¿Mendigo? Ya Verás Que No

¿MENDIGO? YA VERÁS QUE NO

No todos los países cuentan con riquezas arqueológicas que se cataloguen como Maravillas del Mundo, pero sí podemos decir que las naciones cuentan con un legado histórico que identifica a cada zona o región en el planeta.

Nuestro querido Perú fue catalogado por Antonio Raymondi como “un mendigo sentado en un banco de oro”, pero a esta aseveración habría que agregarle que este mendigo cuenta con un pasado cultural enigmático, majestuoso y grandioso, además que el banco de oro está finamente elaborado en una orfebrería que causa admiración a propios y extranjeros por la maestría con que la realizaron nuestros antepasados incas.

Somos uno de los países que cuenta con un legado histórico sin igual en las diversas áreas del saber humano, y sin bien muchas de las construcciones pre coloniales de nuestros ancestros fueron destruidas por el colonizador, encontramos una gran cantidad de zonas arqueológicas que conservan nuestro pasado como un tesoro de incalculable valor.

Hace cien años el mundo tuvo el privilegio de vislumbrar por vez primera la majestuosidad de Machu Picchu, hoy esta construcción es una Maravilla del Mundo, pues no ha dejado de encandilar a cuanto visitante con cada detalle que plasmado en la roca hace de nuestro querido Machu Picchu un monumento al esfuerzo y pujanza de nuestros pobladores incas.

Los incas, nuestros antepasados, se caracterizaron por el gran dominio de la ingeniería y la arquitectura, materias que se pragmatizan en las construcciones que hasta el día de hoy se mantienen en pie sólidos y firmes desafiando el paso del tiempo.

Los incas son los forjadores de una de las grandes culturas del mundo que han utilizado la piedra para perennizar su legado, como los egipcios y las pirámides, los mayas y sus construcciones. Una clara muestra de la trascendencia de nuestra cultura hasta la actualidad es Machu Picchu. En esta Maravilla podemos notar el dominio y manejo minucioso del trabajo que caracteriza a la civilización de los andes y que dominó una gran extensión del territorio sudamericano.

Siendo Machu Picchu Patrimonio Nacional y ahora reconocido mundialmente, se abre un nuevo precedente para nuestra historia que involucra el cuidado de la estructura arquitectónica del santuario de Machu Picchu. Es una ventana al mundo que muestra a nuestra nación como un pueblo con creencias místicas y una pujanza incaica que nos hace llegar al cielo por medio de la piedra tallada en la cordillera del Perú.

Todos los ingredientes son propicios para aprovechar al máximo el potencial turístico que todo el Santuario Histórico de Machu Picchu ofrece a los visitantes, sin perder de vista la responsabilidad que acarrea ser anfitriones de los visitantes que en promedio son 500 mil al año.

Cabe mencionar que el Santuario Histórico de Machu Picchu está ubicado en un área de 35 mil hectáreas que se encuentran protegidas por el Estado peruano, además debemos conocer que en el Art. 21 de la Constitución Política del Perú se establece la protección del Patrimonio Cultural de la Nación. Es cierto, las leyes como reguladoras del cuidado de nuestras riquezas culturales son imprescindibles, pero ¿qué nos corresponde a cada peruano con respecto al cuidado de nuestra historia material? Nos corresponde el respeto absoluto por la cultura nuestra, el cuidado del patrimonio cultural, la preservación de la cultura viva y la difusión responsable de la cultura que nos caracteriza como nación multicultural.

En la actualidad podemos notar que existe un cierto desinterés por parte de algunas escuelas en valorar lo nuestro, me refiero a que en ellas no se ve que propicien en sus alumnos la conservación y conocimiento de nuestro patrimonio. Pues si bien ciertos alumnos son guiados por profesores o tutores que demuestran cierta alienación, qué se podría

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