Retos Y Desafíos De Las Universidades Latinoamericanas
dimar_1728 de Mayo de 2014
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RETOS Y DESAFÍOS DE LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN
Autor: Msc.Onelia Diez Valladares
Comercio internacional
1. Desarrollo
La globalización económica llevó a la reducción del estado de bienestar y condujo a la exclusión social. Las transformaciones del mundo globalizado han llevado a la aparición de una nueva cultura en la que las personas están cada vez más lejos del poder y sienten una creciente indiferencia por las instituciones de la sociedad que se desmoronan y ven individualizado su trabajo y sus vidas .
En estas circunstancias, la matriz societal de los últimos cuarenta años comienza a diluirse. Hoy se asume un nuevo tipo de sociedad en la que lo único que le da sentido a esta es el mercado. Están surgiendo nuevas situaciones de desigualdad, pobreza, marginación. Se está dando un nuevo sujeto sin derecho que no reconoce el derecho del otro y atenta contra él, porque es negado por la sociedad.
Están surgiendo nuevos actores sociales que solo se guían por el presente, no importa el pasado ni el futuro. Así, el hombre ha ido conformando el mundo más y más en un campo de fuerzas a su servicio, donde las estructuras se violentan. En este contexto se atribuye un papel fundamental a los intelectuales como agentes sociales del mundo, desde la perspectiva de los intereses de clase.
En medio de este contexto existe un sistema educativo al que le sobran discursos y que en el mejor de los casos, prepara el trabajo pero carece de acciones eficientes para formar a hombres comprometidos con la vida. Esto motiva la evolución de la universidad al debate actual.
Pero, la incorporación de la Universidad al debate posmoderno provoca la necesidad apremiante de una reflexión a la luz de los nuevos tiempos que transcurren, donde se habla de la "Pérdida del sentimiento trágico de la vida universitaria". Se manifiesta una atmósfera negativa en contra de la centralidad de una institución, que hasta hace poco tenía un lugar social privilegiado de la realización del programa de libertad y felicidad para todos, por albergar en su seno al sujeto ilustrado de la modernidad.
De marchar la sociedad como estaba previsto, las universidades se convertirían inevitablemente en centros privilegiados de producción y difusión del saber transformador universal, donde el conocimiento científico–técnico ocuparía un lugar cimero. Así las universidades se debían convertir en el laboratorio social desde donde se elaborarían y se ejecutarían todos los proyectos democráticos desarrollístas que entraban a manifestarse en toda la América Latina en el pasado siglo XX.
Hoy por el contrario nadie cree que la Universidad vaya a conducir a algún cambio revolucionario, sino que hay fuertes dudas de su participación en el proceso de modernización más elemental que debe realizar la sociedad para no quedar totalmente desincorporadas del proceso de globalización. La crisis encuentra una profundización que se puede resumir básicamente en un objetivo central: liquidar la posibilidad de la educación superior estatal y, con ello, impedir que la universidad pública se consolide y desarrolle como la única vía que tienen vastos sectores de la población para acceder a la formación y al conocimiento de nivel superior.
Las universidades públicas son del estado y en opinión de los gobiernos son innecesarias, precisamente porque la iniciativa privada puede cubrir o debe cubrir el servicio de la educación superior, y esto mismo ocurre con la salud, la vivienda y los servicios públicos, sectores que tienen influencia principal sobre la vida de la mayoría de la población del continente. La privatización de las universidades es la forma de limitar o negar el ingreso de la mayoría de la población al nivel superior de la educación.
Esta problemática ha llevado a que las universidades públicas latinoamericanas vayan perdiendo gran parte del espacio que ocupaban en el seno de la sociedad continental. La situación de la educación universitaria, al igual que el conjunto del sector educativo, hoy presenta una crisis acumulada que es producto de la aplicación de una política muy definida desde hace muchos años para la educación pública en general y en particular para la educación superior y han terminado por hundirse en la quiebra institucional debido al papel del estado actual de las políticas macroeconómicas de ajustes estructurales, dentro del proceso mundial de globalización, que exige de una mayor calidad. La Universidad pide evaluarse a sí misma para enfrentar la amenaza del entorno donde se encuentran sometida a una severa asfixia presupuestal, a un control violatorio de la autonomía universitaria y a un régimen de indicadores que desestimula la investigación y pretende eliminar los derechos laborales de los docentes universitarios.
