APUNTES DE FILOSOFÍA LATINOAMERICANA
Angelito FloresSíntesis10 de Mayo de 2018
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APUNTES DE FILOSOFÍA LATINOAMERICANA
Elaborado por: Dra. Floralba Aguilar Gordón
La intención de estas reflexiones es propiciar el pensamiento crítico, despertar el deseo de realizar una verdadera introspección acerca de quiénes somos para poder re-pensar y proyectarnos hacia un verdadero re-direccionamiento de nuestra forma de pensar, sentir y actuar en concordancia con el contexto real y concreto al que pertenecemos.
Considerando que la filosofía es un modo de ser de nuestra existencia, una síntesis en la que confluyen de manera armónica la teoría y la praxis, el ser y la existencia, requiere tener como referente fundamental a nuestra propia realidad histórica concreta.
En este sentido, si bien es cierto que nuestra tarea consiste en investigar, debatir, profundizar y construir cooperativamente cada temática propuesta para el desarrollo del curso, no se reduce únicamente a ello, pues, pretendemos ir más allá: reflexionar sobre nuestra condición humana desde nuestra tempo-espacialidad.
A continuación, unas pinceladas sobre el sentido y significado de la filosofía latinoamericana.
I.- Sentido y significado de la Filosofía Latinoamericana
Indiscutiblemente, hablar de “filosofía latinoamericana” ha sido un tema controversial a través del tiempo, se han presentado innumerables acepciones, enfoques y perspectivas sobre la razón de ser de este tipo de pensamiento.
Ante esta situación, se ha creído conveniente presentar una visión de conjunto acerca de los procesos, problemáticas y proyecciones de éste tipo de filosofía.
No se limita a la discusión sobre la existencia o carencia, la autenticidad, originalidad o no de la filosofía latinoamericana; no se circunscribe dentro de la aseveración de que pueblos como los nuestros son incapaces de pensar por sí mismos, o en otras palabras, que no son aptos para el ejercicio filosófico. Al contrario, me motiva el deseo de realizar una mirada retrospectiva y actual de lo que ha sido y es característica de nuestro quehacer filosófico; me motiva el deseo de poder fundamentar el pensamiento y la acción que nuestros intelectuales han ejercido con la finalidad de de-construir, construir y reconstruir nuestro pasado cultural para comprender nuestro presente y para avizorar el futuro.
Es así como mi comprensión del discurso filosófico latinoamericano se verá signada por una visión optimista y de valoración de las formas de investigar, de entender y de pensar.
De lo antes mencionado, se deduce la necesidad de determinar la función, el sentido y significado de la filosofía latinoamericana.
Se considera que una de las funciones que cumple la filosofía (en cuanto parte de un “universo discursivo”) dentro de la estructura epocal en la que surge, en palabras de Paladines, Carlos (1990, p: 20), “es la de apoyo o crítica de las reformulaciones” que surgen conforme a la realidad económica, política, social, religiosa, histórica, cultural, etc., de una sociedad.
Otra de las funciones propias de la filosofía, es “determinar el sistema de conexiones o relaciones entre las reformulaciones y las demandas de base” (Paladines, Carlos, 1990, p: 21), de aquí surge un conjunto de funciones: “integración” y “ruptura”; “olvido” y “represión”; “denuncia” y “crítica”; “justificación” y “legitimación”; etc…(Cfr. Paladines, C., 1990, p:21).
Tomando en cuenta el contexto latinoamericano comparto con quienes sostienen que la filosofía deberá ser entendida como el mejor mecanismo para la transformación, en este sentido, parafraseando a Guerra, Samuel (2008, p: 3) la filosofía puede ayudar al proceso de construcción de América Latina desde la perspectiva de las fuerzas creativas de nuestras sociedades mediante los siguientes mecanismos:
a.- Vinculando la filosofía a las ciencias sociales.
b.- Desarrollando hábitos y habilidades para la reflexión y el emprendimiento, con miras a un ejercicio idóneo del filosofar y una instrumentación adecuada de la filosofía.
c.- Desarrollando capacidades para que los latinoamericanos pensemos y repensemos nuestra realidad hasta el punto de llegar a una visión propia.
d.- Diseñando y construyendo herramientas teóricas y metodológicas para la investigación y la gestión social, la intermediación y la concertación cultural, la eticidad económica y política.
e.- Transmutando valores que propendan a la autovaloración, la autonomía, la soberanía, la interdependencia, la interculturalidad.
f.- Visualizando referentes históricos propios que permitan avanzar en nuestros procesos identitarios y de desarrollo espiritual y material (Guerra, Samuel, 2008, p: 3).
g.- Interpretando conceptualmente nuestra experiencia vivida (Ochoa, Nancy, 2008, p: 8) para re-direccionarnos adecuadamente en el presente y para dirigirnos proactivamente en el futuro.
