TRABAJO PRÁCTICO Nº2 “QUEBRADA DE HUMAHUACA”

Instituto de Educación Superior Nº5 “José Eugenio Tello”

Carrera: Tecnicatura Superior en Turismo

Aquí, es donde los contrastes permiten vivenciar cotidianamente la riqueza de esa síntesis cultural que conforma la Nación.

Aquí, es donde lo indígena, lo andino, el sustrato americano, se conjuga armónicamente con lo europeo en una región que fue escenario de cruciales acontecimientos en la historia del continente; desde la heroica resistencia de los Omaguacas a los intentos de dominación incaica, el penoso tránsito de los conquistadores fundando ciudades, las expediciones libertadoras al Alto Perú, el renunciamiento de los éxodos hasta la increíble victoria de los gauchos mal pertrechados sobre las huestes españolas, comandadas por los oficiales que habían derrotado a Napoleón en Europa.

Aquí, donde pequeños pueblos guardan la historia, atesorando en el paisaje el patrimonio de la heredad americana.

Jujuy: el color, las tradiciones, los paisajes, la historia y la estirpe de una raza que todavía late en el alma de su pueblo, en la música y en las leyendas.

Índice de contenidos                                                                   Pág.

• Introducción.……………………………………………………………………………………………………………..…4
• Itinerario del circuito...…………………………….…………………………………………………………………
• Historia acontecida en la Quebrada de Humahuaca………………………………………………...
• Datos sobre Patrimonio de la Humanidad.……………………………………………………………….
• Bibliografía.…………………………………………………………………………………………………………………

Introducción.

Declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas por la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año 2003.[pic 1]

Comprende un itinerario cultural de 10.000 años que incluye comunidades originarias y sus culturas ubicadas en un extenso valle andino montañoso, de perfil asimétrico y de majestuosa belleza natural de 155 km de longitud por donde corre el Río Grande.

A lo largo de esos 10.000 años, este valle fue escenario, como vía de tránsito, de gran parte de los desarrollos culturales de la región y de países vecinos de la América del Sur. En un recorrido ininterrumpido que abarca desde la instalación de los primeros pueblos cazadores, hasta la actualidad. En tal sentido, la Quebrada de Humahuaca ha funcionado como vía de interacción longitudinal y transversal, vinculando territorios y culturas distantes y diferentes, desde el Atlántico al Pacífico y desde los Andes a las llanuras meridionales.

Fue camino de originarios exploradores, de arrieros y caravanas de paso en época temprana; ruta de los chasquis de los Tiwanacotas e Incas antes de la llegada de los españoles; vía del comercio entre el Río de la Plata y el Potosí a través del camino real; senda obligada de los ejércitos en la guerra de la Independencia argentina y vínculo contemporáneo entre diferentes países de la región, la Quebrada de Humahuaca ha representado y lo sigue haciendo, a un camino de ida y vuelta para un incesante intercambio cultural.

A lo largo de todo su territorio, se asentaron distintos pueblos como por ejemplo los Omaguacas, los Tumbayas, los Tilianes. Prueba de ello son decenas de antigales y pucaras, que se encuentran a lo largo de toda su extensión y que han convertido a la Quebrada de Humahuaca en un verdadero tesoro arqueológico. Se pueden encontrar allí, huellas culturales tangibles e intangibles que acreditan su autenticidad histórica como su integridad patrimonial.

La multiplicidad de elementos que la constituyen y que la convierten en un espacio único en Latinoamérica, ha dejado innumerables testimonios de la historia cultural regional. La línea de recintos prehispánicos fortificados, su asociación con una vegetación endémica peculiar y el contacto visual existente entre la gran mayoría de ellos.

Las creencias, celebraciones, los usos y costumbres, la música, las adaptaciones del lenguaje, las manifestaciones religiosas y tradicionales, los modos de vida y hasta los sistemas productivos característicos (incluyendo las terrazas de cultivo precolombinas), son parte de los legados reconocibles de este itinerario como resultado de la fructífera colaboración entre pueblos y culturas diversas.

Todos estos elementos permiten otorgar a este contexto un fuerte significado para una lectura plural de la historia y de la cultura universal.

De su belleza natural a ambos lados del Río Grande podemos destacar las montañas pintadas con tonalidades ocres, verdes, rojizas, amarillas, azules, una gama de tonos increíbles que se vuelcan en sus laderas, de clima seco donde el sol calienta y la sombra enfría.

