Capítulo IV: El reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

Capítulo IV: El reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

La Restauración puso fin a uno de los principales problemas que existieron en España durante todo el s.XIX: la incapacidad de los partidos de la monarquía constitucional para convivir de manera pacífica y estable en un mismo sistema político. La Restauración resolvió los problemas que provenían desde el s.XIX y creó un sistema político liberal, pero no democrático debido a que sus artífices entendían que la política solo la podían dirigir las élites.

El sistema fue capaz de superar la crisis de la pérdida de las colonias, pero no aguantó la entrada en el nuevo siglo, el XX. Los partidos atravesaron una crisis de liderazgo tras la muerte de sus líderes Cánovas y Sagasta. Además el nuevo monarca, Alfonso XIII que alcanzó la mayoría de edad en el 1902, quiso tener un papel político activo a diferencia de su padre. Debido a esto entre 1902 y 1907 vemos una crisis de gobierno (las llamadas crisis orientales) porque se fraguaron en el palacio de Oriente. Esto hizo que hubiera una gran inestabilidad política con 10 breves gobiernos sucesivos. Se alcanzó cierta estabilidad gracias a la jefatura de los principales partidos monárquicos de Maura y Canalejas. Pero desde 1913 atravesaron una etapa de peleas y rupturas que acabaron precipitando, en 1917, el fin del turnismo.

I.        El turno de partidos en la encrucijada: 1902-1917.

Al comenzar el s.XX vemos varios cambios en los resultados electorales que entorpecieron el turnismo. Para empezar, un sector del electorado urbano se emancipó del gobierno municipal, los republicanos ganaron 35 escaños en las elecciones de 1903 y en Cataluña empezaba a ganar importancia la Lliga Regionalista (en 1901 obtuvo sus primeras actas parlamentarias y en el 1911 tenía 15 diputados). Pablo Iglesias conseguía el primer escaño socialista en el 1910 y se mantuvo el solo hasta 1918. Ocurrieron otros cambios como la de número de distritos propios que aumentó en detrimento de los mostrencos. En los propios un diputado, gracias al pacto de las fuerzas locales, renovaba su escaño y no importaba que partido gobernaba mientras que en los mostrencos el gobierno imponía su candidato sin problemas. La estructura de los partidos dinásticos no había cambiado, ni cambiará, y seguían siendo grandes coaliciones de facciones y redes clientelares. Las facciones se hicieron más fuertes tras la muerte de Cánovas en 1897 y Sagasta en 1903. En esa lucha de liderazgo se aprovechó cualquier recurso para afianzar su posición (como una mayor implicación de la Corona en la política, cosa que Alfonso XIII aceptó).

I.I – Luchas por el liderazgo conservador y liberal: 1902-1907.

Entre diciembre de 1902 y junio de 1905 se sucedieron 5 gobiernos conservadores debido a la lucha por el liderazgo en el partido entre Villaverde y Maura y la intervención del rey en dicha contienda. Villaverde era la segunda autoridad en el partido conservador (además gobernó 2 veces entre estos años) pero el líder del partido, Silvela prefería a Antonio Maura, del Partido Liberal, a su lado. Maura abandonó su partido y se unió al de Silvela en diciembre de 1902 ocupando el Ministerio de Gobernación (cargo de los delfines de los líderes políticos). Esto rompió al partido conservador y el ala de la oposición estaba liderada por Villaverde. Aun así, Maura ganó el liderazgo cuando Silvela se retiró de la política en el 1903. Maura tenía el apoyo de la mayoría conservadora para seguir gobernando. Pero el rey designó a Villaverde como remplazo de Silvera, pero el poco apoyo parlamentario hizo que su gobierno fuera breve y le sucediera Maura. Maura intentó reformar la administración local y la Ley Electoral pero su relación con el monarca hizo que dimitiera. Durante el gobierno de Silvela, Maura había organizado las elecciones conservadoras de 1903, una de las más limpias de la época, y los republicanos entraron con fuerza en el Congreso. Pero el motivo para su renuncia fue que en 1904 el monarca Alfonso XIII designó al jefe del Estado Mayor del ejército sin consultar al gobierno, cuando en la Constitución ponía que debía hacerlo. Maura no lo aceptó, no firmó el nombramiento y dimitió. Fue sucedido por el general Azcárraga que no puedo gobernar por las peleas entre mauristas y villaverdistas. Por lo tanto en el 1905, Villaverde volvió a la presidencia, pero seguía sin contar con el respaldo de la mayoría parlamentaria y nuevamente dimitió. Alfonso XIII llamó al gobierno a los liberales. A finales del año, Villaverde murió y Maura se hizo con el poder del partido.

Los liberales tampoco encontraron estabilidad entre 1905 y 1907. Con la muerte de Sagasta se abrió una lucha por el liderazgo del partido y las relaciones con la Iglesia y el ejército dividieron aún más el partido. Los mejor situados para obtener el liderazgo eran Eugenio Montero Ríos, Segismundo Moret y José Canalejas. Los 2 primeros actuaron en el Sexenio y Canalejas era más joven. Montero fue el primero en gobernar, pero dimitió al poco debido a un asalto de los oficiales a periódicos catalanes. El ejército volvió a intervenir en la política con el apoyo del monarca. Montero no acepto esto y por eso dimitió. Le sucedió Moret que acató la voluntad del rey y los militares y aprobó la Ley de Jurisdicciones. Pero los debates sobre la ley separaron aún más a los liberales de Moret que tuvo que abandonar el gobierno. Entramos nuevamente en una época de gabinetes que atacaron a la Iglesia. Canalejas, de la parte izquierda del partido, quería reducir el número de congregaciones religiosas pero Montero se negaba. Moret quería negociar directamente con la Santa Sede. Tras la caída de Moret, llegó al gobierno un seguidor de Canalejas, López Domínguez e intentó llevar a cabo la idea de Canalejas que fue aprobada por el Congreso pero parada por el rey. Tras esto, López Domínguez dimitió y volvió al poder Moret que no duró nada. Como ninguna de las 3 facciones se respetaban, pusieron al marqués de la Vega de Armijo como presidente. No duró mucho.

Esta tensión acabó con la declaración de Canalejas de guerra al gobierno y la vuelta de los conservadores, Maura, al gobierno.

I.2 – Aires de renovación. La “revolución desde arriba” de Maura y el nuevo liberalismo de Canalejas: 1907-1912. Pg (199)

Maura llegó al poder en 1907 e inició una “revolución desde arriba”. Aspiraba a meter a las clases medias a la actividad política para romper el “caciquismo” que existía. Por lo tanto, reformó la Ley Electoral, hizo una descentralización municipal y provincial para acercar la administración a los ciudadanos. Las Cortes respaldaron la nueva Ley Electoral y se puso en marcha con una serie de medidas como que los ayuntamientos ya no hacían el censo electoral, lo hacia el Instituto Geográfico y Estadístico y para aumentar la participación se instauró el voto obligatorio. Pero estos cambios fueron inocuos o contraproducentes en algunas zonas y se continuó con la práctica corrupta de los caciques, que adaptaron sus prácticas a la nueva ley. Además Maura llevó a las Cortes una nueva reforma de la administración local que no se aprobó. Sobre la economía vemos la Ley de Protección de la Industria Nacional (1907) y la Ley de Construcciones Navales (1908) entre otras.

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