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Analisis Capilla Sixtina


Enviado por   •  6 de Julio de 2014  •  2.564 Palabras (11 Páginas)  •  2.037 Visitas

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INTRODUCCION:

El 12 de octubre de 1512, Miguel Ángel Buonarroti desveló ante el papa Julio II sus extraordinarias pinturas al fresco sobre el techo de la capilla Sixtina. Profetas, sibilas y escenas del Antiguo Testamento se sucedieron ante los ojos admirados del ilustre espectador. Miguel Ángel tardó cuatro años en terminar su obra, que realizó en durísimas condiciones: el artista, que había construido sus propios andamios, trabajó a veinte metros de altura, en posturas casi imposibles y soportando el goteo del pigmento sobre sus ojos. Además, Miguel Ángel se atrevió con la pintura al fresco, una técnica completamente desconocida para él

ESTADO DE LOS FRESCOS

Los descubrimientos de las investigaciones de 1979 mostraron que el interior de la capilla, y particularmente el techo, estaban cubiertos con una mezcla de humo de velas compuesto por cera y hollín (carbono amorfo). Sobre las ventanas (la principal fuente de ventilación), las lunettes estaban prácticamente opacas por el humo y los gases de la ciudad, mucho más sucias que el propio techo.8 El edificio era un poco inestable y ya se había movido antes de los trabajos de Miguel Ángel en 1508, lo que provocó grietas en el techo y en una pechina que eran tan grandes que se rellenaron con ladrillos y mortero antes de pintar. La zona superior de la bóveda ofrecía a Miguel Ángel una superficie irregular debido a las grietas y a las filtraciones de agua.1

La continua entrada de agua por el techo y por los pasillos al aire libre que se encuentran por encima del nivel de la bóveda provocó las filtraciones de agua que introdujeron sales del mortero del edificio y la depositaron en la bóveda debido a la evaporación. En algunas zonas esto hizo que la superficie de los frescos se levantase y abombase. Aunque la pérdida de color era un problema serio, el abombamiento de la superficie no lo era, ya que la fineza y transparencia de la pintura que usaba Miguel Ángel en la mayor parte de la bóveda permitía el paso de las sales sin que se quedasen bajo la superficie.

Todas las restauraciones previas habían dejado su marca en los frescos. Para eliminar el blanqueo producido por el salitre, se aplicó grasa animal y aceite vegetal, que hacía más transparentes los cristales de sal, pero que dejaba una capa pegajosa que acumulaba suciedad. Otro problema, más obvio en los pequeños puttos que sujetan los nombres en las pechinas, era el salitre filtrándose por las pequeñas grietas y provocando anillos oscuros en la superficie. A diferencia de los depósitos de sal cristalinos, estos no se pueden eliminar y la mancha es irreversible. Las capas de barniz y pegamento se habían aplicado a muchas áreas. Estas se habían oscurecido y vuelto opacas. Los restauradores habían pintado detalles sobre las zonas oscurecidas para definir los rasgos de las figuras. Esto era especialmente significativo en los lunettes, sprandels y las partes bajas de las pechinas.

Se descubrió, tras un intensivo examen, que quitando los depositos de humo, filtraciones de agua y grietas estructurales, la fina "piel pictórica" de los frescos de Miguel Ángel estaba en perfectas condiciones. Se cree que Miguel Ángel había usado las mejores tácnicas del fresco, como describe Giorgio Vasari.12 La mayor parte de la pintura estaba bien adherida y necesitaba pocos retoques. El yeso sobre el que las pinturas se encontraban necesitaba en general asegurarse ya que los anteriores restauradores habían puesto clavijas de bronce en él.

PROTECCION AMBIENTAL DE LOS FRESCOS

Una vez que las capas de cera, barniz y pegamento natural se quitaron de la superficie de los frescos de la Capilla Sixtina, éstos se encontraban ante peligros que los anteriores restauradores no habían predecido.

