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LA GUERRA DE LOS MIL DÍAS


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  2.023 Palabras (9 Páginas)  •  446 Visitas

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El origen más cercano de esta guerra se encuentra en la famosa Constitución de 1.886. Esta había sido expedida para introducir reformas fundamentales a la Constitución del 63 expedida por liberales, exclusivamente, reunidos en Rionegro. Los liberales, se encontraban divididos en dos bandos: los radicales y los independientes. Al subir Núñez al gobierno, por segunda vez, como representante del liberalismo independiente, y tratar de modificar la Constitución del 86, hubo de declararse como partido aparte formando el nacionalista ( en un principio Nacional). Sus componentes eran los liberales independientes y los conservadores no extremistas. Quedaron así los radicales como los representantes exclusivos del liberalismo. Los conservadores tradicionalistas, en cambio, no aprobaron el nuevo partido Nacional como el exponente de su ideología y se declararon como los” Históricos” . El movimiento pro - movido por Núñez se llamó de “La Regeneración” .

Esta se consolidó rechazando plenamente a los liberales, excluyéndolos del Congreso y del gobierno, limitándoles la libertad individual y reprimiendo la prensa. Solo tuvieron una pequeña representación en la cámara legislativa. El liberalismo empezó a compactarse y fue apoyado por los conservadores históricos, quienes no consideraban a los nacionalistas como seguidores de las ideas de José Eusebio Caro ni de José Hilario López, y pidieron una reforma constitucional de tipo legal y administrativo con el fin de implantar una realidad democrática de la Constitución de 1.886 (2).

En 1.899 se nombró a Manuel Antonio Sanclemente como presidente de la República de Colombia, y a don José Manuel Marroquín como vicepresidente.

El primero iba en contra de la reforma (Nacionalista) y el segundo en pro.

Debido a la edad del Dr. Sanclemente (85 años) debió retirarse de Bogotá pues su altura lo afectaba, e ir a Anapoima.

Quedó como presidente Marroquín quien gobernó del 7 de agosto de 1.898 al 3 de noviembre del mismo. Se rodeó de conservadores históricos y dirigió un mensaje a la cámara pidiendo reforma de la Constitución del 86, lo cual fué acogido por los históricos y los liberaLes. Los nacionalistas vieron amena zada su hegemonía y presionaron al Dr. Sanclemente paja que asumiese el poder de nuevo, lo cual hizó el tres de noviembre de 1.898.

Ante la oposición de hecho se decidió el levantamiento de los 1ibrales apoyados por los históricos. Dentro de los dirigentes liberales se encontraban el General Vargas Santos (Nuevo director del partido liberal),Benjamín Herrera, Justo L. Durán, Foción Soto, Paulo Emilio Bustamante, Cenón Figueredo. Dentro de los nacionalistas estaban Manuel Casabianca, Nicolás Perdomo, Ramón González Valencia, Pedro Nel Ospina, Carlos Albán, Víctor M Salazar, Alfredo Vásquez Cobo . El 18 de octubre de 1.899 empezó la revolución en ej Socorro (Santandér), dirigido por el general Francisco Gómez Pinzón, cumpliendo lo dispuesto por Paulo Emilio Villar. En el Cauca la dirigió Aristides Conde y en Barranquilla Julio E. Vengoechea.

En el ataque de El Socorro fueron vencidos después de invadir a Bucaramanga.

Para poder apoyar las fuerzas de Benjamín herrera en Cúcuta pensaron dominar Ocaña pero se frustró el intento pues los revolucionarios perdieron el dominio en el río Magdalena.

Más importantes que los hechos escuetos, existieron una gran cantidad de sen timientos humanos, de raciocinios filosóficos, que fueron los que motivaron estos trastornos históricos.

Podremos tomar palabras propias pronunciadas por representantes de cada bando, teniendo en cuenta su parcialidad y subjetismo, para comprender más este hecho:

El general Justo L. Durán, liberal, defendió su posición con las siguientes palabras:

“La doctrina liberal, que es lazo de unión en las palabras de Jesús, conquista preciosa en el campo de la idea, númen divino en las vicisitudes de la existencia, imperó siempre en mi alma, pues comprendo que sólo a su amparo pueden obtenerse las bondades y reformas que la ciencia proclama, que la civilización porta en su alforja, que la democracia entraña” ... ¿Quién ha dicho a los hombres todos sois hermanos, todos sois hijos de un mismo Dios y tenéis iguales derechos al banquete de la vida? : el verbo liberal “Todos los liberales estábamos descontentos con el régimen imperante, porque veíamos acogotados los fueros personales, humillada la libertad de prensa, restringida la del comercio, concentrados en uno solo los poderes de la Nación, limitado el derecho de sufragio, puesto en sitio infeliz la alternabilidad de los destinos que demandan nuestros cánones republicanos, negada la libertad de cultos, sometida la instrucción a métodos inadecuados a las luces del progreso” (7) “Era necesario, pues, que el patriotismo, en un supremo espasmo de dolor, contrajese sus músculos para después por medio de vigorosa distensión, romper las ligaduras que tenían puestas (8).

En Venezuela, el “Estigma liberal” (9) se pronunció en favor de los revolucionarios colombianos diciendo:

“Se hace, pues, imprescindible, oponer la resistencia á estas perennes inva siones del personalismo, la insensatez y la falsía. Dejar hablar y obrar, sola omnipotente á una facción, es cederle por miedo ó ineptitud, el imperio de las conciencias inocentes. Para las plumas que falsean la verdad en obsequio del hombre, debe haber otras que levanten la idea en interés de una causa” “Son bien conocidas las circunstancias en que estalló la revolución liberal y el auge inmenso que le dieron los generales Vargas Santos y Foción Soto, al lanzarse en ella, con admiración de Colombia entera, para cubrirla con sus nom bres venerables” .

Como opinión personal sobre esta guerra, Henrique Arboleda Cortés siguien do una línea nacionalista, afirmó:

“Los grandes sacrificios que se hicieron para debelar una Revolución armipotente, auxiliada por todos los enemigos de la República, internos y externos no deben quedar en el profundo silencio del olvido”. “La historia nos dirá después por qué para tánto sacrificio vino a ser estéril la victoria; por qué allí mismo no terminó sus días nefandos la Revolución desatentada y loca, deshecha y confundida, sin dejar más huellas que las del lobo en la montaña” (13).

Un historiador de esta época, Guillermo Solano iBenítez,

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