trata de responder a preguntas como: ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Existe el libre albedrío o estamos determinados por el destino?, donde nos adentra a la historia de Sofía, una niña que está a punto de cumplir 15 años, que tiene muy poca comunicación con sus padres, por un lado, es incapaz de dialogar con su madre de temas serios sin que piense cosas raras sobre ella, mientras que su padre siempre está fuera de casa, trabajando. En cada uno de los capítulos Sofia va conociendo a los autores y las ideas más importantes de la historia de la filosofía desde sus inicios hasta nuestros días. Este libro se divide en 21 capítulos y cada uno de ellos nos adentra a la filosofía de una forma entretenida, a las introducciones de los grandes filósofos de la historia, a sus posturas, pero también a las críticas de estas, ejemplos cotidianos y reflexiones por parte de los personajes.

Desarrollo.

Un día, al regresar de su escuela Sofía encuentra en su buzón una nota en la que puede leer: ¿quién eres?, esta es la primera vez que Sofía se cuestiona a sí misma sobre quien es, más tarde, recibe una segunda carta preguntándole ¿De dónde viene el mundo?, estas son las primeras cartas de las muchas que recibe. Sofía no deja de pensar tratando de encontrar esas respuestas que le parecen imposibles. Pasan unos días y llega una tercera carta, pero esta vez dirigida a Hilde Moller Knag, a quien no conoce de nada y hace que todo le parezca aún más extraño.

Sofía recibe una nueva carta donde le hablan de Filosofía y de un curso sobre esta materia que iba a estar recibiendo en forma de cartas. Así es como Sofía comienza un curso de filosofía a distancia impartido por un misterioso profesor. El curso comienza con una carta en la que se compara filosofar con la curiosidad, la imaginación y el asombro de un niño.  La siguiente carta introduce a Sofía en la Historia de la Filosofía, comenzando por los mitos. Menciona que en la Antigüedad la única manera que las personas tenían de explicar ciertos fenómenos era mediante los mitos. Sofía entiende pues que la labor de un filósofo es encontrar respuestas, y que en su momento los mitos eran la solución para explicar los fenómenos de la naturaleza.

El curso continúa y Sofía comienza a aprender sobre los filósofos griegos y su intención de encontrar explicaciones a los fenómenos naturales, Los primeros filósofos sobre los que hablan las cartas eran Tales, Anaximandro, Anaxímenes, la escuela de Mileto, Parménides, Heráclito, Empédocles y Anaxágoras. Sofía se da cuenta de que la Filosofía le empieza a gustar porque consiste en pensar y no solo en estudiar y memorizar. En su siguiente carta, se le plantea una nueva pregunta a Sofía que la introduce en las ideas de Demócrito.

Sofía, tras recibir nuevas preguntas, decide enviar una carta a su maestro para aclarar sus muchas dudas. Sofia reflexiona sobre cómo, en la actualidad, muchas personas siguen creyendo que hay situaciones que son fruto del destino.

Sofía siempre había pensado que su maestro era también quien depositaba las cartas, por lo que estaba obsesionada con saber quién era el misterioso profesor. Ante esto, en una carta es el propio maestro quien le dice que su mensajero es su perro. Además, también le revela su nombre: Alberto Knox. El curso continúa ahora explicando a los filósofos de Atenas, que se centraron en el ser humano y no solo en la naturaleza. Sofía conoce así la historia de Sócrates, el primero en establecer que el diálogo era el mejor modo de llegar al verdadero conocimiento. Platón continuó con esta idea de que hablando y preguntando es como realmente se aprende. Sócrates siempre iniciaba una conversación manteniendo su famoso “Yo solo sé que no sé nada”, ya que consideraba que él no era sabio, sino que estaba en constante aprendizaje.

Sofía recibe por primera vez un vídeo en lugar de una carta. En este vídeo su maestro le ensaña la antigua Atenas y su Acrópolis. Las clases continúan hablando de las civilizaciones indoeuropeas, que eran politeístas y acostumbraban a representar a sus dioses. Creían que la historia sucedía en ciclos y que el alma de reencarnaba.

Alberto Knox cita a Sofía en una iglesia y acude vestido de monje. Allí le explica todo sobre los filósofos cristianos, para los que la religión era el motor y la explicación de todo. Sofía le habla a una de sus amigas sobre el maestro, pero no le hace mucha gracia y le parece peligroso. Al final de la clase, Alberto Knox se equivoca y llama a Sofía “Hilde”.

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