Acropolis Griega

Introducción

Las acrópolis han tenido muchos cambios a lo largo de su historia, siendo desde un lugar político, vivienda de los soberanos de la ciudad hasta llegar a un templo sagrado para adorar a los dioses.

La Acrópolis de Atenas tal como su historia es impresionante sus construcciones no se quedan atrás, fue construida sobre una colina rocosa donde anteriormente se encontraba un palacio micénico. En ella se levantaron cuatro obras maestras en el arte griego clásico, los templos del Partenón, el Erecteion, los Propileos y el de Atenea Niké. Anualmente se celebran las fiestas Pantenaicas, en las que una procesión de las hijas de las mejores familias áticas entregaba a la diosa Atenea de nuevo peplo, una especie de túnica. Sus orígenes remontan tanto en la tradición griega que es difícil separar de la real leyenda.

Historia de la acrópolis de Atenas

Las acrópolis de la época prehistórica, respondían básicamente a las funciones de sus contemporáneas más elaboradas, no solo eran empleadas como refugio, sino que también como lugar de vivienda del soberano del país. La transformación de la Acrópolis de un centro político y estratégico que anteriormente había sido en un lugar de culto religioso exclusivamente, está relacionada con inmensos cambios producidos en el país griego hacia los fines de II milenio a. de C. Pueblos primitivos, no extranjeros, invaden devastando durante el siglo XII a. de C. los centros de la civilización micénica, conquistando una acrópolis tras otra, poniendo el país en un total caos.

Esto obliga a buscar refugio a las personas en nuevos lugares. Mucha gente fue muerta. El único de los estados griegos que se libró de la invasión, fue Atenas, de la cual su rey Codros, luchó contra el enemigo. Después de la muerte de Codros, empezó gradualmente a formarse un cambio en la vida política de Atenas. El poder ejecutivo que antes se concentraba en las manos de un rey, ahora es repartido entre varios simultáneamente por un período limitado. Así a pesar de que la estructura social sigue siendo aristocrática, son introducidas las bases de lo que más tarde llegará a ser el régimen político democrático.

Los nuevos nobles los "áristos" como han sido denominados, son los ricos terratenientes, no queriendo de vuelta a la monarquía, trasladan al centro político de la acrópolis, a la ciudad baja y a la parte de esta situada en la pendiente nórdica de la roca-acrópolis, en el lugar donde poco a poco se desarrolla el ágora o mercado. La Acrópolis es transformada en lugar de culto como roca sagrada y no será de nuevo una fortaleza sino que después de unos 1000 años, en el final del período antiguo.

Con este nuevo empleo de la Acrópolis como santuario, surgen nuevas como sucedió con las de Yaliso y Lindos. La a. de Yaliso, en la isla de Rodas, ha sido localizada en el extremo norte de una larga explanada en el monte Fileremo, con el templo y el santuario de Atenea, reconstruido en el s. III-II a. C. La a. de Lindos en la costa sur de Rodas, se levanta sobre un promontorio rocoso de 116 m., rodeada en semicírculo, por la ciudad. Ya en época micénica su acrópolis fue lugar de culto que recuerda el de los dioses micénicos. Posteriormente se levantaron otros templos, escaleras, propileos, etc.

Acrópolis de Atenas

Con el acenso al poder del poder del tirano Pisístrato Atenas dejo de ser una pequeña población de poca importancia. Pero por la caída de los tiranos Hiparco e Hipias, un oráculo declaro maldita la muralla que protegía a Atenas y fue destruida, y así quedó sin protección. Los persas aprovecharon esta situación para arrasar Atenas en 480 a.d.C., pero en la batalla de salamina el rey Jerjes fue derrotado por Temístocles, quien a su regreso a la ciudad mando a reconstruir la muralla de la Acrópolis, con los templos y las columnas a la vista, para que los griegos no olvidaran la afrenta, posteriormente, Cimón enterró las estatuas y los fragmentos diseminados por la meseta en unas fosas al sur de la Acrópolis.

El momento de máximo esplendor lo inauguró Pericles, quien encargó a Fidias la dirección de las obras de reconstrucción de la Acrópolis. Primero se inició el Partenón, después los Propileos, luego el templo de Atenea Niké y, finalmente, el Erecteion. Cuando acabaron los trabajos de reconstrucción, los templos estaban integrados en un conjunto armonioso adornado con estatuas de bronce o piedra, una visón muy distinta a la actual, que produce la sensación de que los templos están aislados. Desde aquella época, la Acrópolis

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