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Condiciones Generales

trhiny7 de Agosto de 2014

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Para practicar el examen de forma adecuada, el observador precisa de tres circunstancias:

1. Buena luz. A ser posible luz natural. Una luz mala podría ser causa, por ejemplo, de que pasara inadvertido un tinte ictérico de la piel.

2. Posición correcta del enfermo. Una posición impropia del enfermo pudiera hacer que fallara la observación de una masa en el epigastrio, por ejemplo, en un enfermo apoyado en un codo y con los músculos abdominales en tensión.

3. Atención concentrada y penetrante. La concentración necesaria del observador.

El enfermo debe estar lo más ligero en su vestimenta posible, guardando el respeto al pudor.

Los parámetros a evaluar son:

1. condiciones generales del paciente.

2. Estado de hidratación.

3. Fascies.

4. Actitud y postura.

5. Marcha.

6. Hábito.

7. Nutrición.

Condiciones generales del paciente: Es la apariencia que ofrece el paciente durante la entrevista, desde su entrada, como camina, saludo, manera de sentarse, discurso, expresión de la cara, gestos, posturas, estado de conciencia. Se reporta como buenas, regulares o malas condiciones generales.

El examen de las prendas de vestir tiene gran importancia semiológica. Creado el vestido para proteger contra el frío y agentes climáticos, ha sufrido variaciones según las épocas, profesiones (militares, clérigos, etc.), manera de ser y estado de ánimo de las personas, constituyendo entonces un aspecto importante de observar con sumo detenimiento.

Hay individuos que optan por la emplear la vestimenta del sexo opuesto. Esto es conocido como travestismo.

El desaliño en el vestir en personas, característicamente aseadas, induce a pensar en procesos orgánicos, por ejemplo, como tumores malignos graves, esclerosis vascular cerebral, parálisis general progresiva, etc.

El examen del calzado puede ser útil. Los zapatos (en especial los no fisiológicos de punta afilada y tacón alto) son motivo de durezas, callos dolorosos, deformidades persistentes y dermatitis, de igual manera éstos alteran la estática del cuerpo, generadores de molestias a nivel de las articulaciones de las rodillas, caderas, región dorso lumbar e incluso cervical

El desgaste de la suela y tacón orientan sobre las anomalías de la marcha debidas a causas congénitas o adquiridas. El rozado de la punta se observa en las marchas espasmódicas y equina, y el del tacón (parte posterior), en el pie talo. En los pies planos valgos no compensados, destaca el roce del bordé interno de las suelas y tacones, y en el equino varo, el del tacón y suela externos.

Estado de hidratación: se establece de acuerdo a los siguientes parámetros: humedad de la piel y mucosas, turgencia disminuida, fontanela anterior deprimida, globos oculares hundidos, sed, pulso arterial aumentado, presión arterial disminuida, diuresis disminuida.

FACIES En la cara, cuya extremidad frontal tiene la significación más noble, se reflejan las reacciones provocadas por el mundo exterior (interés, miedo, repugnancia, etc.), así como las excitaciones que tienen su origen en el propio individuo ya sean estados de ánimo (alegría, tristeza, preocupación, angustia, etc.) Ò en trastornos funcionales de las vísceras provocados por daños de cualquier índole. En todos los y por vía nerviosa, se produce a la par, la contractura de determinados músculos faciales y fenómenos de la irrigación de la piel (palidez, rubor, sudación), que dan a la cara un aspecto que permite al observador apreciar la causa que lo motiva.

En los sujetos sanos, el aspecto de la cara varía según múltiples factores, por ejemplo en los sujetos Pícnicos, la cara tiene el contorno pentagonal o en forma de escudo ancho con color fresco de la piel y sienes notablemente despejadas, figuraNº 1; Los Leptosòmicos, tiene el contorno frontal de la cara ovoideo con el eje corto; En los Atléticos, el contorno de la cara es ovoideo, alargado, sin perfil característico.

Los gestos de la cara (apretar los labios, fruncir el ceño, adelantar la barbilla, sonrisa ancha con elevación de las cejas, etc.) revelan un gran número de emociones e incluso de estados no expresados por el lenguaje. Los gestos de la cara adquieren mayor significado si se acompañan de otros de la cabeza.

Las enfermedades graves se reflejan en la expresión entera de la cara y sobre todo en los ojos, reciben diversas calificaciones en relación con el nombre del autor que las ha descrito, ejemplo facies Hipocráticas, otras según el signo principal, ejemplo facies ictéricas, etc.