Partiendo desde San Salvador de Jujuy hacia el norte, por la Ruta Nacional Nº9, Yala, Lozano y León son los primeros pueblos que forman parte de este valle. Entonces surge Volcán, más adelante nos toparemos con Tumbaya, donde se encuentra el Santuario de la Virgen de Punta Corral; así le sucede el pueblo de Purmamarca, lugar que posee el Cerro de los siete colores, también la Posta de Hornillos; a un pequeño poblado en el corazón de la quebrada llamado Maimará le seguirá Tilcara, Huacalera, Uquía, y finalmente la ciudad de Humahuaca.

A pesar de su aridez, la Quebrada de Humahuaca es un ámbito muy favorable para la ocupación humana, ya que combina tierras fértiles e irrigables, buenos pastos para el ganado, frutos y animales silvestres para la recolección, llegó a dar sustento a una densa población hacia el final de la era prehispánica y aun hoy produce alimentos para consumo de una vasta región. Interpuesta entre el Altiplano y los valles subtropicales, constituye además una vía obligada para la circulación de recursos en el heterogéneo paisaje de la Cordillera Oriental y una ruta nacional para la comunicación entre las sociedades andinas y las chaqueñas o amazónicas. Esto le confiere importantes ventajas estratégicas y, desde el amanecer de la historia, definió su destino de nexo entre regiones y pueblos.

El modo en que la Quebrada desempeñó su papel articulador fue cambiando a lo largo del tiempo, conforme los grupos humanos adoptaban nuevas formas de proveer su sustento y de relacionarse entre sí. Así, con el correr de los siglos, fue territorio del cazador nómade, circuito de trashumancia, senda de caravanas camino del Inca, Camino Real, ferrocarril del norte, Ruta Panamericana y corredor bioceánico. Sirvió de espacio de encuentro, intercambio o enfrentamiento entre pastores puneños y agricultores de valle, culturas andinas y selváticas, indígenas y europeos, patriotas y realistas. Por ella circularon la sal y el maíz, el sebil y la turquesa, el aguardiente y la plata potosina.

Diez mil años de historia han dejado innumerables huellas en el valle del Río Grande. Poblados en ruinas, antiguas terrazas de cultivo, enigmáticas figuras grabadas en las rocas, capillas coloniales y una rica cultura en la que se funden elementos de raíz prehispánica, criolla y europea, son solo los rastros más notorios de una gesta que se inició al final de la Edad de los Hielos, cuando reducidos grupos de cazadores descubrieron el valle y contemplaron por primera vez los colores de sus cerros.

Itinerario del circuito

[pic 2]

Nuestro itinerario de guiado será el siguiente, partiendo desde San Salvador de Jujuy por la ruta nacional Nº9 hacia el norte de la provincia:

1. Yala
2. León
3. Bárcena
4. Volcán
5. Tumbaya
6. Purmamarca
7. Posta de Hornillos
8. Tilcara
9. Huacalera
10. Uquía
11. Humahuaca
12. Tres Cruces

Historia acontecida en la Quebrada de Humahuaca

El nacimiento del Imperio Inca se atribuye a Manco Capac, quien en el siglo XIII, siguiendo instrucciones de Huiracocha su padre, fundó la capital en Cuzco, lugar exacto donde su bastón de mando se hundió en el suelo y se transformó en un árbol florido. Hasta aquí el mito.[pic 3]

En realidad, los Incas descendían de una tribu de origen amazónico instalada a comienzos del siglo XIII en la región del Cuzco y que, poco a poco, fueron dominando a sus vecinos más fuertes y poderosos: los Collas, los Quechuas y los Chancas. Más tarde, los acontecimientos se precipitan. Esencialmente conquistadores instituyen un sistema político de tupo teocrático y lo extienden a toda la zona y pueblos andinos. A través de un mosaico de culturas y civilizaciones, llegaron a forjar un Imperio de unos seiscientos mil kilómetros cuadrados. En 1438, el Inca Pachacuti sube al trono imperial, y los pueblos andinos experimentan una serie de cambios bruscos y rápidos. En menos de un siglo, Pachacuti y sus sucesores conquistan un territorio con una longitud de cuatro mil kilómetros. El expansionismo va acompañado de profundos cambios sociales y culturales. No aniquilan a los pueblos vencidos, más bien los integran en sus instituciones y ordenamientos jurídicos. Terminan las invasiones y la Pax Incaica se extiende por todo el territorio andino.

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