MATAR Y HUMILLAR PARA VIVIR CON DIGNIDAD" "LIGA COMUNISTA 23 DE SEPTIEMBRE

Carlos Matus Chávez

Marzo 09 del 2012

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“MATAR Y HUMILLAR PARA VIVIR CON DIGNIDAD”

“LIGA COMUNISTA 23 DE SEPTIEMBRE”

Carlos Matus Chávez.

Durante el proceso formativo de nuestra sociedad y nuestra historia, han sido constantes las luchas entre pueblos e individuos en la continua y presente búsqueda de una mejor igualdad entre seres humanos, mejor repartición de riqueza, respeto a nuestra dignidad, el reconocimiento de nuestras ideas, mejores oportunidades de desarrollo y la aplicación leal, imparcial y justa de las leyes que nos rigen. Ideales que en la década de los 70´s, la llamada “Liga Comunista 23 de Septiembre” impulsaba en sus luchas. Luchas que en la mayoría de los casos, dadas las experiencias vividas a lo largo de mis casi 47 años; conllevan a una pobreza aún mas extrema, a la marginación, al constante pisoteo de la dignidad de los llamados “enemigos” y en el mayor de los casos, a la injustificada pero necesaria muerte de los mismos, sin dejar de lado que dichas muertes siempre vienen acompañadas de decesos de personas ajenas al problema, niños, mujeres, ancianos etc. que en el peor de los casos… resulta ser nuestra propia familia.

Al principio, el 23 de septiembre de 1965; de acuerdo a información sustraída del sitio: Todo por México.com. Uno de los grupos guerrilleros existentes en aquel entonces, perpetró un ataque y tomaron El Cuartel de Madera, ligereado por el Profesor Arturo Gámiz, en el estado de Chihuahua. Posteriormente en 1967, un grupo guerrillero originario de Sonora entró en contacto con dos sobrevivientes del ataque a Madera, Óscar González Eguiarte (muerto por el ejército en 1968 en Tezopaco, Sonora.) y Salvador Gaytán. Dando origen a una nueva organización clandestina llamada “Movimiento 23 de Septiembre”(M-23).

A finales de 1970, Salvador Gaytán entró en contacto con el líder del “Movimiento de Acción Revolucionaria” (MAR), Fabricio Gómez Souza. Logrando que a principios de 1971 se fusionen los cuadros del M-23 y el MAR, dando origen al Movimiento de Acción Revolucionaria 23 de Septiembre (MAR-23). A finales de este mismo año el MAR-23 buscó una relación con la organización clandestina de Chihuahua, “Los Procesos”. En 1972 fueron capturados varios cuadros de estas organizaciones clandestinas en Jalapa, Acapulco y la Ciudad de México. Este año murió el líder de Los Procesos, Raúl Ramos Zavala, profesor universitario de la entonces Escuela Nacional de Economía de la UNAM, miembro de las Juventudes Comunistas de México, sección juvenil del Partido Comunista Mexicano.

Mas tarde, y ante tales circunstancias, el 15 de marzo de 1973, el Movimiento de Acción Revolucionaria del 23 de Septiembre (MAR-23) lleva a cabo su fusión con otros grupos armados, las negociaciones estuvieron a cargo de: “Movimiento de Acción Revolucionaria” MAR-23, representado por José García Wenceslao; profesor normalista e indígena de Oaxaca, y por Manuel Gámez Rascón; quien había estudiado Ingeniería Química en Guadalajara y era originario de Obregón, Sonora. “Los Procesos” representados por Ignacio Arturo Salas Obregón, mismo que perteneció a las Juventudes Comunistas Cristianas de Monterrey. Participaron también: el “Frente Estudiantil de Guadalajara” FEG, el “Movimiento Estudiantil Profesional de Monterrey” quienes eran estudiantes cristianos, los “Enfermos de Sinaloa” todos ellos estudiantes del "FEUS”, el “Comando Lacandones” integrado por estudiantes del IPN y la UNAM, “Los Guajiros”, “Los Macías”, y del grupo Oaxaca, dando origen a la llamada “Liga Comunista del 23 de Septiembre” organización que constituiría “La expresión más desarrollada del movimiento armado en esos años al lograr una presencia nacional”.

La unión de grupos estudiantiles, así como pandillas de barrios como “Los Vikingos”¹, fue determinante para que la Liga se convirtiera en uno de los principales opositores al gobierno y al sistema, de tal forma que llegó a considerarse el grupo guerrillero más numeroso. Cabe aclarar que los denominados “Vikingos” iniciaron su participación política dentro de la “Federación de Estudiantes de Guadalajara” FEG, desde el año de 1962, concebían tal fuerza que lo mismo podían inspirar fuerza, o infundir temor, tal como lo demuestra el siguiente testimonio de Ignacio Chávez Vázquez, integrante del FEG:

“Eran muchísimos y hacían lo que se les antojaba, hasta matar a golpes, como eran tantos no podía señalarse un culpable. Acá no entraba la policía. Recuerdo a algunos, a muchos los mataron, otros se fueron hasta Estados Unidos, algunos por ahí quedaron medio locos por tanta droga, alcohol y golpes que se metieron... se juntaban desde la calle 64 hasta la 82, y de la Calle Europa hasta Gómez de Mendiola,

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