MARX capitulos I-IV

MARX

Capítulo I.

Todas las sociedades producen bienes, es decir, valores de uso, el valor de uso se efectiviza únicamente en su uso o consumo. Pero solo las sociedades capitalistas producen valores de cambio, es decir, mercancías, el valor de cambio se presenta como una relación cuantitativa, proporción en que se intercambian valores de uso de una clase por valores de uso de otra clase. Como observamos, se intercambian valores de uso por valores de uso, pero para que esto ocurra tiene que haber una magnitud entre los bienes que sea igual y que permita que intercambiemos uno por otro. En el intercambio los valores de uso son distintos, debido a que el producto que yo intercambio no me genera a mi utilidad pero si a quien desea comprarlo, y viceversa. Por lo tanto la igualdad no puede basarse en el valor de uso, ya que tienen cualidades totalmente distintas, debe igualarse por el valor de cambio. Lo que tienen en común por lo tanto es el trabajo humano abstracto y el valor de cambio depende de la cantidad de trabajo abstracto que contienen. El valor de uso o un bien, solo tiene valor de cambio porque en él está objetivado o materializado trabajo abstracto humano. La magnitud del valor depende de la cantidad de trabajo socialmente necesario para la producción de un valor de uso. Esta magnitud depende del tiempo de trabajo requerido. La magnitud de valor de una mercancía varía en razón directa a la cantidad de trabajo efectivizado e inversa a la fuerza productiva de ese trabajo (ya que a mayor fuerza productiva, menos tiempo de trabajo requiere la producción del artículo). Una cosa puede ser valor de uso, y no valor (lo que no fue mediado por el trabajo del hombre), o puede ser útil y además producida por el hombre y no tener valor (satisfacción de una necesidad propia. Pero ninguna puede ser valor de cambio sin ser valor de uso.

Hay un doble carácter en el trabajo. El trabajo útil o concreto que es aquel que produce valores de uso, y el trabajo abstracto que es lo que tiene cualquier trabajo concreto, desgaste físico de calorías. La división social del trabajo no implica la producción de mercancías, debido a que una familia puede realizar una división del trabajo para la producción de elementos de consumo propio que no van a ser intercambiados, lo que no será producción de mercancías. Por lo tanto son las mercancías las que implican el valor de cambio. Solo los productos de trabajos privados autónomos, recíprocamente independientes, se enfrentan entre sí como mercancías.

El fetichismo del mundo de las mercancías se produce en la peculiar índole social del trabajo que produce mercancías. En el mercado (la gran máquina de la división del trabajo apersonal) se distancian los unos de los otros, no se consensua que va a producir cada uno, sino que la mercancía lo determina y rompe con las relaciones sociales.

Capitulo II.

Para que las mercancías circulen por el mercado es necesario que los poseedores de mercancías se relacionen y mediante un acto de voluntad común a ambos va a apropiarse de la mercancía ajena enajenando la suya. Su propia mercancía no tiene para el valor de uso, sino para los demás, solo tiene valor de uso como portadora de valor de cambio, y de tal modo, medio de cambio.

La acción social de todas las mercancías aparte de las mismas una mercancía determinada, en las cuales todas ellas representan sus valores. La forma natural de esa mercancía se transforma por tanto en forma de equivalente general, y por medio del proceso social, en función específicamente social de la mercancía apartada. Esta mercancía es el dinero.

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