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RESISTENCIA INDÍGENA COMO GERMEN DEL PENSAMIENTO EMANCIPADOR


Enviado por   •  20 de Mayo de 2014  •  11.895 Palabras (48 Páginas)  •  5.732 Visitas

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RESISTENCIA INDÍGENA COMO GERMEN DEL PENSAMIENTO EMANCIPADOR.

Nuestros aborígenes desde que Cristóbal Colon” descubriera” América de 1492, se han resistido a dejar que los españoles y nosotros sus descendientes, cambiemos sus costumbres, y con justa razón, pues ellos son los verdaderos dueños de esta tierra.

Su amor por la vida y por su milenaria historia les ha dado valor para luchar por sus derechos, han intensificado sus reclamos y se han preparado para reivindicarse A pesar del tiempo trascurrido han logrado que sus costumbres, su lengua nativa y raza pura perduren.

Primero los conquistadores españoles, sus representantes y luego los gobernantes de la república solo se han dedicado a obligarlos e inducirlos a que aprendan nuestra lengua pero ¿Por qué no aprendemos nosotros también su idioma? Después de todo es el idioma que nos corresponderá hablar.

Los españoles trajeron sus ideas de superioridad de la raza blanca, y solo porque estaban mas adelantados que nuestros nativos en ciertos avances de civilización, solo porque según ellos Dios les había encomendado el sagrado y privilegiado deber de evangelizar a los salvajes, sin derecho real alguno, les arrebataron su territorios, los obligaron a trabajar cual animales de carga, día y noche durante y sin descansar para servir a sus manos.

Ya dice el refrán “no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista” sin embargo en este caso, pasaron 100 años y más, hasta que los indios mal nombrados así, empezaran a comprender el estado de miseria en la que estaban sumidos. El gobierno y la sociedad civil, poco a poco, están aprendiendo a valorarlos y respetarlos, ya no pueden estar confiados en que los indiecitos no harán ningún tipo de reclamos por los abusos de que son objeto.

Es cierto que los españoles nos enseñaron mucho y que nos trajeron numerosos frutos y animales que en nuestro continente no existían, pero abramos los ojos y entendamos nuestra historia, porque nosotros también les dimos mucho, con nuestro trabajo, nuestras pertenencias y nuestras riquezas, ellos llegaron a cambiarlo todo de repente y tan drásticamente, nos arrebataron nuestras creencias, nuestras costumbres, se llevaron el oro, alteraron nuestra paz y mezclaron nuestra raza.

Los españoles celebran la conmemoración de cada 12 de octubre, del descubrimiento de América como ellos lo denominan; pero nuestros aborígenes recuerdan en esa fecha los años que han mantenido su resistencia indígena, pues este continente ya estaba poblado cuando llegaron los libe ricos, por tanto no se trata de un descubrimiento. Los conquistadores lo que hicieron fue unir lazos entre dos continentes que no se conocían entre sí; el primero, Europa que se encontraba en pleno apogeo de la civilización, y el segundo América, que iba progresando lentamente.

Por lo tanto, fue tan solo el encuentro entre dos culturas, no un descubrimiento.

Conozcamos nuestra historia, entendámosla, porque es la única forma en que aprenderemos a respetarnos.

Debemos apoyar a nuestros nativos en la defensa de sus derechos, aquellos derechos que les legaron sus antepasados y que durante siglos les han sido negados. Tenemos el deber de gritarle al mundo que nosotros no somos ni hemos sido nunca inferiores a los españoles y en general a los europeos, pues bajo el color de la piel, tenemos la misma estructura física.

Es nuestra obligación preservar lo poco que nos queda de nuestro pasado, porque si permitimos su destrucción o desaparición, en el futuro nuestros hijos no podrán conocer su verdadero origen ni como los conquistadores cambiaron nuestras vidas y lo principal, es conocer el atropello a nuestra cultura ancestral, no permitiremos que se repita con nosotros, ya que en la actualidad, algunos países pretenden atribuirse el rol de salvadores del mundo, como en su momento lo hicieron roma y nuestros conquistadores

EL POPOL VUH

EL LENGUAJE DEL POPOL VUH

Originalmente, el Popol Vuh o Libro del Consejo de los indios quichés se transmitió por tradición oral hasta mediados del siglo XVI, en que fue escrito por un indígena en lengua quiché, pero con caracteres latinos. Posteriormente, el padre Francisco Jiménez, párroco de Santo Tomás de Chuilá, antigua población de Guatemala, lo tradujo al castellano. Más adelante, fue traducido a otros idiomas europeos por algunos estudiosos de los orígenes de las culturas indígenas en América.

En el Popol Vuh se narra sistemáticamente las etapas del pueblo quiché, a modo de una mito-historia, que abarca desde la prehistoria hasta la edad más avanzada. Además, se reconstruye la mentalidad primitiva, así como el desarrollo de las ideas, las artes, las ciencias y la cultura en general de los pueblos autóctonos de América.

La riqueza extraordinaria de su prosa poética consiste en esa revelación que se produce, a través de nombres de dioses mayores o menores, que representan las fuerzas de la naturaleza (el trueno es “la huella del relámpago”, el rayo es “el esplendor del relámpago”, ambos son espíritus del Cielo):

“...por los espíritus del Cielo llamados

Maestros Gigantes. Maestro Gigante Relámpago es el primero. Huella del Relámpago es el segundo”.

Dentro de este marco, centramos nuestra atención en señalar los aspectos más relevantes del lenguaje en el Popol Vuh:

Es un lenguaje simbólico, porque oculta una cosmogonía que no se dirige al pensamiento racional, sino a la mentalidad mágica del hombre. “Este libro es el primer libro, pintado antaño, pero su faz está oculta al que ve, al pensador”.

Es marcadamente poético, porque está lleno de imágenes, metáforas y símiles:

“Yo el sol, yo la luz, yo la lana (decía orgulloso el Principal Guacamayo). Que así sea. Grande (es) mi luz. Por mí andan, caminan los hombres. Mis ojos, en metales preciosos, resplandecen de ganas, de verdes esmeraldas. Mis dientes brillan en su esmalte como la faz del cielo”.

“Mi palabra está en mi vientre”.

“Oh Pluvioso, ¿qué darán las tribus que vienen a pedir tu fuego?

El lenguaje describe y narra el mundo noológico o mítico, como una explicación del origen o la causa primera del mundo cosmológico. En esta perspectiva se justifica el tratamiento maravilloso del mundo extralingüístico, en el que están presentes los dioses destinadores del bien y el mal.

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