La visión de la función del derecho en la historia desde el punto de vista del creciente papel de abogado como defensor de los valores esenciales de la persona y de su orden social
henrx2324Tesis23 de Mayo de 2015
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De
Sociología
Tema de Investigación: La Abogacía
Introducción
Mi trabajo se trata, más que nada, de alcanzar una visión global de la función del derecho en la historia desde la perspectiva del papel creciente del abogado como defensor de los valores sustanciales de la persona y de su orden social. Es aquí donde se puede ver la aventura espiritual y apasionante de la abogacía, sin cuyos desvelos la humanidad seguramente no habría superado todavía la fase de la violencia y del sufrimiento social cotidiano.
Tratare de abarcar los aspectos sociales, económicos, culturales y morales que integran e influyen en el mundo de la Abogacía.
Me centre principalmente en esta carrera porque es lo que yo deseo estudiar.
Este trabajo, me sirve para conocer los aspectos que estarán presenten en el estudio y en el desarrollo de mi carrera y de mi vida en gral.
La Facultad de Derecho propone formar personas capaces de analizar los problemas jurídicos y participar en su solución, desde las diversas tareas que más adelante cumplirán sus graduados como abogados, jueces, funcionarios públicos, asesores de empresas o legisladores.
Los estudiantes reciben una formación abierta y dinámica que los capacita para una rápida adaptación a los cambios constantes que se presentan en la vida social, cultural, y moral, considerado un problema como un conjunto de situaciones reales que exigen soluciones de justicia, y no exclusivamente como un sistema normativo.
Desarrollo
¿Qué es una Abogado?
Un abogado es aquella persona, licenciado en derecho, que practica profesionalmente defensa de las partes en juicio y toda clase de procesos judiciales y administrativos y el asesoramiento y consejo en materias jurídicas. En la mayoría de los ordenamientos, para ejercer esta profesión, se solicita estar inscrito en un Colegio de Abogados.
Su rol es múltiple porque cultiva, investiga, difunde y aplica los conocimientos de la ciencia del derecho para alcanzar la justicia defendiendo los derechos de las personas si estos se ven afectados por terceros y/o orientándolos en sus derechos; es decir, cumple una verdadera actividad judicial, teniendo en cuenta que hace estudios de la realidad social, interpreta las leyes, y las aplica con un solo objetivo de hacer justicia.
Al interpretarlas las hace respetuosamente con relación a su texto como si se tratara de un dogma; de este modo quienes aplican el derecho no pueden ser sino abogados.
La abogacía es una profesión que se basa en la verdad para el logro de la justicia que constituye un derecho y a la vez una virtud que tiene por objeto restablecer la paz alterada por un conflicto.
Ser abogado no es saber el Derecho, sino conocer la vida
El derecho positivo está en los libros, pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte. Quien tenga previsión, serenidad, amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, será Abogado; quien no tenga más inspiración ni más guía que las leyes, será un desventurado mandadero.
La justicia no es fruto del estudio, sino de una sensación. “La sensación de la justicia” es decir, que procuremos no actuar tan apegados a las leyes, que usemos lo que nosotros tenemos conceptualizado como bueno, equitativo, prudente, cordial y sobre todo justo.
La abogacía es una profesión difícil de lograrla por las diversas cualidades requeridas. Una publicación de la UNESCO sintetizando dichas cualidades puntualiza: “La rectitud de conciencia es mil veces más importante que el tesoro de los conocimientos; primero es ser bueno, luego ser firme, después ser prudente, la ilustración viene en cuarto lugar, la pericia en el último”.
Ejercicio Profesional
Persona con título de grado habilitado conforme a la legislación de cada país, que ejerce el Derecho, en representación de terceras personas, siendo un auxiliar activo e indispensable en la administración de la Justicia de un país.
El abogado es el encargado de defender los intereses de una de las partes en litigio. Al ser el abogado un profesional específicamente preparado y especializado en cuestiones jurídicas, es la única persona que puede ofrecer un enfoque adecuado del problema que tiene el ciudadano o 'justiciable'.
Debe destacarse que además de su intervención en el juicio, una función básica y principal del abogado es la preventiva. Con su asesoramiento y una correcta redacción de los contratos y documentos, pueden evitarse conflictos sociales, de forma que el abogado, más que para los pleitos o juicios, sirve para no llegar a ellos, sirviendo en muchos casos como mediador extrajudicial. Tanto es así que en la mayoría de los procedimientos judiciales es obligatorio comparecer ante los tribunales asistido o defendido por un abogado en calidad de director jurídico, es decir todo escrito y/o presentación judicial debe ir firmada por el cliente (o su representante legal, el procurador/a) y por su abogado, lo cual le garantiza un debido ejercicio del derecho a la defensa durante el proceso.
