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VALOR ORDEN

liberenTesis14 de Junio de 2014

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FASE 1

VALOR ORDEN

Orden, del latín ordo, es la colocación de las cosas en su lugar correspondiente

Este es quizás el primer valor que aprendemos en la vida, y es fundamental inculcarlo, porque a lo largo de nuestra existencia nos ayuda a darle a cada cosa su lugar, y a nosotros mismos a encontrar el nuestro.

El orden es un valor que debe aprenderse en el hogar y debe de acompañarnos para toda la vida.

El orden es el principio de la disciplina, y nos hace más productivos. Nos ayuda a poner límites para que las cosas no se salgan de su cauce. Nos enseña a darle a cada cosa su peso, a cada actividad su jerarquía. Nos muestra qué es urgente y qué no lo es.

Tener un orden no significa que, por alguna circunstancia, éste no pueda ser modificado en el camino; pero ya el haberlo diseñado nos provee de una ruta a seguir, un plano.

Antes de iniciar tu día, pon en orden tus ideas, escribe una lista con todas tus actividades a realizar. Recorre mentalmente lo que vas a decir, lo que esperas recibir, sigue la ruta por la que vas a viajar. Pon un horario a cada cosa, valora la importancia de cada una de ellas, y estos minutos aparentemente perdidos, te ahorrarán mucho tiempo y sucesos imprevistos.

Cuando crecemos con orden, podemos ver más claramente nuestras metas, y de hecho, si no somos ordenados es probable que ni siquiera tengamos definida alguna.

Nuestra forma de conducirnos muestra cómo somos internamente. Alguien que tiene hecho un desastre su escritorio o su habitación, refleja parte de su desorden interior. Y así como es importante estar poniendo constantemente en orden nuestras pertenencias, también es necesario estar poniendo en orden nuestros pensamientos, nuestros sentimientos.

La velocidad a la que vivimos actualmente y la cantidad de actividades que tenemos que realizar es tanta, que el tiempo (al igual que muchos otros recursos) rinde menos; por lo tanto, tener orden se vuelve prioritario. Nos vuelve más productivos, y determina en qué ocupamos nuestro tiempo, cómo lo distribuimos.

El valor del orden debe ayudarnos a darle a cada cosa su peso, a cada actividad su prioridad. A cada acto o acción, el espacio que le corresponde

El orden es indispensable para triunfar en la vida y por eso la importancia de educar a los hijos y alumnos desde temprana edad, en este valor.

Cuando hablamos de orden, no nos referimos solamente a la organización de las cosas materiales en nuestra casa, escuela o trabajo. Somos también ordenados en la forma en que conducimos nuestra vida, en la forma de organizar nuestras ideas y nuestro tiempo.

Para adquirir este valor es necesario poner en marcha la fuerza de voluntad en pequeños detalles, que en su conjunto, forman hábitos de orden. Así cuando se les enseña a los niños a ser organizados en su pequeño mundo, aprenderán a ser adultos estructurados y al mando de su propia vida.

El orden, es el valor que nos permite ser consistentes con lo que hacemos y organizados con lo que tenemos.

El valor del orden, nos lleva a idear un camino coherente para seguir, a saber los pasos que hay que superar para llegar a donde se espera.

El orden representa la naturalidad y el flujo de las cosas, la manera más eficaz y eficiente de actuar.

Bajo otro punto de vista, el orden no es únicamente una acción inteligente, sino todo aquello que funciona de una determinada manera. Así, aunque quien observa el orden y en última instancia lo define es un individuo inteligente, el orden se encuentra naturalmente en la disposición de sucesos u otros conceptos observables. Aquello que denominamos tiempo, presenta un orden natural para los sucesos y, guiados al menos por los conocimientos concretos del ser humano hasta el día de hoy, el orden cronológico es unidireccional e invariable.

Los antónimos de orden pueden ser, según el contexto en que sea utilizado, desorganización, desorden y caos.

EJEMPLOS:

No se puede dejar de trabajar para jugar un partido de fut bol.

No se debe dedicarle más tiempo a nuestras amistades que a nuestros familiares.

No se puede dedicarle más tiempo a la diversión que al Estudio.

No se debe dejar de ir a la escuela para estar sin hacer nada en casa.

No es lógico ni correcto pensar en casarse y formar una familia, sin antes conseguir un empleo.

