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Cardenismo Y Otros Gobiernos


Enviado por   •  3 de Abril de 2014  •  3.162 Palabras (13 Páginas)  •  295 Visitas

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CARDENISMO, MANUEL AVILA CAMACHO, CORTINEZ, ADOLFO LOPEZ MATEOS

Cardenismo

Cardenismo es el nombre de la corriente ideológica inaugurada por Cárdenas; pero también se le llama así a la etapa en la que gobernó México de 1934 a 1940, aunque algunos detractores prefieren el término “Cadete”. La corriente política del Cardenismo, surge así:

• El ejército apoya el cardenismo y es leal a él, ya que le ha dado voz y voto y el poder presidencial que Lázaro Cárdenas llega a tener, no amenaza el poder militar, sino lo consolida, aunque a partir de Cárdenas el poder lo ostente la presidencia más que los generales.

• Con los trabajadores impulsó el tema de los derechos mediante una gran confederación de trabajadores en donde todos estuvieron unidos al Estado y el Estado se comprometió a velar por los intereses de ellos.

• El sector campesino y el indígena apoyan a Lázaro Cárdenas porque se les ofrece y entrega la reforma agraria.

• A los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.

• A la iglesia la incluyó en su proyecto.

Cuando Lázaro Cárdenas fue designado candidato presidencial, ya era uno de los divisionarios más importantes del ejército. Había sido un fiel subordinado de Calles, no había atacado a Ortiz Rubio, ni compartido las opiniones conservadores de Calles sobre política agraria. Desde el primer momento empezaron a surgir tensiones dentro del nuevo gobierno. Estallaron debido, en gran medida, a la ola de huelgas que se desató tras la toma de posesión de Cárdenas y a la actitud benigna que ante las mismas adoptó el presidente.

Cárdenas actuó con rapidez ejerciendo el poder que le quedaba a la presidencia en tanto jefatura del ejército. Antes de que el callismo pudiera reaccionar, el Maximato había tocado a su fin y se iniciaba la era cardenista.

La desaparición de Calles y su grupo del escenario político logró que las aguas de la política volvieran a su cauce normal. Terminaba su tarea de eliminar a los callistas irredentos del PNR, el Congreso y las gubernaturas de los estados, Emilio Portes Gil mismo, dejó la presidencia del PNR. Cárdenas lo sustituyó con un hombre de su total confianza, Silvano

Cárdenas aceleró el proceso de unificación del movimiento obrero hasta llegar a la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). La CTM, organizada a principios de 1936, junto con la CNC, se convirtió en un pilar del cardenismo, aunque la base no llegó a mostrar la incondicionalidad del movimiento campesino, los organismos obreros sostuvieron la candidatura de quien Cárdenas había designado como sucesor, el general Ávila Camacho.

Desapareció el Partido Nacional Revolucionario, surgiendo el Partido de la Revolución Mexicana, que apoyaba la política presidencial: obrero, campesino, popular y militar. Al producirse el conflicto entre el presidente Lázaro Cárdenas y el Jefe Máximo, la cúpula directiva del PNR se encontraba claramente dividida. La crisis llegó a su punto culminante en septiembre, cuando las diferencias entre cardenistas y callistas dieron por resultado un encuentro a balazos en plena Cámara. El partido oficial se convirtió rápidamente en una de las bases más sólidas del presidencialismo posrevolucionario. Lombardo proponía la alianza de la CTM con el PNR, la flamante Confederación Nacional Campesina CNC y el Partido Comunista Mexicano. Cárdenas no dejó ir muy lejos el proyecto.

El conflicto entre el gobierno de Cárdenas y las empresas petroleras de nacionalidad extranjera, tenía un antiguo linaje. Durante un buen periodo sólo debían pagar el impuesto del timbre, menos del 1% del valor de la producción. La situación cambió al iniciarse la Revolución y percatarse el gobierno por primera vez del gran potencial petrolero del país. Las grandes exportaciones del petróleo fueron vistas como una fuente idónea para cubrir los grandes déficits presupuestales.

El párrafo IV del artículo 27 de la nueva Constitución declaró los depósitos petroleros propiedad de la Nación. Al iniciarse los años treinta, México era ya un productor marginal, situación que cambió, con los descubrimientos de Poza Rica en 1930. La compañía inglesa El Águila y el gobierno mexicano llegaron a un entendimiento sobre la explotación de Poza Rica, aceptaba pagar regalías del 15% y el 35% del valor de la producción.

El 1° de marzo de 1938 la Suprema Corte dictaminó un laudo mediante el cual las compañías perdían el jucio laboral que habían emprendido en las instancias inferiores del sistema judicial y debían otorgar un aumento de 26 millones. Las empresas se negaron. Si el gobierno no hacía nada en contra de la rebeldía de las empresas, su prestigio y capacidad de liderato quedarían en entredicho.

