Tradición Aristotelica

TRADICION ARISTOTELICA

La tradición aristotelica es definida el estudio de los fines o propósitos de algún objeto o algún ser, auque por otra parte los Usos más recientes que se le han proporcionado a dicha doctrina, la definen simplemente como la atribución de una finalidad u objetivo a procesos concretos) que aclararan con qué fin ocurrían los fenómenos. Es decir es un naturalismo aristotelico que busca la felicidad llendo por el sendero de lo natural, de esta maneraLos seres humanos realizan acciones, con el objeto de alcanzar un solo fin: La felicidad, sin olvidar que se debe deliberar serenamente y elegir los medios mas convenientes y apropiados en la tarea de alcanzar la felicidad deseada, quien de esta manera actua según aritoteles: “ejercita la virtud de la prudencia. Quien elige pensando sólo en el presente y no en el futuro es imprudente. Por otra parte, el prudente se propone siempre fines buenos, a diferencia de quién sólo es hábil. Alguien puede ser habilidoso en suministrar venenos y emplear su habilidad para matar. El prudente emplea sus "habilidades" para fines buenos; en este caso para sanar.” Tomando en cuenta esto se puede definir la virtud de la prudencia como la capacidad cognitiva y racional que cada ser humano posee y que hace ejercicio de ella al meditar, reflexionar y cuetionarse acerca de sus futuras decisiones, estas mismas que al ser conquistadas habiendo atravesado por la fase de la prudencia muy probablemente conduciran al individuo a la meta deseada.

De esta manera La teoría aristotélica, y en especial su concepción ética y política está desempeñando un papel muy relevante en la configuración actual de teorías éticas y, sobre todo, en el desarrollo de las éticas aplicadas. Se podría afirmar, sin temor a equivocarse, que es una fuente de inspiración que nunca se ha abandonado del todo, aunque con el paso del tiempo y el planteamiento de nuevas filosofias,y teorías éticas tales como las utilitaristas, neocontractualistas, kantianas y dialógicas, que parecían estar mejor dotadas para dar respuestas a las preguntas que normalmente se generaban por parte de los individuos, esta ética naturalista que busca el bienestar y la felicidad retoma su fuerza en la década de 1980 momento en el cual con el hecho de haber vuelto al pensamiento aristotélico permitía así, recuperar para el discurso y debate en el terreno de la ética y de la política cuestiones tales como: la pregunta por la felicidad (y no sólo la justicia), la pregunta por las virtudes morales, cívicas y políticas (y no sólo por las normas), la pregunta por la educación de los sentimientos morales (y no sólo la transmisión de reglamentaciones y procedimientos), la pregunta por la forja del carácter individual y colectivo a la altura de la moral alcanzada por la sociedad (y no sólo en la definición de procedimientos

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