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Condiciones Generales De La Revolución De Independencia A La Reforma.


Enviado por   •  21 de Abril de 2015  •  2.014 Palabras (9 Páginas)  •  182 Visitas

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Podemos comenzar mencionando uno de los elementos que detonó a finales del siglo XVIII la economía de la Nueva España y este fue el decreto de comercio libre en 1778, el cual rompe con el monopolio del puerto de Cádiz, levantando las prohibiciones para comerciar con otros países americanos, lo cual fomentó la proliferación de nuevos establecimientos comerciales y benefició a los almaceneros más ricos.

El auge de la minería también como consecuencia del comercio libre formó un grupo económicamente hegemónico, aunque la mientras la ganadería también se veía beneficiada, esta veía avance únicamente en las haciendas grandes propiedades de españoles peninsulares, lo que respecta a las tierras distribuidas en ranchos o comunidades indígenas, la agricultura se reducía prácticamente al autoconsumo.

La iglesia fue una de las beneficiadas al aumentar los préstamos, las capellanías, diezmos y obras pías, el crédito de la iglesia era vital para los terratenientes.

El auge económico general, derivado del crecimiento en la producción minera y el cierre del mercado a los productos provenientes de España, estos debido a las guerras en las que la corona se veía enfrascada, propició la creciente producción de bienes de consumo destinados al mercado interno, todo esto pese a la prohibición y a los monopolios.

El establecimiento del aparato de intendencias, tenía como propósito controlar de mejor forma el sistema impositivo y la recaudación de impuestos, la cual tuvo como consecuencia un incremento en el pago de dividendos a la corona, La explotación colonial había llegado a su punto máximo.

El primer golpe directo a la iglesia se dio en 1798 donde se establece el impuesto especial sobre inversión de la iglesia, en 1804 un decreto ordenaba la enajenación de todos los capitales de capellanías y obras pías y que se hicieran efectivas las hipotecas, esta medida que se había aplicado en España le había dado resultado a la corona, caso contrario fue en la Nueva España, ya que la mitad de la agricultura estaba en manos de los hacendados cuyas propiedades se encontraban mayormente hipotecadas por la iglesia.

La economía interna de la colonia resintió fuertemente estas medidas y fue en 1809 que la Regencia escuchó las reiteradas quejas y ordenó el 14 de enero cesar los efectos de la cedula.

Esto marcó un acentuada diferencia entre la elite, por un lado los grupos hegemónicos que no se vieron tan afectados por estas reformas y del otro lado los sectores interesados en promover un mercado interno, estos últimos grupos a causa del poco interés que les prestaba la corona, los inclinará a actitudes reformistas, inspirados en una idea central, el acoplamiento de la estructura política y legislativa a la situación económica y social existente.

Para los criollos de clase media, la legislación indiana y el monopolio político de los peninsulares constituían una barrera que tarde o temprano les cerraría el camino a una carrera lucrativa y honrosa.

Por debajo de todo esto teníamos al grueso de la población, los indios y castas que constituían el pueblo trabajador, y se encontraban en la base de la pirámide y compartían únicamente la extrema miseria, los indios formaban en efecto un grupo social condenado a un estado perpetuo de vejación y miseria, el problema más grave que le daba ésta clase social a la colonia, fue el crecimiento desmesurado de las plebes en las ciudades, esto tenía como consecuencia la creciente desocupación del campo y la búsqueda en vano de empleos en las ciudades, un proletariado desorganizado y no ilustrado eran las características de la plebe en las ciudades.

En 1808 los acontecimientos externos, como la intervención de Napoleón en España, la abdicación del Rey Carlos IV a su hijo Fernando, y su posterior perdida de orgullo y dignidad al favorecer a Napoleón con la idea de ganarse la corona, lo cual resulta en su captura y apresamiento, el pueblo entonces es el que asume la iniciativa e inicia la resistencia contra los invasores, saliendo a las calles de Madrid.

Mientras tanto en la Colonia se mantiene la misma estructura de poder, aunque más endeble ya que reina un enorme vacío que inquieta a todas las conciencias, empieza entonces un cuestionamiento, referente a quien se le debe obediencia, por su parte el ayuntamiento de la ciudad de México percibe el cambio de la situación y comprende que es momento de aplicar reformas políticas.

El ayuntamiento plantea el problema del asiento de la soberanía y sostiene que aunque Fernando tenga derecho a la corona, desconoce la abdicación ya que es la nación la única que le puede dar rey a la nación misma, cuando el rey se encuentra imposibilitado para gobernar es la nación la que asume el ejercicio de la soberanía.

Los letrados criollos se dan cuenta que acuñando ideas de la ilustración francesa como el jusnaturalismo, tendrán la oportunidad de oponerse al absolutismo y comenzar a construir una nación organizada en estamentos.

Esta pugna se resume en el enfrentamiento entre la Real Audiencia, que es constituida por altos funcionarios europeos y los ayuntamientos, donde la clase media tiene su mejor tribuna.

Las ideas se radicalizaron, destituyen al virrey Iturrigaray el 15 de septiembre de 1808 y lo sustituyen por Pedro Garibay, suspendiendo todos los proyectos de reforma y gobernando con mano fuerte, sometiendo a muchos criollos a humillantes procesos, después de unos meses La junta Central Española ordena su sustitución por el arzobispo Francisco de Lizana, esperando suavizar la situación, este adopta por consecuencia una política conciliadora, lo cual desagrada al nuevo partido europeo y empieza una conspiración en contra del Lizana, logrando así su destitución en enero de 1810, no es hasta el 25 de agosto del mismo año que llega en sustitución Francisco Javier Venegas, mientras tanto la Real Audiencia gobernó con mano dura.

El panorama para 1810 se ve cada vez más complicado, por un lado, en la península está la ocupación por tropas francesas en la mayor parte del territorio Español, y en las Colonias se presenta la insurrección de varias ciudades en América del Sur.

Es entonces cuando se dan cuenta los criollos que si quieren triunfar, no les bastará su fuerza propia, se verán obligados

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