Cárdenas hizo saber al país la decisión de su gobierno de cortar por lo sano y expropiar a las empresas petroleras, el 18 de marzo de 1938.

Las países afectados por la medida del presidente Cárdenas, Gran Bretaña particularmente, criticaron la medida expropiatoria y pusieron en duda la capacidad del país para pagar lo que había tomado. Esto incremento la exaltación nacionalista que favoreció al presidente.

México aceptó desde el principio pagar lo que había tomado, pero no inmediatamente sino dentro del plazo de diez años fijado por la ley. El gobierno de Washington sugirió entonces como única solución que México devolviera lo tomado, a lo cual Cárdenas se negó. El gobierno norteamericano y británico, contribuyeron a bloquear la expropiación, prohibiendo a sus dependencias que lo adquirieran. Cárdenas abandonó la presidencia y no llegó a un arreglo definitivo con la mayor parte de las empresas expropiadas.

Cárdenas debió tomar una decisión definitiva y en noviembre de 1939 el PRM anunció que su candidato para el sexenio 1940-1946 sería el ex secretario de Guerra, general Manuel Ávila Camacho. La rivalidad entre Camacho y Almazán, tuvo muchos encuentros de guerra, pero se le dio la victoria a Ávila Camacho.

Al entregar la Presidencia, el partido del gobierno seguía sosteniendo que la lucha de clases era el motor del desarrollo histórico. Con el correr de los años se afianzaría la idea de que al finalizar el sexenio de Cárdenas, había llegado también a su fin la Revolución mexicana.

Manuel Ávila Camacho

Participación en la Revolución Mexicana

En 1914 se unió a la Revolución mexicana como segundo teniente al mando de tropa y alcanzó el grado de coronel en 1920. Ese mismo año se desempeñó como jefe del estado mayor del general Lázaro Cárdenas quien se desempeñaba como jefe militar y gobernador de Michoacán. Cárdenas y Ávila Camacho se hicieron buenos amigos. El 16 de diciembre de 1925, se casó con Soledad Orozco, originaria de Zapopan, Jalisco.

Para 1929 aparece combatiendo bajo las órdenes del Cardenista Rafael M Pedrajo contra la rebelión escobarista, sus acciones en campaña le permitieron alcanzar ese mismo año el grado de general de brigada. En 1933–1934, a horcajadas entre las administraciones de Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, Ávila Camacho se desempeñó como oficial mayor de la Secretaría de Guerra y Marina, antecedente de la actual Secretaría de la Defensa Nacional, a la que regresaría dos años después para actuar como titular del ramo desde 1936 y hasta 1939, durante la presidencia de Lázaro Cárdenas.

Ávila Camacho saldría de esa dependencia para ser nombrado candidato a la presidencia de la República, del recién creado Partido de la Revolución Mexicana.

Más temprano de lo que Cárdenas hubiera querido, se desata la carrera de la sucesión. Las fuerzas internas del PRM se orientan por los generales Manuel Ávila Camacho y Francisco J. Múgica. Los grupos anticardenistas postulan a Juan Andreu Almazán por el Partido Revolucionario de Unificación Nacional. Aparentemente, se pensaba que la elección lógica de Cárdenas sería Francisco Múgica. Sin embargo, el presidente hace a un lado a dicho hombre y se decide por un militar moderado, su antiguo y fiel lugarteniente, Manuel Ávila Camacho. Cárdenas mismo reveló los motivos de su decisión.

”El señor general Múgica, mi muy querido amigo, era un radical ampliamente conocido. Habíamos sorteado una guerra civil y soportábamos, a consecuencia de la expropiación petrolera, una presión internacional terrible. ¿Para qué un radical?”

La elección era clara. El general Múgica renuncia a su precandidatura y Ávila Camacho queda como candidato oficial; siendo su contrincante Juan Andrew Almazán, el líder de la oposición que cuenta con el apoyo de muchos sectores anticardenistas. En medio de las movilizaciones, choques, violencia y balazos (y serias sospechas de fraude electoral generalizado), Ávila Camacho triunfó en las Elecciones federales de México de 1940 que se llevaron a cabo el 7 de julio de 1940, con 2 476 641 votos a favor.

Política gubernamental

Durante su administración, el discurso oficial fue a favor de la unidad nacional y el modelo socialista fue olvidado. En este periodo se libró la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945); así estaba latente la amenaza del nazifascismo, que pretendía el predominio de las ideas totalitarias de la raza “aria”. El gobierno fue apoyado por organizaciones de diversos ámbitos; de esta manera se manifestaba la unidad nacional. Vicente Lombardo Toledano fue remplazado por Fidel Velázquez para dirigir la Secretaría General de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Se decretó la Ley del Seguro Social y al mismo tiempo se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social y diversos centros hospitalarios, como

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