En el siguiente reporte de lectura del tema: «Ontogénesis de la filosofía de los pueblos originarios»

[pic 1][pic 2]

En el siguiente reporte de lectura del tema: «Ontogénesis de la filosofía de los pueblos originarios» del autor Alberto Saladino García, en la presentación del texto el autor nos quiere dar a conocer que la filosofía es una de las actividades intelectuales del pensamiento reflexivo que pertenece a las sociedades por lo cual los pueblos originarios de nuestra América igualmente la vienen cultivando desde antes de la época colonial, sus herederos sobrevivientes han mantenido viva la reflexión sobre los cosmos, la naturaleza, la sociedad, el hombre y sus creaciones. Los principios filosóficos de sus antepasados fundamentan su vida, colectiva y personal en la actualidad.

Los pueblos originarios de nuestra América delatan un proverbial pensamiento libertario y reflexivo pero también lo fundamentan y sistematizan su pensamiento declaraciones, documentos, discursos, manifiestos, problemas, y recientemente estudios antropológicos. Su filosofía no solo con fuentes ortodoxas como los textos escritos, sino otros de carácter arqueológico, arquitectónicos, pictórico, etc. Todos ellos aportan elementos para construir la ontogénesis de sus racionalizaciones sobre el mundo, la reconstrucción de la génesis de los principios filosóficos a partir de los fundamentos teóricos indispensables para explicar su presente y visualizar su futuro.

En la época precolombina existió preocupación por cuestionar y atender la pregunta acerca del origen del mundo, la respuesta que dieron en aquel tiempo los indígenas fue basada en las soluciones de carácter religioso: “no hay mundo sin la intervención de la divinidad”. El impacto de esa concepción cósmica en la vida terrenal consistió en haber orientado la planificación de los centros ceremoniales.

La cultura maya sistematizo el discurso de la creación con el relato bíblico del génesis, como lo narra el Popol Vuh: se dice que la creación todo en suspenso, en silencio y vacío, nada mas Dios existía y creó todo. Los diversos testimonios de los pueblos originarios de México se han sistematizado por estudios antropológicos y dan cuenta de la reminiscencia de los principios concebidos de sus ancestros mesoamericanos en este punto.

La esencia del pensamiento del nuevo mundo la razón cósmica, expresión y chispa de sol, así los viven los pueblos originarios la actuación de la divinidad sigue presente, ahora por la influencia de las religiones monoteístas y otros aspectos de cultura occidental, la conciencia de los integrantes de los pueblos perduran interpretaciones ancestrales con elementos del ambiente cultural dominante.

La lógica del funcionamiento de la naturaleza llevó a los pueblos a desarrollar el pensamiento causalista, este pensamiento les permitió obtener beneficios para satisfacer sus necesidades materiales cotidianas, la naturaleza los llevo a generar conocimientos que a la luz de la historia de la ciencia los debemos considerar verdaderos aportes.

La profundización de los conocimientos de los recursos florísticos les permitió clasificarlas por el lugar de crecimiento, el cultivo del conocimiento de la naturaleza los llevo a apreciarla como fuente principal de recursos para su subsistencia. La concepción ancestral de interacción sigue presente al asignar al hombre no sólo responsabilidades ante sus semejantes, sino también con los elementos de la naturaleza, esa herencia de respeto a la naturaleza con la promoción del conocimiento mejoró su relación con los elementos y las fuerzas cósmicas. Tan profunda espiritualidad evidencia en el respeto a la naturaleza solo se comprende en el marco de su concepción del cosmos.

Los pueblos concibieron a la sociedad como colectiva, susceptible al cambio, este espíritu comunitario se practicó como expresión constitutiva del cosmos, como un  elemento de la naturaleza, la suma de estos esfuerzos para enfrentar los retos y así garantizar la satisfacción de sus necesidades tanto materiales como espirituales. Las relaciones sociales en los pueblos originarios se resuman en su sabiduría con la cual fomentan la visión y los vínculos de sus conocimientos sobre la naturaleza.

Finalmente el autor nos expresa lo siguiente: La fuerza de los pueblos originarios lo constituye su pensamiento, su filosofía en su comportamiento ante los cosmos, la naturaleza y sus semejantes, la filosofía de los pueblos originarios tiene como condición el ejercicio de la autonomía que exige una nueva relación entre estado y sociedad. La filosofía de los pueblos originarios es producto de su quehacer intelectual, como cualquier otro tipo de filosofía, al fin y al cabo hecha por ellos mismos, exhiben su idea de cualquier ser humano, también nos recuerda su carácter ético, de practicarla y ponerla al servicio de su gente y de los demás; su filosofía y su carácter servicial lo muestran innumerables testimonios, la filosofía como praxis de la resistencia y saber al servicio de la humanidad.

...