Consolidación de la Hacienda, 1700-1819

Consolidación de la Hacienda, 1700-1819

Con la adquisición de Pambamarca y sus páramos productores de lana, y con la licencia de obraje, un nuevo e importante negocio se instala en Guachalá; el de la producción de textiles que serían vendidos en Lima, Sta. Fe de Bogotá y hasta la misma España.

En 1723, Muere Antonio de Ormaza y Ponce de León y heredan Guachalá sus hijos Antonio de Ormaza y Villacis y el presbítero Juan Ormaza y Villacis, quien posteriormente cede sus derechos a su hermano.

En 1736, una Misión Geodésica Francesa recorre la Real Audiencia de Quito con el fin de ubicar exactamente la mitad del mundo. Estaba presidida por Carlos María de la Condamine y acompañada por dos marinos españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa.

Parte de la Misión reconoció la llanura de Cayambe y se hospedó en Guachalá. Sin embargo por ser esta llanura desigual y estar atravesada por dos ríos se decidieron a efectuar sus mediciones en la llanura de Yaruquí.

Antonio de Ulloa cuenta de las preguntas continuas que le hacían en las ferias de Cayambe, después de misa, "acerca de las causas por las cuales no tenía mujeres de concubinas y el hecho de asistir a un oratorio de una hacienda próxima (Guachalá) a la celebración del santo oficio, actuando en el un cura de ochenta años y de acólito de uno de sus hijos y de concurrentes su última concubina, entre las cuatro o cinco que había tenido y muchos vástagos de toda edad y sexo". Escandalizase entonces el español con la moral mucho menos estricta de las colonias.

El cerro Pambamarca ubicado en Guachalá, fue utilizado como punto de referencia de la Misión. Relata la Condamine que después de largas jornadas de trabajo científico colocaban las estacas que les servirían para realizar las mediciones y éstas eran robadas por los indios en las noches.

Al investigar el motivo de este suceso, se percataron de que "la voz que había corrido entre los indios por boca interesada de latifundistas, mayordomos y caporales, era la de que los académicos habían venido a la Real Audiencia de Quito para quitarles sus tierras y entregarlas a los latifundistas españoles. Según ellos, las estacas servían para delimitar los dominios de cada propietario español, despojando la poca tierra que quedaba de propiedad de los indígenas, corriendo cualquier riesgo, hacían desaparecer las estacas cada noche". (4)

Valiéndose de este engaño Antonio de Ormaza y Villacis logró comprar tierras a sus vecinos indígenas.

Después de realizadas las mediciones se ubicó la Mitad de Mundo a 2000 mts. De la Casa de Hacienda partiendo los terrenos de la Hacienda entre los dos hemisferios.

En 1743-44 Jorge Juan y Antonio de Ulloa, en su paso por Quito, en sus Noticias Secretas, nos cuentan de la frustrada visita de don Joseph de Eslaba, detenida precisamente en el obraje de la Hacienda Guachalá, porque los dueños no estaban dispuestos a cambiar un ápice de la relación con los indios. "Era un territorio inexpungable del Obraje, infranqueable hasta para los funcionarios de la Corona. La orden de ir a los obrajes causa más temor a los Indios, que todos los castigos rigurosos que han inventado la impiedad contra ellos" (5). Se trabajaba más de 12 horas diarias en el obraje y muchos de los que ingresaban nunca más salían.

En 1762 muere Antonio de Ormaza y Villacis y heredan la Hacienda

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