Clero y revolucion

Clero y revolución

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EL PÚLPITO Y LA PLAZA🡪 Cap 1 “El púlpito y la plaza” por Roberto Di Stefano.         

Para abordar el papel que jugó la iglesia durante el proceso revolucionario esquematizaremos el texto:

-La Iglesia antes de la revolución: organización a través de los siglos en la colonia.

- Contexto en el que el clero recibe la revolución.

-Clero dividido a favor y en contra de la revolución: papel activo y justificaciones

La iglesia antes de la revolución

Organización a través de los siglos en la colonia (clases).

-La iglesia era una institución constituida por hombres y mujeres religiosos, no homogénea que estuvo presente desde la conquista. A lo largo de los siglos, a medida que mutaban las formas de organización política, la iglesia también cambiaba. (Cuando se habla de “Iglesia” se debe tener en cuenta que esta no era una institución tan diferenciada y homogénea, sino que se crea a partir del proceso de secularización, cuando sea separada de la entidad Estado)

-En los siglos XVI y XVII: La monarquía hispánica era compleja, compuesta y pactista, esto último quiere decir que no había leyes generales que rigieran para todos por igual, sino que desde la corona se desarrollaban una serie/mosaico de pactos no homogéneos entre el poder real y 🡪Particulares.

                                                                                                                                🡪Iglesia católica.[pic 1]

Por ejemplo: Cuando la iglesia, por diferentes motivos, comienza a debilitarse como institución, los bienes de la misma pasan a depender de la monarquía a través del derecho de patronato en donde las jurisdicciones, el mantenimiento de la Iglesia, y la decisión de quienes están al mando de las diócesis queda en manos del Rey. El patronato permitió que la Iglesia contara con numerosos misioneros, dispusiera de los recursos económicos y financieros necesarios y, sobre todo, facilitara su movilización y distribución. Sin embargo, tuvo también otras consecuencias menos favorables a la perspectiva papal, como el sometimiento de la Iglesia al poder real.

-Durante esta época, la iglesia se divide en 2 formatos de clero, divididos por sus prácticas.

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CONDICIONES: [pic 9]

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En común: -Castidad

                   -Obediencia[pic 11]

                   -Formación (en seminarios) [pic 12][pic 13]

En cuanto a las jurisdicciones, para cualquiera de los dos cleros, se organizaban en diócesis algunas más importantes que otras), que eran autónomas pero dependían, en cierta parte del papa. Al frente de las diócesis hay un obispo, arzobispo o cardenal. En ausencia de estos, los cabildos eclesiásticos gobernaban la diócesis. (Administrando sus bienes y tomando exámenes a los aspirantes de sacerdotes. )

A su vez, las diócesis se subdividían en parroquias.

Todo este aparato era mantenido por los diezmos.

-En el siglo XVIII, no deja de existir este aparato, pero las negociaciones o pactos comienzan a tambalear (por los inicios de un proceso de secularización)

      🡪Algunos son expulsados de los territorios (como los jesuitas)

      🡪El clero secular tiene más presencia.

      🡪Se da el desplazamiento del poder del papa.

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Lo expuesto hasta aquí permite comprender el resto del texto.

Contexto en el que el clero recibe la revolución.

-La sociedad colonial en donde estalló la revolución, estaba lejos de diferenciar las esferas de la religión y la política, por lo que la politización revolucionaria, o contrarrevolucionaria del clero es parte del fenómeno general que envuelve a la sociedad en su conjunto.

-En el clero a finales del siglo XVIII, principios del XIX, existían diferentes motivos de descontento o insatisfacción:

🡪El crecimiento económico de la región no era equivalente a los beneficios que se otorgaban a la diócesis (disminuidos), es por tal motivo que el número de individuos dentro del sistema beneficia diocesano cada vez se reducía más. Esto empeoraba con el paso del tiempo, porque el número de clérigos no paraba de crecer. Cabe aclarar que no se trataba solo de que la diócesis no pueda proporcionarle beneficios económicos, sino que tampoco le podía ofrecer espacios sociales adecuados para la inserción de los nuevos clérigos. Mientras la monarquía se sumergía en una crisis, se debilitaba el sistema de patronato y el clero se acostumbró a autogobernarse, esto hacia que las sedes vacantes fueran cada vez más prolongadas.

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