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Estado Y Clero Durante La Revolución


Enviado por   •  25 de Marzo de 2015  •  2.345 Palabras (10 Páginas)  •  343 Visitas

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Introducción

Este trabajo se trata de describir los años posteriores a la Revolución y la situación del Gobierno de Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas (de 1917 a 1940), dando importancia a la Guerra Cristera, y conocer las causas y consecuencias de la Guerra Cristera, su impacto económico y social inmediato.

Según Revueltas (s/f) se inicia en 1926 por la confrontación de la Iglesia católica y el Estado y su lucha es por una cuota de poder, fue una lucha entre la modernidad y la religiosidad popular.

De acuerdo al material de la Unadm con respecto al tema: el conflicto cristero fue el resultado del choque de dos fuerzas, el Estado y el clero católico, que pretendían dominar a la sociedad. Se enfrentaban en el terreno educativo, agrario y obrero. Ambas instituciones tenían intereses divergentes en estos terrenos. El conflicto fue el resultado de sus discrepancias y de la lucha por sobreponerse una fuerza a la otra.

La Guerra Cristera en México consistió en una lucha con armados que se prolongó desde 1926 a 1929, entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y grupos militarizados de laicos, presbíteros católicos que molestos con la aplicación de políticas públicas que restringieron la autonomía de la Iglesia católica.

La Constitución mexicana de 1917 negaba la personalidad jurídica a las iglesias, y quedaban muy controladas por parte del Estado, prohibía la participación del clero en política, las iglesias no tenían derecho a poseer bienes raíces, desconocía derechos básicos de los así llamados "ministros del culto" e impedía el culto público fuera de los templos.

Tras un período de resistencia pacífica las rebeliones formales iniciaron el 1 de enero de 1927 en el centro y occidente del país. Estos rebeldes fueron conocidos como cristeros ya que peleaban bajo el lema "Viva Cristo Rey".

La rebelión terminó por medios diplomáticos con la ayuda del embajador estadounidense Dwight Whitney Morrow.

Algunas estimaciones ubican un número máximo de doscientos cincuenta mil personas muertas, entre civiles, efectivos de las fuerzas cristeras y del Ejército Mexicano.

Bajo la dictadura de Porfirio Díaz, los liberales radicales rechazaron el acercamiento Estado - Iglesia. Una de las críticas al Porfiriato es el acercamiento que tiene con la Iglesia, ésta vuelve a ser importante en la sociedad durante más de treinta años que dura en el poder.

El Estado que surgió de la Revolución Mexicana, siempre consideró a la Iglesia Católica como uno de sus principales enemigos, de hecho los revolucionarios pensaban que la intervención de la Iglesia en los asuntos públicos era perjudicial y que no debía tener poder político o económico.

Los representantes de la Iglesia Católica rechazaron la Constitución de 1917 con el pretexto de que violaba los derechos religiosos de los católicos, haciendo imposible su culto.

Inicio del Conflicto - Gobierno de Obregón

El gobierno federal y local tenía los derechos de intervenir en asuntos internos y realizar un control completo en los asuntos religiosos; por ejemplo, el gobierno estatal podía determinar el número de sacerdotes. Estos preceptos dieron lugar a conflictos entre los representantes del gobierno y los católicos.

Los problemas serios empezaron con el gobierno de Obregón (1920-1924) ya que durante su administración se registraron ocasionales actos de violencia contra la Iglesia, especialmente en 1921.

Según Cárdenas (2015) En el gobierno del general Álvaro Obregón. la relación entre la Iglesia y el nuevo Estado revolucionario se vio imposibilitada de llegar a un acuerdo que beneficiara a ambas partes. En enero de 1923. el delegado apostólico del Vaticano. monseñor Ernesto Philipi. bendijo el Cerro del Cubilete que se ubica en Silao. Guanajuato. donde sería puesto el monumento a Cristo Rey. lo que fue interpretado por el gobierno como un abierto desafío a su autoridad y un ataque a la Constitución. por lo que acordó que se aplicara a Philipi la sanción del artículo 33 de la Constitución. obligándosele a abandonar el país. También se ordenó la aplicación de los artículos 130. 27 y 3 constitucionales. por lo que entre 1925 y 1926 salieron del país 183 sacerdotes extranjeros y fueron cerrados 74 conventos. Ante esto la Iglesia mexicana decidió oponerse activamente al Estado.

Calles – Constitución

Con Calles en el poder, el problema de la aplicación de los artículos constitucionales referentes a la religión, se convirtió en una cuestión política de primera importancia. En 1926, Calles expidió un reglamento que hacía hincapié en algunas medidas que colocaban bajo control más rígido a la Iglesia. El gobierno cerró escuelas particulares, monasterios y deportó sacerdotes extranjeros. Desde el 1° de Agosto se suspendieron el servicio religioso y en general, todos los cultos.

En febrero de 1925, se crea una iglesia católica cismática es decir, separada de Roma, ocupando por la fuerza un templo en la ciudad de México, en donde instalaron al sacerdote José Joaquín Pérez, en calidad de patriarca de la nueva iglesia mexicana. Mientras tanto los gobernadores de Veracruz y Tabasco, radicalmente anticlericales, dictaron medidas para limitar las funciones del sacerdocio, decretando que los ministros de culto debían ser casados y mayores de 40 años. Como respuesta en marzo de 1925 las juventudes católicas fundaron la Liga Nacional de Defensa Religiosa (LNDR).

El conflicto entre la iglesia católica y el gobierno se agudizo después de las protestas públicas del arzobispo de México, José Mora del Río, contra las cláusulas que se referían a asuntos religiosos en el artículo 130 constitucional. El 27 de enero de 1926 un reportero de El Universal publicó una reproducción de esas declaraciones donde el arzobispo ratificaba la protesta colectiva hecha por el episcopado mexicano el 24 de febrero de 1917 contra la Constitución. Indignado, Calles ordenó que el arzobispo fuera consignado ante el procurador de Justicia, pero Mora del Río negó haber hecho aquellas declaraciones en los términos en que se le acusaba; después de algunas investigaciones, las autoridades decidieron que no había delito que perseguir.

El 14 de junio de 1926, Calles hace una ley adicional que, publicada el 2 de junio siguiente, limitaba el número de sacerdotes a uno por cada 6 mil habitantes y se establecía que todos los sacerdotes del país tenían que registrarse ante el presidente del municipio donde oficiaran, pudiendo ejercer su

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