Los procesos dolorosos de larga duración (así como los estados de ánimo sostenidos) motivan la reiteración de un mínimo gesto (fruncir el entrecejo, arrugar la frente, rictus bucal) que, a la larga, acaba por fijarse confiriendo a la cara un aspecto peculiar, valgan como ejemplos las facies ulcerosas gástricas

Son de valorar las modificaciones de las facies consecutivas a la toma de determinados fármacos facies iatrogénicas; facies cortisóniras, etc.

ACTITUD Es la manera o situación en que una persona se halla colocada, ya sea sentada, acostada o de pie. Su examen tiene gran valor. Los enfermos adoptan, instintivamente, la que hace su mal más llevadero. Si se tiene cierto hábito, es posible deducir la naturaleza de este mal mediante el examen de aquélla.

TIPOS DE ACTITUD. La actitud erguida, propia de la especie humana, es posible gracias a la angulación sacrovertebral (promontorio) y la lordosis lumbar. No es una postura estática, sino un estado de equilibrio entre la acción de la gravedad, que tiende, cual un peso que colgara del esternón, a desplomar el cuerpo hacia delante, y otras fuerzas que obran en sentido opuesto.

En la evolución de los distintos hábitos posturales, intervienen un complejo conjunto de factores anatómicos, fisiológicos, psicológicos, culturales, ambientales y tecnológicos. Influyen el sexo, el vestido, la vivienda, el suelo (frío, húmedo, de vegetación alta o baja, etc.) y las actividades laborales, vehículos, instrumentos, ere. La forma como nos sentamos, arrodillamos o estamos en pie, está determinada, fundamentalmente, por la cultura; de ahí que el estudio de los hábitos posturales sea una de las fuentes más importantes del conocimiento de las costumbres de un pueblo.

1. La contractura tónica de los músculos llamados antigravitativos, como son los de la nuca, los de los canales vertebrales, los glúteos y los extensores de las extremidades inferiores.

2. La presencia del cojinete gaseoso abdominal, colocado a manera de un balón entre el diafragma y suelo de la pelvis, y bien tenso por la contracción de la musculatura abdominal.

3. La aorta repleta de sangre y adosada como un tallo de apoyo a la columna vertebral.

4. El freno pasivo de las articulaciones.

Si en un sujeto en pie dejamos que la columna vertebral vaya aumentando sus curvaturas por la sola acción de la gravedad, llegará un momento en que las incurvaciones ya no aumentan más, pues los cuerpos vertebrales contactan unos con otros, los ligamentos se ponen tensos y el movimiento se frena en ausencia de toda acción muscular.

Actitud de pie

Entre las actitudes que se han descrito como las habituales adoptadas por el individuo en pie, figuran las siguientes:

1. Actitud erguida normal. El plano de la pelvis forma un ángulo de 30º con la horizontal. La línea de gravedad pasa por las articulaciones del hombro, cadera, rodilla y pies Ver figura Nº2 A. Es una actitud que, teóricamente, no necesita esfuerzo muscular; pero es tan inestable que sólo puede ser mantenida breves momentos o utilizando una pierna en acritud normal y la otra más separada, para conservar el equilibrio, como se ve en las esculturas griegas.

Cada individuo tiene, entre ciertos límites, una actitud peculiar consecuencia de varios factores, así, talla, hábito corporal, tono vital, hábito deportivo, etc. Contrasta la manera de mantenerse en pie de los pícnicos y atléticos (y los sujetos de corta talla) con la de los longilineos y asténicos, que la hacen incurvándose y adoptando la posición de reposo. Como ejemplos de actitudes viciosas en posición erecta debidas al abuso del deporte citaremos a los nadadores (cifosis total dorso lumbar por hipotonía y relajación muscular), ciclistas (cifosis localizada en la columna torácica inferior relacionada con la posición encorvada durante la carrera y la tracción ejercida por los miembros superiores e inferiores hacia abajo).

No hay que estar de pie inútilmente. El abuso de esta postura facilita la aparición de varices y pies planos, y repercute sobre la columna vertebral y diversos órganos, como el estómago y la musculatura lumbar.

2. Actitud erguida cómoda o de descansofiguraNº 2B. Requiere poco esfuerzo muscular. La pelvis en las articulaciones de las caderas se inclina hacia atrás, de modo que el centro de gravedad se encuentra por detrás del punto de rotación de las caderas. La lordosis lumbar disminuye, la cifosis dorsal se acentúa, y

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