Uno de los mayores peligros para los frescos actualmente son las emisiones de los automóviles. El segundo mayor peligro es la cantidad de turistas que pasan por la capilla cada día, que provocan cambios de temperatura, humedad, polvo y bacterias. Las superficies de yeso limpias están en mayor peligro ante estos elementos destructivos que aquellas que están cubiertas por una capa de cera humeante.

Anteriormente, el único sistema de ventilación de la capilla eran las ventanas del nivel superior de las paredes. Para impedir que entrasen los gases de combustión y los contaminantes atmosféricos traídos por el viento se cerraron las ventanas de manera permanente y se instaló un sistema de aire acondicionado.

La instalación corrió a cargo de Carrier de la United Technologies Corporation y se completó con la cooperación de la Oficina Vaticana de Servicios Técnicos. Se diseñó especialmente para contrarrestar los problemas específicos de la capilla, como son los rápidos cambios de temperatura y humedad que suceden cuando empiezan a entrar los turistas cada mañana y cuando se marchan al final de la tarde.

El aire acondicionado no sólo controla la temperatura, sino que también monitoriza los cambios humedad relativa entre los meses de verano e invierno para que los cambios atmosféricos sucedan de manera gradual. El aire cercano a la bóveda es templado, mientras que el aire en la parte baja de la estancia es más frío y hace que circule más rápido, provocando que las partículas de suciedad caigan al suelo en vez de subir hacia el techo. Además existen filtros para las bacterias y los contaminantes químicos.

Especificaciones ambientales:13

• Temperatura: 20 °C en verano, subiendo gradualmente hasta 25 °C en invierno.

• Humedad relativa en la bóveda: 55% +/- 5%.

• Filtro de aire: elimina partículas de hasta 0,1 micras.

• Sensores: 92, de los cuales la mitad son para soporte en caso de fallo

• Longitud cables: 26 km.

Otro punto importante es que a partir de la limpieza de los zapatos de los visitantes, el desempolvado de ropas y la reducción de la temperatura y calor corporal. Se opta por poner a punto un método de aspiradoras antes del ingreso en la Capilla para cubrir los primeros 100 metros de la entrada con una especie de alfombra que limpie los zapatos, además se instalarán unos agujeros en el recorrido que aspirarían el polvo de los vestidos, rebajando el calor y la humedad corporal.

Por otro lado la empresa Carrier desarrollo un sistema que baña las paredes y el cielo con humedad y aire. Este aire es purificado por unos poderosos filtros que remueven los químicos y las partículas del tamaño de las bacterias.

Los visitantes, mientras tanto disfrutan una corriente de aire poderosa que mantiene el polvo y la humedad a nivel del suelo.

Y a menos que sepa hacia donde dirigir la mirada, el sistema es prácticamente invisible para los visitantes- y no fue una tarea fácil, considerando que el edificio tiene 400 años de antigüedad y cuenta con algunas paredes de 10 pies de grueso.

CONTROLES AMBIENTALES

El sistema se apoya en el CCN (Carrier Comfort Network), un dispositivo de control digital directo basado en microprocesadores, patentado por Carrier e instalado atendiendo a la más profunda consideración dado el entorno histórico en el que se encuentra.

El equipo que regula la temperatura, limpia el aire y controla la humedad. Es un conjunto de elementos entre los que destacan, una enfriadora con una capacidad de 200 kW y una unidad de tratamiento de aire con capacidad para tratar y acondicionar 17.000 m3 de aire, ambas de Carrier, además de bombas, torres de refrigeración, etc. Todos estos componentes conectados al CCN que controla el sistema.

El sistema se diseño para mantener las condiciones interiores óptimas, minimizando: el flujo de aire sobre los frescos y los niveles sonoros de los equipos.

El sistema que proporciona la estabilidad a los frescos es un conjunto de elementos individuales -enfriadores de agua, manivelas de aire, bombas, válvulas, torres enfriadores- unidos por una red electrónica computarizada que permite que cada unidad por separado se comunique entre sí para responder a los cambios en humedad y temperatura registrados por los sensores dentro de la capilla. Ya que existen cosas más interesantes que observar dentro de la Capilla, los 92 sensores colocados al lado de las cámaras de vigilancia: son detectores de contaminación (40 sólo por seguridad) que monitorean continuamente la temperatura del aire, el punto de condensación y la temperatura de la superficie de las paredes y el techo, son virtualmente invisibles. Los 26 kilómetros de cable que entrelazan los sensores son difíciles de detectar.

