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Cuturas En Veracruz


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2012  •  5.681 Palabras (23 Páginas)  •  448 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El presente ensayo se encuentra dividido en 6 secciones, en la primera se muestra una visión descripción de la cultura HUASTECA, enmarcando las características propias de la misma.

En el segundo tópico se encuentra una breve reseña de la cultura TOTONACA, tocando puntos desde su origen hasta sus detalles más íntimos como su vestimenta, sus costumbres y su dulce lengua totonaca.

En la tercera posición se redactan la esencia de la cultura NAHUATL, una de las más grandes e imponentes culturas de la época prehispánica, que más tarde funciona como base y fundamento para los TEPEHUAS Y POPOLUCAS, culturas que son abordadas en las secciones cuatro y cinco, respectivamente.

Este trabajo da su conclusión analizando no solo a las culturas precursoras y autóctonas de Veracruz, sino dando también una crítica personal del producto de la conquista, y los cambios sufridos por la globalización.

1. HUASTECOS

Esta civilización data del año 2500 A.C., naciente del nomadismo de los mayas, quienes en su viaje decidieron asentarse en la región de Pánuco se caracterizaron principalmente por posicionarse como una sofisticada unidad política, pues se organizaban teniendo como célula social las ciudades-estado, lo que les permitía tener control de sus integrantes, así como la supervivencia a las invasiones que se daban con frecuencia por nahuas en un principio y más tarde por españoles.

Aunque esta civilización emana de la cultura maya, estos se caracterizaron por mostrarse aislados desde hace 3000 años aproximadamente, esto según Gordon F. Ekholm, que presupone que existió un contacto entre los huastecos y chichimecas nómadas del norte.

Pero ubiquémonos geográficamente en esta zona, dirijamos la mirada hacia el sur del el río Cazones, en Veracruz, hasta el río Soto la Marina, en Tamaulipas, por el norte; la costa del Golfo al este, y San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo por el poniente.

La vegetación de esta región se encuentra compuesta por grandes superficies de pastos y árboles como cedro, chijol, chaca, palo de rosa y ojite, su fauna se caracteriza por conejos, coyotes, mapaches, patos, cuervos, zopilotes y lechuzas.

Su posición en el globo terráqueo le ofreció muchas ventajas para su desarrollo, pues contaba con costas, planicies, llanuras y estribaciones montañosas, situación topográfica que les permitió dedicarse al cultivo de frijoles, calabazas, calabacines y diversos chiles, además de raíces y tubérculos, repuntando entre estos el maíz; una vez que la agricultura se volvió su base económica, esta tierra huasteca fue considerada como la “tierra de comida” por su amplia gama de productos principalmente comestibles disponible para los consumidores.

Con el tiempo se anexaron actividades como la cría de ganado cebú, y la pesca, esta última se suscitó al aprovechar los recursos naturales brindados por su amplio litoral y lagunas costeras, que le brinda Tamiahua, Tuxpan, y Cazones.

En la zona huasteca también se explotan el petróleo y el gas, ubicando los principales campos petroleros en Tempoal, Tantoyuca, Naranjos, Cerro Azul, Tamiahua, Chicontepec, y Tuxpan.

Aunado a ello los huastecos modificaron los cultivos antes mencionados por maíz, frijol, plátano, naranja, tabaco y caña de azúcar, que actualmente se encuentra siendo procesada en los ingenios de Zapoapita y El Higo. Cabe mencionar que en esta zona se lleva a cabo el cultivo del zapupe, planta de la cual se extrae una fibra que los lugareños emplean para la elaboración de cuerdas, morrales, costales entre otros productos.

En el pasado sus creencias religiosas, estaban apoyadas por sus conocimientos técnicos, los llevaron a iniciar la construcción de un gran santuario en honor de sus dioses, en la parte superior de una árida colina que ocupaba la parte central de sus fértiles valles, y he aquí el origen de Monte Albán.

Esta ciudad, funcionó como centro religioso, pero también como un centro artístico y científico notable. Quedando como testigos sus adelantos, numerosos edificios bajorrelieves, así como varios glifos y numerales que demuestran el conocimiento de la escritura, del calendario y las matemáticas.

Al hablar un poco de su expresión artística denotamos que de la misma forma que otros pueblos, los huastecos utilizaron conchas de moluscos para elaborar una gran cantidad de objetos como cuentas, pendientes, orejeras, tapas de orejeras, pectorales, brazaletes, pulseras, narigueras, anillos, bezotes y trompetas, aunque también se localizaron anzuelos, implementos de molienda y pulidores (Ekholm, 1944, pp. 481-483; Valladares Villacorta)., que eran dirigidos a la ornamenta, vestimenta y a los rituales que realizaban en pro de sus distintas entidades teológicas.

Entre los objetos huastecos de concha destacan los ehecacózcatl, “joyeles del viento”, que constituyen el pectoral característico del dios Ehécatl-Quetzalcóatl y fueron elaborados con diversas especies: Strombus gigas, Turbinella angulata y Melongena sp., lo cual dio como resultado formas pocas veces vistas en colecciones procedentes de otras partes. Así, en algunos casos el borde de las piezas fue recortado para formar lóbulos similares a pétalos de flores.

Algunos de los objetos más emblemáticos producto de la herencia de los huastecos son los pectorales en forma de triángulo invertido, obtenidos de cortes longitudinales de caracoles Turbinella angulata. Varios de estos ejemplares muestran complejas escenas mitológicas logradas mediante líneas incisas, calados y perforaciones, principalmente, y constituyen expresiones inigualables de la destreza lograda en el México prehispánico en el trabajo de la concha.

Uno de los ejemplares más hermosos se encuentra labrado en bajorrelieve. Al parecer estos pectorales formaban juegos con discos de concha, también trabajados con el mismo preciosismo, que quizás sirvieron como orejeras (Beyer, 1933).

En esta región huasteca se conservan aun muchas tradiciones que surgen al combinarse con la cultura española, dejando tradiciones como el huapango, el carnaval, Todos Santos o Xantolo, la danza de los Chules de Ozuluama, los Viejos de Tempoal, la Malinche de Tamiahua; otra característica es su lengua, ya que se enmarcan principalmente lenguas indígenas como el huasteco, y el náhuatl, además de la lengua española.

Destacan también algunas comidas típicas como el zacahuil que data de la época prehispánica, los bocoles, el pazca, los bocoles y las enchiladas de pipián.

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