CENTRALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN EN EL PERÚ
Enviado por javux0011 • 18 de Marzo de 2013 • 1.927 Palabras (8 Páginas) • 780 Visitas
UN REMEDIO DE AMPLIO ESPECTRO
Según muchos peruanos, la descentralización es, en teoría, una reforma
institucional y un proceso de cambio imprescindible para modernizar y
democratizar la sociedad peruana, para reformar el Estado peruano, para reducir las
desigualdades y divergencias económicas regionales y locales, en consecuencia
para reducir la pobreza. Es decir, es un remedio de amplio espectro, con múltiples
fines.
Esto es un problema, pues, estamos frente a una reforma que debería
resolver lo que las políticas macroeconómicas, sectoriales y sociales no han podido
hacer hasta ahora. Se le pide demasiado a la descentralización, por ejemplo cambiar
varias estructuras económicas, políticas, institucionales y culturales, con la sola
regionalización, creación de gobiernos regionales y reforzamiento de los gobiernos
locales. Presentada así, la descentralización es probablemente el mayor desafío,
económico, social y político que tienen frente a sí los peruanos.
Para acometer un desafío de esta magnitud, la descentralización debe partir
de una concertación de esfuerzos durante varios años (15 a 20 años) entre todos los
sectores de la población, con una conducción y liderazgo claros en cada gobierno,
pero como una política de Estado.
CENTRALIZACIÓN “DURA” VERSUS DESCENTRALIZACIÓN
ESTATAL
Es importante tener claridad sobre lo que se entiende por descentralización,
para orientar bien las energías sociales y para encaminar adecuadamente las
políticas públicas. Los resultados logrados por la descentralización deberían ser
comprobadamente superiores a la centralización, para que se justifique el proceso.
Por ello, se debe avanzar con cuidado, con mucho espíritu práctico, en base a la
concertación y sumando esfuerzos.
La descentralización es un medio para reducir los problemas de desigualdad
de oportunidades para el desarrollo humano, generados por la centralización
económica y el centralismo político. Ambos problemas están muy conectados y,
bajo ciertas circunstancias, se retroalimentan y generan un centralismo “duro”
difícil de conmover y cambiar. 2
La centralización económica es un problema cuando la producción e
ingresos del centro (Lima o cualquier capital de departamento) son siempre
mayores que en la periferia (el resto del país o el resto de la región), y son
divergentes en el largo plazo. Es decir, la centralización económica no genera
mecanismos de igualación y de difusión de los frutos de crecimiento entre regiones.
Es un problema de concentración de poder económico en el centro, con escasos
mecanismos de redistribución. Esto se debe a la concentración en Lima del capital
humano, capital físico y financiero.
Existe centralismo político cuando el nivel más alto de gobierno (el gobierno
central) acapara las funciones y los recursos del Estado, mientras que los gobiernos
regionales o locales tienen pocas competencias e influencia en sus ámbitos. Es pues
un problema de concentración del poder político en el gobierno central.
El mayor problema surge cuando, como en el caso del Perú, la centralización
económica alimenta al centralismo político y este a su vez refuerza a la primera. El
mecanismo que genera esta retroalimentación es el siguiente: la concentración de la
producción y empresarial genera una mayor tributación en Lima y principales
ciudades, lo que permite al gobierno central tener capacidad de gasto, el cual se
asigna en función del número de electores y ciudadanos, los cuales se encuentran
en su mayor parte en el centro. Este gasto, a su vez, dinamiza la demanda de Lima,
favoreciendo incrementos en la producción del centro y así sucesivamente. Así se
cierra el círculo perverso del centralismo.
Frente a un problema de “centralización dura”, la descentralización se
presenta como una necesidad. Sin embargo, se señalar que la centralización
económica es la que genera el centralismo estatal, en consecuencia, es necesario
plantear una estrategia que lleve a la descentralización económica, como fin último.
La descentralización estatal es un instrumento importante pero insuficiente, para
resolver este problema.
Desde el punto de vista económico, la descentralización estatal tiene el
desafío de cambiar los flujos de inversión privada hacia otras ciudades fuera de
Lima, para crear centros económicos alternativos a Lima. Para ello se requiere que
el gobierno central, los futuros gobiernos regionales y locales generen liderazgos
claros y modernos, planteen políticas sectoriales y sociales descentralizadas, que se
provean de medios
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