ACTIVIDAD INTEGRADORA SEMANA 7 UNIDAD 4

PODER PRESIDENCIAL Y RECURSOS NACIONALES

INTRODUCCIÓN

Para México, los años 70 fueron de tránsito entre dos modelos: el desarrollista y el neoliberal, que comenzó con el régimen de Miguel de la Madrid Hurtado.

Entre los años 1970 y 1982 se pensaba que se iba a consolidar el crecimiento de la industria, así se crearían más empleos, se liquidaría la deuda y se crearía una sólida estructura exportadora.

Pero nada más lejos de la realidad; en ese periodo, México sufrió la crisis económica más profunda en décadas.

Esta década puede distinguirse en dos partes diferenciales. Primero gobernó Luis Echeverría, el cual implementó el modelo de Desarrollo Compartido y más tarde llegó el mandato de José López Portillo, que puso en liza el modelo económico conocido como Alianza para la producción.

A continuación explicaremos más a detalle las decisiones y consecuencias de cada modelo pero haciendo un resumen de esta década, el balance fue la crisis que se materializó en la drástica contracción de la inversión privada, en el endeudamiento del sector público, la fuga de capitales, nacionalización del sistema bancario, control del tipo de cambio y una recesión con inflación. A partir de entonces, el término crisis se convirtió en común denominador de la política económica mexicana.

DESARROLLO DEL TEMA

En estos años, en México se dio una fuerte crisis y varias devaluaciones importantes del peso. Esto fue producto de un gobierno mal administrado por los políticos. Los modelos que los gobiernos de Echeverría y López Portillo iban a implementar, auguraban que México sería un país afortunado y privilegiado. En la primera mitad de la década y con el modelo de Desarrollo Compartido, se buscaba aumentar las exportaciones, tener mayor productividad o distribuir mejor los beneficios del progreso entre la población entre otras cosas. Sin embargo, nada de esto se consiguió, sino todo lo contrario; el incremento de la burocracia o la elevación del déficit público a través de la deuda externa fueron algunas de las consecuencias de este modelo. En esta época se impulsó el pluripartidismo, pero esto disolvió en forma violenta a los grupos armados. En esta época se dio una escasez en productos agrícolas del cual el sector tardó en recuperarse años. Al final de su gestión, Echeverría fue el blanco de la repulsa de la gente que contaba, ansiosa, los días que faltaban para que se marchara. En su libro Los presidentes, Julio Scherer dice que "El presidente Echeverría envenenaba el ambiente y recomendaba paciencia. Voz de resonancia universal, candidato al premio Nobel de la Paz, pregonaba que cumpliría la ley."

La llegada del nuevo presidente López Portillo devolvió la ilusión a los ciudadanos ya que lo veían como un hombre con porte y buen orador. Su discurso finalizaba con una palpitante arenga: “¡Sigamos haciendo revolución en la revolución!”.

Pero Javier López Portillo inició su mandato con una grave crisis económica. La inflación alcanzo cuotas de hasta 40% y 50% y el se iba desplomando frente al dólar. Ya para principios de 1982, la política económica había hecho del peso una moneda notablemente sobrevaluada, lo que alentó a la dolarización de la economía. López Portillo, en una ocasión, dijo que: “Presidente que devalúa, es presidente devaluado.” Y así sucedió. Otras muchas acciones en el terreno económico y político hacían que la crisis fuera agrandándose a pasos agigantados. El uso de mensajes religiosos durante la visita del papa, representó una estabilidad política frente a la crisis. La crisis económica se

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