Dos terminales, una ubicada en la planta eléctrica del Vaticano y la otra ubicada en el área de los restauradores, prácticamente permite a los humanos hablar con el sistema y obtener información. Los elementos individuales del sistema de aire acondicionado, basan su información en los datos recibidos de los sensores y son controlados por un microprocesador electrónico en el sistema.

Los dispositivos que miden la contaminación están instalados desde verano de 2011. Si el público respira, por lo que emite dióxido de carbono. Pero, además, camina, y, con el movimiento, el polvo que trae en su ropa se mueve y se posa, en parte, en los frescos.

Si los sensores de la Capilla indican que la humedad se incrementa, el sistema determinará que se debe enfriar el aire para remover la humedad, ya que el aire frío transporta menos humedad.

La señal del controlador es enviada a un enfriador Carrier, ubicado dos pisos más abajo de la Capilla, para iniciar la producción de aire frío. Otros controles del circuito abren válvulas y arrancan bombas para enviar el agua a través de tubos fuera de la Capilla a una unidad de manejo de aire fabricado por Carrier Francia. El aire externo pasa a través de tubos donde se retira el agua y el aire es deshumedecido. La temperatura del aire resultante es reajustada de acuerdo al rango establecido por un controlador independiente.

Durante los meses de invierno, cuando hay menos visitantes, se debe agregar humedad al aire externo. El proceso funciona en forma contraria, ya que el controlador envía la señal al enfriador para detener la operación y abrir las válvulas que envían agua caliente y calientan el serpentín. El aire caliente, que ahora contiene más humedad, pasa a través de un limpiador de aire de alta presión donde se agrega la humedad necesaria.

Además de ser calentado, enfriado, humedecido o deshumedecido, el aire externo es filtrado para remover polvo y otras partículas. Después pasa por filtro químicos para remover gases contaminantes. Para finalizar pasa a través de un filtro final que remueve bacterias, polen, polvo de moscas y otras partículas tan pequeñas como .1 micrón, es decir 1/10,000,000 de metro. Estas partículas ya no podrán obscurecer el trabajo de Miguel Angel.

Después de este proceso el aire es enviado a las paredes de la Capilla donde es distribuido por difusores individuales, cuidadosamente colocados en seis ventanas de la Capilla.

El sistema Carrier utilizó expertos ingenieros de Italia, Francia y Estados Unidos. Instalar tecnología de punta, en una estructura del siglo XV, también es un arte. Colocar sensores, conductos y cables sin dañar la integridad estética de la capilla ni las sólidas paredes de mampostería, con un promedio de grosor entre 1.5 y tres.

Si los restauradores y la tecnología no pueden regresar el tiempo, si pueden detenerlo. Así que observemos detalladamente los frescos de Miguel Angel. Quizá el objetivo final del sistema Carrier sea la historia ya que constantemente acumula información permitiendo a los científicos revisar el micro clima de la Capilla. Combinando esta información, con las bases de datos obtenidas durante la restauración, los científicos pueden anticipar los problemas que una vez más atenten con opacar la brillantez de Miguel Angel.

La contaminación es culpa del propio éxito de la Capilla Sixtina, lugar obligado de visita para los turistas. En 2011, recibió unos cinco millones de visitantes. El Vaticano decidió revisar su sistema de climatización y tomar medidas para proteger las obras maestras del Renacimiento.

Para complicar las cosas, cada obra se deteriora de forma diferente. Por ejemplo, hay un fresco de Miguel Ángel del siglo XVI que fue realizado con una técnica tan perfecta que, incluso ahora, cinco siglos después, su conservación no resulta complicada. En cambio, otros frescos anteriores, del siglo XV, son más difíciles de conservar.