Un abogado suele tener poderes de su defendido o cliente mediante autorización por instrumento público, u otorgado "apud acta" por comparecencia en el juzgado o tribunal, de manera que pueda dirigirlo en juicio, o representarlo en actuaciones legales o administrativas que no requieren, necesariamente, de Procurador/a de los Tribunales, y el abogado representa al justiciable.
La actuación profesional del abogado se basa en los principios de libertad e independencia. Los principios de confianza y de buena fe presiden las relaciones entre el cliente y el abogado, que está sujeto al secreto profesional. El abogado se debe a su cliente, en primer lugar, y debe litigar de manera consciente respecto a la responsabilidad social en la que se halla, con un actuar crítico y equilibrado al servicio de la paz social, en la que colabora con los juzgados y tribunales dentro del sistema judicial de cada país.
A través de los Colegios de Abogados u organismos pertinentes, dependiendo del país, existen servicios de asistencia jurídica gratuita para los ciudadanos que carecen de medios económicos para pagar los honorarios de un abogado. Son los llamados defensores "Ad honorem" en el caso que asesoren desde Colegios de abogados, y abogados oficiales defensores (o simplemente abogados de oficio) cuando dependen directamente del Estado.
Las especialidades más habituales en el mundo de la abogacía suelen ser: Derecho civil, de familia, penal, mercantil, laboral, tributario, constitucional, administrativo y ambiental.
Los mandamientos del Abogado
1º ESTUDIA. Ya que el derecho se transforma constantemente.
2º PIENSA. El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
3º TRABAJA. La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
4º LUCHA. Por el derecho y la justicia. Primordialmente por la justicia.
5º SÉ LEAL. Leal con tu cliente, con tu adversario y con el juez.
6º TOLERA. La verdad ajena. Así como quieras que se tolere la tuya.
7º TEN PACIENCIA.
8º TEN FE. En el derecho, en la justicia, en la paz y sobre todo en la libertad.
9º OLVIDA. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
10º AMA A TU PROFESIÓN. Siéntete orgulloso de lo que eres.
Estos mandamientos expresan la dignidad de la abogacía. Son decálogos del deber, de la cortesía o de la alcurnia de la profesión. Ordenan y confortan al mismo tiempo; mantienen alerta la conciencia del deber; procuran ajustar la condición humana del Abogado, dentro de la misión casi divina de la defensa.
Hoy, aquí, en este tiempo y en este lugar del mundo, las exigencias de la libertad humana y los requerimientos de la justicia social constituyen las notas dominantes de la abogacía, sin las cuales el sentido docente de esta profesión puede considerarse frustrado. Pero a su vez, la libertad y la justicia pertenecen a un orden general, dentro del cual interfieren, chocan y luchan otros valores.
La Abogacía es por eso, al mismo tiempo, política, ética y acción.
La Abogacía como política
La abogacía es la disciplina de la libertad dentro del orden. Los conflictos entre lo real y lo ideal, la libertad y la autoridad, el individuo y el poder, constituyen el tema de cada día.
En medio de estos conflictos, el Abogado, desde la defensa que pugna por su justa aplicación, es quien desata muchas veces ráfagas de la tempestad y puede contenerlas.
La Abogacía como ética
La Abogacía es un constante ejercicio de la virtud. La tentación pasa siete veces cada día por delante del Abogado. Este puede hacer de su oficio la más noble de todas las profesiones o el más vil de todos los oficios.
La Abogacía como acción
La Abogacía es un constante servicio de valores superiores que rigen la conducta humana. La profesión demanda, en todo caso, el sereno sosiego de la experiencia y del adoctrinamiento en la justicia; pero cuando la anarquía, el despotismo o el menosprecio a la condición del hombre sacuden las instituciones y hacen temblar los derechos individuales, entonces la Abogacía es militancia en la lucha por la libertad.
Arte, política, ética y acción son, a su vez, sólo los contenidos de la Abogacía. Esta se halla, además. Dotada de una forma. Como todo arte tiene su estilo, y este estilo no es la unidad, sino la diversidad.
Postulados del abogado
Por Ángel Ossorio y Gallardo
1º. No pases por encima de un estado de tu conciencia.
2º. No afectes una convicción que no tengas.
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