El ser ordenado involucra también el orden de las ideas, de los pensamientos y de los sentimientos.

El orden no sólo está en el exterior, es decir en la habitación, en la caja de juguetes, en el aula de clases, también está dentro de cada persona, en la forma en que organiza su vida, en la forma en que ordena las cosas que debe hacer y qué quiere hacer por su importancia y valor.

Dedica tiempo a la familia, con este ejemplo, todos aprenderán que ordenas tu vida de acuerdo a tus responsabilidades, dando a los tuyos la prioridad que les corresponde.

Lleva una vida espiritual de acuerdo a los preceptos de tu religión, son normas de conducta que facilitan y hacen nuestra vida mejor.

Planea tus gastos.

Distribuye tu tiempo, así serás puntual, cumplirás según lo previsto y tu persona adquiere formalidad.

Cuida tu persona por dentro y por fuera: Conserva un buen aspecto personal aún los fines de semana y en temporada de vacaciones; establece un horario fijo para el descanso y los alimentos.

Da un correcto uso a las cosas y mantenlas en orden en su lugar correspondiente; igualmente procura la limpieza y cuidado de todo.

Es tan importante en todos los aspectos de la vida el valor del orden que vale la pena el esfuerzo por cultivarlo: formalidad, eficacia, pulcritud, cuidado... El valor del orden puede cambiar significativamente nuestras vidas, pero aún más importante, la vida de quienes nos rodean.

CONTESTE ¿CÓMO SE PUEDE APLICAR ESTE VALOR EN UN PROYECTO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR?

 Si el orden es idear un camino coherente para seguir, es prudente que a nivel superior, tal el caso de un docente universitario, previo a idear o a programar una asignatura determinada, primeramente clarifica sus ideas, que es lo que se pretende alcanzar en cuanto a competencias en los estudiantes y posteriormente idear los contenidos, seguidamente, estructurar la forma en que se impartirán los contenidos, diseñar de qué forma los estudiantes presentarán sus tareas, la valoración y exigencia de cada asignación, establecer el medio por el cual se entregarán (pudiendo ser de forma física o digital, según sea el caso), las fechas en que se entregarán, y si es de forma digital los horarios y topes en que se pueden subir al sistema, todo ello lleva implícito el VALOR ORDEN, tanto el docente como los estudiantes aplicarán este valor y dependerá de cada quien como lo asimile para obtener beneficios del mismo, en cualquier lugar en el que nos encontremos llevamos el Valor Orden implícito, solo con nuestro actuar demostramos su aplicabilidad.

 En cuanto a la postura como estudiante y/o profesional, se debe de actuar siempre apegado al Valor Orden, por ejemplo en el caso personal, además de laborar, se debe tener un horario estricto de hábitos de estudio y de lectura, seguidamente con la programación estipulada del docente se realizará cada tarea en el tiempo estipulado para no fallar a la hora de entrega, pudiendo ser de forma física o digital, según sea el caso, se debe llevar de parte del estudiante un registro de tareas entregadas, revisión de evaluaciones parciales o finales, según la exigencia académica y la dificultad de cada asignatura, si el estudiante es una persona ordenada, responsable y dedicada no tendrá mayores inconvenientes con la aplicación no solo del Valor Orden, sino otro tipo de valores que van de la mano con éste.

Es cuestión de tener bien cimentado este valor y que lleva implícitos otros tales como, responsabilidad, honestidad, dignidad, etc. que todas las personas conocemos y aprendemos desde nuestra niñez en la familia, lo importante es cultivarlos y empoderarnos de los mismos, para que nuestro actuar sea apegado a ellos.

VIDEO:

www.youtube.com/watch?v=n18E_C1SrYc

LA PRUDENCIA

PRUDENCIA: La prudencia es una virtud de la razón, no especulativa, sino práctica: la cual es un juicio, pero ordenado a una acción concreta, nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia. La prudencia en su forma operativa es un puntal para actuar con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida, es la virtud que permite abrir la puerta para la realización de las otras virtudes y las encamina hacia el fin del ser humano, hacia su progreso interior.

La prudencia es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos. Nos admiramos de las personas que habitualmente toman decisiones acertadas, dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que se proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles, percibimos su comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la compostura. Así es la prudencia, decidida, activa, emprendedora y comprensiva.

El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más trabajo nos cuesta es reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia, la gran mayoría de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato

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