Por el momento, el Vaticano no va a impedir a millones de turistas visitar una de las cumbres del arte pictórico. Simplemente, vigilará su estado para que no se deterioren. Será porque es una de sus mayores fuentes de ingresos.

De los cincuenta sensores, 36 fueron alojados en tubos colgantes que atraviesan, hacia lo alto, los murales de la capilla. Los restantes catorce son fijos y están afianzados en las cornisas de las paredes.

El objetivo principal de los dispositivos es controlar el polvo que se genera en el recinto y que causa en los frescos reacciones químicas no deseadas. Por su parte, el nuevo sistema de climatización garantiza una adecuada y constante circulación del aire y una reducción de los agentes contaminantes, tanto sólidos como gaseosos.

SISTEMA DE ILUMINACION ESPECIAL.

La emblemática Capilla Sixtina de Roma se podrá contemplar con un nivel de precisión único en los últimos quinientos años gracias a una nueva solución de iluminación proporcionada por Osram, que gracias a la tecnología LED ofrece una mejor iluminación

Se podrá contemplar con un nivel de precisión único en los últimos quinientos años gracias a una nueva solución de iluminación proporcionada por Osram, que gracias a la tecnología LED ofrece una mejor iluminación al tiempo que permite una óptima conservación de las históricas obras de arte.

Además, la nueva solución de iluminación consume un 60% menos de energía que la instalación precedente. "El arte requiere las condiciones más exigentes en materia de luz. Los frescos de la Capilla Sixtina están siendo sometidos a las mismas especificaciones que el Museo Lenbachhaus de Múnich, muy estrictas en cuanto a iluminación y conservación", afirmó el director de Tecnología de Osram y miembro del consejo ejecutivo responsable de negocio de iluminación general, Peter Laier.

Alrededor de 7.000 LEDs iluminarán de forma homogénea la Capilla Sixtina a partir del próximo año, lo que permitirá mostrar la famosa obra en toda su plenitud.

El espectro de color ha sido adaptado con alta precisión a los pigmentos de color de las pinturas de los frescos de Miguel Ángel, sobre una base científica.

Por otra parte, se ha prestado especial atención a la dirección de la luz, lo que asegura que la pintura esté uniformemente iluminada y sin deslumbramiento para los visitantes. Las luminarias quedan fuera de la vista del observador, debajo de las ventanas, para garantizar que el flujo de luz vaya en la misma dirección que la luz natural.

Hasta ahora, las obras de arte no podían ser contempladas de manera adecuada ya que dependía de la entrada de luz natural, limitada por las restricciones tecnológicas y de conservación.

CONSERVAR EL ARTE.

El aspecto conservacionista, es decir, la protección de las obras de arte, ha jugado un papel muy importante durante la planificación del proyecto: la nueva solución LED es mucho más suave y cuidadosa que todas las formas artificiales de luz alternativas.

Con un nivel de iluminación de aproximadamente 50 a 100 lux (previamente era de 5 a 10 lux), se asegura que la técnica puede discernirse claramente, pero ocasionando el mínimo deterioro de las creaciones artísticas.

Además de la calidad de la luz, la nueva solución de Osram también es significativamente más económica que el sistema anterior. Aunque el nivel de iluminación se ha incrementado de forma considerable, el consumo de energía para la iluminación de la Capilla Sixtina se ha reducido en más de un 60%.

La razón de esto no es sólo la aplicación de LED de bajo consumo, sino también la minuciosa planificación de la iluminación realizada con gran precisión y aprovechamiento de los efectos lumínicos.

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.ecologiaverde.com/control-de-la-contaminacion-en-la-capilla-sixtina/#ixzz34HebtMzq

http://es.wikipedia.org/wiki/Restauraci%C3%B3n_de_los_frescos_de_la_Capilla_Sixtina

http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/7939/mayor_proteccion_para_los_frescos_capilla_sixtina.html

http://elpais.com/diario/1993/06/05/cultura/739231207_850215.html

http://www.carrier.es/obras/capilla.htm

http://www.carriercca.com/learn_more_03.cfm

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