La filosofía en general y la latinoamericana en particular deberá responder a las necesidades y requerimientos de la sociedad actual, o, como diría Guerra, Samuel (2008, p: 7): “Es esta fundamentación en nuestras necesidades objetivas lo que confiere connaturalidad, autenticidad y sentido a nuestro filosofar y a la filosofía que de ello resulta”.
II.- Hacia una periodización de la filosofía latinoamericana
La periodización que se establece obedece a un conjunto de investigaciones realizadas acerca de una diversidad de enfoques que algunos estudiosos han presentado acerca de cómo entender el inicio mismo de la filosofía latinoamericana.
Valorando la multiplicidad de criterios existentes respecto al tema objeto de estudio, me identifico con los estudiosos que consideran que el filosofar en Latinoamérica se divide en tres grandes períodos:
1.- Período de la filosofía pre-colombina o de la filosofía autóctona.- Es una etapa fundamentada en la cosmovisión y el pensamiento de las culturas más significativas existentes antes de la conquista de América. Estudia los aportes más relevantes de los antiguos Náhualt, Mayas e Incas.
2.- Período de la filosofía europeizante o de la filosofía imitada.- Se refiere al pensamiento filosófico desarrollado a partir de la conquista de América (siglo XVI); aborda la filosofía en ésta etapa histórica; estudia la escolástica colonial de los siglos XVI y XVII; considera a la filosofía del siglo XVIII: novatores e ilustrados; analiza el pensamiento del siglo XIX y de mediados del siglo XX: positivismo, antipositivismo, metafísica, ontologías, marxismo, fenomenología, filosofía analítica y neo-escolástica latinoamericanas.
3.- Período de la filosofía latinoamericana actual.- Es el período de la filosofía “auténtica”, una etapa caracterizada por la generación de ideas innovadoras, representada por la denominada filosofía de la Liberación de liberación y la filosofía incultural. Esta etapa comprende la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días.
III.- ¿Filosofía o Sabiduría?
Cuando hablamos del mundo pre-colombino enfrentamos problemas de diferente índole, uno de ellos es: ¿cómo denominar al tipo de pensamiento generado por estos pueblos?, ¿se trata de una filosofía o de una sabiduría?.
De lo antes expuesto, se infiere que la naturaleza misma de la forma de entender actualmente a la filosofía, es lo que ha generado conflictos acerca de la calificación que debería proporcionarse al pensamiento del mundo pre-colombino; así:
a.- Quienes se inclinan por denominarle como sabiduría popular, consideran que ésta es una categoría más amplia y más útil para la comprensión del pensamiento amerindio. Al contrario, piensan que al hablar formalmente de filosofía, estaríamos refiriéndonos a una episteme concreta y diferente, la del mundo “occidental”, una forma teórica de pensamiento que ha desarrollado su propia lógica y su propio objeto de conocer, como sostiene Suárez, José (2001, p: 23) que resultaría ajena a nuestra realidad.
Desde esta misma perspectiva, la diferencia es evidente, pues, el punto de partida de la “filosofía” fue la admiración y el extrañamiento del hombre occidental frente a su mundo circundante, acompañado del anhelo de apropiarse de esa realidad mediante el uso de categorías racionales y prácticas técnicas derivadas del saber teórico y abstracto (Cfr. Suárez, José, 2001, pp. 23-27).
b.- Quienes consideran que “la distancia que media entre un pensar indígena y un pensar acorde con la filosofía tradicional, es la misma que media entre el término utcatcha y el término alemán da-sein” (Kusch, Rodolfo, citado por Suárez, José, 2001, p.: 24), es decir, la diferencia simplemente es de términos ya que los dos hacen referencia a lo mismo.
Como consecuencia de lo antes afirmado, surgen otros problemas:
1.- ¿Cuál es la palabra con la que el hombre pre-colombino da sentido a su mundo?
Mientras para el hombre amerindio, la palabra es magia, mito, rito y a partir de ella se hace posible la existencia; para el modo de comprensión occidental, está poblada de objetos que definen su entorno y contorno. Para el aborigen, no importan los objetos en sí, sino lo que ellos significan; el mundo del indígena es un mundo de acontecimientos y no de cosas; su dios es el principio de todo, que define y da sentido al mundo (Cfr. Suárez, José, 2001, p.: 24)
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