ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Capitalismo


Enviado por   •  21 de Mayo de 2014  •  3.056 Palabras (13 Páginas)  •  193 Visitas

Página 1 de 13

AMERICA LATINA: CAPITALISMO, DEMOCRACIA E INTEGRACIÓN

Armando Di Filippo

www.difilippo.cl

Resumen Ejecutivo

Por primera vez en la historia de América Latina parece posible lograr avances irreversibles e interdependientes en los procesos de democratización y de integración de las sociedades latinoamericanas. Es más, en este siglo XXI existen condiciones para promover un círculo virtuoso en el que los avances en los procesos de integración y de democratización se refuercen recíprocamente. Sin embargo la historia no reconoce determinismos y los resultados finales de los procesos sociales siempre son abiertos e impredecibles. Dependerá de nosotros mismos, en última instancia el curso que asuman los procesos históricos.

Introducción

Las sociedades contemporáneas de occidente se caracterizan en este siglo XXI por la existencia interdependiente de dos sistemas institucionales el capitalismo y la democracia. El capitalismo ha sido el gran creador de fuerzas productivas y riqueza material pero también de las desigualdades y conflictos, explotación humana, guerras criminales y devastación de la naturaleza que hoy asolan a buena parte de la humanidad. La democracia ha sido el mecanismo a través del cual se han intentado preservar las capacidades humanas y desarrollar sus potencialidades inherentes con base en principios tales como los que se asocian a la Revolución Francesa (1789) pero claramente compartidos por la Revolución Americana (1776).

Solamente la democracia parece ser el sistema político y social capaz de interactuar con el capitalismo y ponerle límites en defensa del desarrollo humano. Hay muchos tipos ideales de democracia y de capitalismo sobre los que es dable teorizar pero, en primer lugar, aquí hablaremos de dos complejos institucionales interactuantes que modelan la historia occidental desde más de 200 años. En vez de adentrarnos de inmediato en tipos ideales o teóricos, empezaremos explorando someramente la historia de América Latina.

En ese contrapunto histórico entre capitalismo y democracia, América Latina ha escrito su propia historia, en la que el capitalismo periférico ha sido en esta región tanto el principal obstáculo al avance al proceso de democratización como el creador de las condiciones para el desarrollo de las fuerzas productivas y de la riqueza material en América latina.

Cabe considerar, como punto de partida, dos factores históricos de largo plazo que, todavía hoy afectan el desarrollo de América Latina tiñendo con rasgos propios la evolución de sus instituciones, tanto las del capitalismo como las de la democracia. El primero de esos factores es la instalación y larga permanencia de instituciones coloniales, autoritarias y centralizadas, que operaron durante varios siglos bajo el dominio de los imperios ibéricos. La segunda atañe a las modalidades de incorporación del progreso técnico proveniente de las revoluciones industriales que sucesivamente modelaron el capitalismo de las naciones industrializadas de occidente e influyeron en la condición periférica de América Latina (Di Filippo 1981).

Respecto de la herencia colonial los dos factores más perdurables fueron primero la desigualdad social rural derivada de las formas de servidumbre y esclavitud campesina que predominaron en las haciendas señoriales y en las plantaciones tropicales, y se tradujeron en un rasgo que también se hizo extensivo a las formas rurales menos comprometidas con esos regímenes como fue el caso de la pampa húmeda Argentina. En todos los casos sin excepción la distribución de la propiedad de la tierra, y del poder social y político rural fue en América Latina una fuente perdurable de desigualdad. El segundo factor corresponde a la herencia burocrática centralista de la dominación colonial que modeló el perfil territorialmente concentrado de nuestro diseño territorial urbano, y dio fuerza a las formas presidencialistas y personalistas apoyadas en modalidades clientelistas y populistas de gobierno tan características de los sistemas políticos latinoamericanos tras el proceso de independencia.

Las Revoluciones políticas Francesa y Americana de fines del siglo XVIII que implantaron las formas modernas de la democracia liberal, influyeron ideológicamente en las elites latinoamericanas y contribuyeron a la elección de Constituciones Políticas de base democrática. Pero las instituciones formales de la democracia tardaron mucho en penetrar en los sistemas políticos vigentes, y quizá recién ahora podamos decir que están formando parte permanente de la cultura política latinoamericana. En el siglo XIX la dicotomía rural-urbana se expresó políticamente en otra dicotomía de los sistemas políticos la del contrapunto entre conservadores y liberales que modeló la dinámica de fuerzas políticas durante el período oligárquico. El quiebre de esa dominación oligárquica revolucionó el orden político latinoamericano a lo largo del siglo XX pero no logró superar su estilo burocrático autoritario que hunde sus raíces profundas en la herencia colonial.

El siglo XIX, en su segunda mitad fue el período donde comenzó a operar el segundo de los factores de largo plazo, que fue señalado por la Escuela Latinoamericana del Desarrollo, el que aún influye como elemento transformador principal de las instituciones económicas y políticas contemporáneas de América Latina. Es de naturaleza dinámica, y expresa un patrón de relacionamiento internacional (así denominado centro-periferia) que fue históricamente cambiante en sus rasgos concretos para cada una de las grandes revoluciones tecnológicas del orden capitalista, pero siempre implicó la principal fuerza transformadora externa del desarrollo latinoamericano. Me refiero al cambio técnico generado en los grandes centros del orden internacional y traducido especialmente en tres grandes mutaciones tecnológicas: La Revolución Industrial Británica de fines del siglo XVIII (máquina de vapor, acero, ferrocarriles, barcos de vapor, etc.), la Revolución Industrial Norteamericana de fines del siglo XIX y comienzos del XX (electricidad, petróleo, petroquímica, motor de combustión interna, electrónica, gran industria, taylorismo, etc.), y la actual Revolución en las tecnologías de la información (informática, telecomunicaciones, telemática, biogenética, exploración sistemática del espacio exterior, etc.), que también es predominantemente norteamericana pero abarca con rapidez a todas las regiones del mundo (Di Filippo 1998).

La formación del capitalismo

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.1 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com