Teetetes o de la ciencia

Universidad Autónoma del Estado de México[pic 1]

Facultad de Ciencias de la Conducta, Licenciatura en Educación

Epistemología y ontología

                        Jair Merced González

Teetetes o de la ciencia

Si por seres imaginarios^[1] me refiero a una analogía de pensamiento, también el saber tendrá una relación con la falsa modestia^[2].

El planteamiento filosófico que se hace en este diálogo de platón para definir el conocimiento a través de un dialogo reconstruido por un personaje (Euclides) que rescata de una conversación entre el geómetra Teodoro (Un maestro de matemáticas) que elogia a su alumno Teeteto (Un joven que será presentado con Sócrates) y Sócrates, me deja pensando que se plantea un problema y termina en una incompletitud epistémica, la retórica y dialéctica que presenta el dialogo de platón constituyen la receta para la explicación de la cuestión: ¿Qué es el saber?.

La forma de la conversación me parece tan fascinante por la exactitud que se pudo tener al querer trasmitir esa idea o concepto que concibo como sugestión solo para plantear la anterior pregunta y cómo a través de su método socrático pone a prueba el pensamiento del joven (que considero lo hacía para ver si su capacidad la cual era elogiada por Teodoro) era un pensamiento imaginario y falso o fecundo y verdadero ^[3] . Sin embargo, me atrevo a decir que para la cuestión tratada no se concreta una respuesta, para mí es más apreciable la forma del diálogo que las respuestas que se dan a preguntas quizá sin contestación particular así que me guiaré por mí percepción.

La explicación es comparecida con una percepción, pero esta presenta una propiedad superflua

Si bien sabemos que la explicación requiere de un juicio razonado y que concluya en la verdad, entonces debemos ser objetivos para exhibirla y no caer en la subjetividad porque de ser así estaríamos orgullosos de lucir nuestra propia ignorancia.

El Teeteto o de la ciencia creo que debe ser entendido como una caja fuerte que, para abrirse, es por medio de preguntas donde la combinación de palabras para formular cualquier cuestionamiento que llegue a surgir; es el bucle donde el camino se bifurca para saber si es correcta la pregunta o no. Si bien las preguntas las baso a mi manera de pensar (OJO que expongo mi ignorancia) lo que yo me cuestioné es: ¿quién está hablando?, ¿qué está diciendo?, ¿a qué se refiere?, ¿por qué lo dice?, ¿qué es lo que está recordando?, ¿qué sentido tiene?, ¿qué opinión tiene?, ¿por qué tiene esa opinión?, ¿a dónde quiere llegar?, y la última, pero no menos importante, ¿qué estoy entendiendo?

Este diálogo de Platón comprende una conversación rescatada dentro del mismo diálogo la cual girará en torno al saber, Sócrates con sus preguntas generalmente pide que se reúna una pluralidad en algo unitario, una sola cosa que dé instancias para concretar una definición. Sócrates comienza indagando en el joven y animándolo a responder pues hace uso de su capacidad de poner a prueba por todos los medios lo que engendra su pensamiento y en un punto de la conversación Teeteto se muestra inconcluso pues ya habido comentado sus saberes, la pregunta que había formulado a continuación Sócrates es, ¿Qué es el saber?, como si se tratara de un saber del saber, un conocimiento del conocimiento; metaconocimiento.

Parece ser difícil responder, aquí en este punto (repito) se aprecian muchas cosas cuando el joven presenta objetivos diversos mientras implícitamente por el método socrático solo se le pedía un objetivo simple, entonces Sócrates a través de analogías continua por alentar y Teeteto le dice que muchas veces ha intentado examinar esa cuestión al oír las noticias que le llegaban acerca de sus preguntas, pero no está convencido que pueda decir algo que valga la pena  ni ha oído de nadie que dé una respuesta en los términos exigidos por Sócrates (esta frase remite o da la idea de que Sócrates era conocido, ya había una fama^[4] que le precede y esta la podemos entender o encontrar en la apología de Sócrates^[5]).

Entonces Sócrates le cuenta algo personal que se daba por alto cuando se referían a él, era el hecho de que practicaba el arte de la partería (No sé si es correcto decirlo así). Sócrates le dice que sufre los dolores del parto^[6] aquí surge una analogía del arte que practica una partera en donde expone que, para que una partera asista debe ser estéril (o no debe estar embarazada, expongo ahora mi ineptitud) pues una partera no puede asistir si está engendrando un ser en su vientre para mí en lo personal lo que hace con esta analogía es presentar una falsa modestia^[7] o pretensión de superioridad, pero no por la expectativa controversial que hoy en día puede generar por una exclusión de género, ya que dice tener la experiencia de la partera y que es como una, pero él no puede engendrar a un ser físico y es más difícil lo que él hace, que es generar seres imaginarios y examina las almas de los que dan a luz pero no a sus cuerpos.

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