El sistema de enseñanza actual es tan "racional" que está pensado más en función de las materias que ha de dominar el estudiante que en función del estudiante mismo. La dificultad está en el proceso que se hace de la crítica que no se fomenta en los sistemas de educación formales. No se fomenta en los procesos creativos porque es más fácil entenderse con la seguridad de lo conocido, que aventurarse a buscar las cadenas artificiales que se crean los propios académicos.
Hay un claro y muy evidente abandono sistemático e histórico por parte de los gobiernos en términos financieros para apoyar iniciativas de investigación, de ciencia y tecnología al interior y por fuera de las universidades.
Aquí radica precisamente la esencia del problema actual en comprender: ¿cómo enfrentan las Universidades Públicas esa pérdida del espacio, qué retos tienen que vencer, cómo van a dar solución a cada uno de ellos?
Se plantea que la Educación Superior Pública es el principal factor de movilidad social de pueblos, que "tienen un papel estratégico en su capacidad para generar conocimientos e innovaciones tecnológicas, como inductoras del desenvolvimiento nacional"
Son ellos los que se dedican, en mayor parte, a explorar el desenvolvimiento tecnológico de los países del área, función, que hoy más que nunca, está íntimamente ligada al progreso económico y social de naciones. Las Universidades Públicas dan un cúmulo grande de información cultural, social, económica, donde realmente se forma una visión verdaderamente amplia de los pueblos, "dan un impacto social y estratégico importante ".
Se dice que la Educación Superior es una actividad que genera beneficios particulares, los usufructuarios tienen que asumir no sólo las ventajas sino también los costos que implica dicha actividad. Para la Universidad Privada este es un problema muy conflictivo y de eficiencia de la gestión especialmente para los estudiantes, pero lo que si está claro es que las pensiones no solucionan el problema porque los montos a recaudarse no serían muy significativos, además, porque discriminarían a los más pobres.
La forma utilizada de financiar todas las instituciones de Educación Superior por el estado ha sido paternal; y desvinculada del criterio de evaluación de calidad, equidad y eficiencia de la gestión. Para que ella pueda efectuar una contribución importante al progreso de la sociedad y el estado, debe comprender que financiarla no es una carga para los fondos públicos, más, es una necesidad nacional a largo plazo, para acrecentar la complejidad económica y el desenvolvimiento cultural y social.
Las Universidades desempeñan un papel fundamental en cualquier perspectiva de desarrollo del país, tanto para América Latina como para el mundo. Tienen que enfrentar estos retos, desafíos y problemas e integrar enfoques diferentes, dada la diversidad de contextos económicos, políticos y sociales en que está inmersa la Educación Superior en esta región. La educación superior debe ser capaz de responder a las necesidades de la sociedad en el siglo XXI.
Es necesario por tanto, colocar las instituciones de Educación Superior a disposición de los gobiernos, como agentes activos que formulan e implementan la política en general, y en particular las políticas de educación, ciencia y tecnología.
En este contexto, abordar la problemática de la sociedad de manera conjunta por los académicos de las diversas disciplinas no constituye meramente un ejercicio académico. "Colocar en el centro del discurso político esta preocupación implica dejar de asumir la política como acto de los grandes hombres para enmarcarla en la lucha histórica de los movimientos sociales"
La globalización, por tanto, atendiendo a lo planteado antes, es una realidad por cuanto hoy en día la integración, las finanzas y la información están creando una cultura y un mercado global único. Nos encontramos en lo que Friedman llama " un tren sin freno ".
Vemos como en materia educativa, a escala global con respecto a otros campos de la sociedad, los síntomas aglutinadores de esta pandemia mundial son menos alarmantes, América Latina "solo participaba con el 2 % del total mundial de inversiones en Ciencia y Tecnología, diez años más tarde baja a 1%, mientras que Asia subía de un 15% a un 21%". Esto se redujo ya que América Latina llegó a gastar a fines de esa década un monto fiscal promedio por alumno matriculado en la enseñanza superior menos que en todas las regiones del mundo.
Hoy la vida académica en cualquier universidad latinoamericana, tanto privada como pública no hace más que debatirse entre "el oportunismo teórico-ideológico", como ejercicio del pensamiento académico de vanguardia, la modorra intelectual y una necesidad de reproducir todas las estructuras existentes",
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