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EL CONTRATO SOCIAL- JEAN JAQUES ROUSSEAU


Enviado por   •  8 de Octubre de 2014  •  1.394 Palabras (6 Páginas)  •  354 Visitas

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EL CONTRATO SOCIAL- JEAN JAQUES ROUSSEAU

Introducción

Rousseau creía que el individuo debía en última instancia asumir su puesto en la sociedad, fruto de esta inquietud es la publicación en 1762 de una exposición sistemática de sus ideas políticas: El Contrato Social, que era simplemente parte de una obra proyectada, pero no concluida, sobre las instituciones políticas. El Contrato Social es un tratado sobre los derechos políticos, y no un debate sobre los gobiernos existentes, y pretende enfrentarse con el difícil problema de mantener la libertad en una sociedad que sea a la vez justa y humana: “El hombre nació libre y, sin embargo, vive en todas partes encadenado”.

Desarrollo

Rousseau habla acerca de la soberanía y de su importancia. Para el autor la soberanía es inalienable, lo que quiere decir que no se puede ceder a nadie; porque en el momento en que el pueblo solo obedece deja de ser pueblo.

Además para Rousseau la soberanía es indivisible, esto quiere decir que es de la voluntad general o no lo es. Es de todos, con uno sólo que no participe ya no es soberanía.

Además Jean Jaques insiste en que la principal labor del Estado es su propia conservación. Los hombres somos todos iguales, entonces todo acto de voluntad favorece a todos por igual, no sólo a una parte de la población. Además Rousseau dice que la soberanía es: legítima, equitativa, útil y sólida. Acerca de la pena de muerte, el filósofo nos dice que es válida cuando está justificada con la conservación del Estado, de otra manera no lo es. Además, insiste en que es de suma importancia, explotar los recursos que poseemos en vez de sufrir por lo que no poseemos.

Roseau se preocupa de explicar el concepto de gobierno al definirlo como “un cuerpo intermedio establecido entre los súbditos y el soberano para su mutua correspondencia, encargado de la ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad, tanto civil como política”. Teniendo claro el concepto podemos rescatar que el gobierno es solo un conjunto de empleados que se encargan de hacer que la ley se ejecute.

Por otro lado el pueblo viene a hacer la función del poder legislativo y es el encargado de diseñar las leyes que más tarde deberá ejecutar el gobierno.

Roseau nos explica una de sus teorías que estipula que un gobierno el cual tiene muchos integrantes tiende a ser un gobierno más débil, debido que entre más numeroso es el gobierno la resolución de los asuntos se torna más lenta. Aun mejor lo justifica cuando explica que los integrantes del gobierno tienen tres voluntades con las que debe luchar la voluntad propia, la común de los magistrados y por supuesto la del pueblo.

Entendemos con lo explicado anteriormente su pensamiento del por que es mucho mejor una forma de gobierno simple antes de una mixta, la cual combinar elementos puede complicar el funcionamiento del gobierno.

Las distintas formas de gobierno son un tema de discusión del libro y Roseau se preocupa por dejar claros ciertos puntos acerca de la democracia, aristocracia y monarquía.

El término más adecuado para definir la idea de Roseau es una democracia directa, en la cual el pueblo se unían los hombres estudiados y libres a hacer las leyes. En estas reuniones los participantes eran libres de decir sus ideas y eran sometidas a votación, es la idea antigua de democracia que tenían los griegos.

En la aristocracia se pone el gobierno en manos de un grupo menor y en la monarquía es la forma de gobierno donde el poder se concentra en las manos de una sola persona. Cuando Roseau dice que recomienda una democracia a países pequeños, una aristocracia a países medianos y una monarquía a países grandes todo tiene un fundamento lógico.

También podemos entender su pensamiento cuando escribió “cuanto más crece el estado, más disminuye la libertad”, pues mi participación activa como ciudadano no va a hacer la misma en una democracia en la cual estoy en constante reunión para debatir temas de gobierno, que en una monarquía, ya que aunque la monarquía sea de carácter constitucional los ciudadanos se verán más limitados en sus participaciones.

Para el autor los gobiernos prósperos y que van por el buen camino se reconocen si su población va en aumento. Otra reflexión importante nace comparar al pueblo y al gobierno con una balanza, pues hay que tener muy claro que cuando la balanza se inclina para algún lado el contrato social se rompe.

Para Roseau no hay gobierno que dure para siempre y podemos ver ejemplos históricos como los que el mismo autor cita de poderosas ciudades como las de Roma o Esparta en la antigüedad, pero que tarde o temprano cuando llego el momento terminaron por desaparecer. Aquí es donde funciona la reflexión cuando nos dice que “ningún gobierno es para siempre, pero los mejores constituidos duran más”.

El autor trata como un problema en la sociedad que los ciudadanos por pereza de participar en asuntos de gobierno prefieran dejar que otros tomen decisiones por ellos y dice que en estos casos en los que teniendo la oportunidad de participar en la toma de decisiones y no se realiza se esta regalando la libertad, lo cual es lo mismo a convertirse en un esclavo. Esta conducta al compararla con el gobierno actual de Costa Rica estaría incumpliendo la propuesta de Roseau, pues muchos costarricenses ni se enteran, ni les interesa las leyes que se aprueban en la Asamblea Legislativa, por mencionar un ejemplo.

Rousseau plantea que la voluntad de todas las personas siempre va a estar presente y nunca va a desaparecer, porque a pesar de que hay algunas personas que piensan solo en si mismos, siempre va haber un grupo de personas que van a luchar conjuntamente por un bien en común. Bien lo dice Rousseau “habrá otros hombres que lucharán por evitar este debilitamiento y buscarán la forma para reunir a la población”.

Es decir; su voluntad común es la conservación y el bien general.

Por lo que las costumbres en una población son sumamente importantes para mantener una forma de pensar en los ciudadanos, sin intereses ni contradicción y de esta manera conservar el bien común, con el fin de apoyarse mutuamente, pero, sin perder los derechos que le corresponden a cada persona y que estos no puedan ser violados por nadie.

De igual manera ocurre con la religión; mientras esta no interfiera con la voluntad general ni contradiga las costumbres de las personas, será permitida.

Al haber una voluntad general se creará una conexión y un equilibrio entre los ciudadanos y el gobierno, de modo que estos puedan convivir en paz y puedan conservar las leyes, con el fin de que el Estado no perezca.

Conclusión

El Contrato Social de Jean Jaques Rousseau lo que busca es justificar la vida en sociedad. Para nosotros lo más interesante del autor, es la visión democrática que el maneja viviendo bajo una monarquía absoluta. Consideramos que es ahí donde radica la importancia del libro, en que son las bases de lo que conocemos como el sistema democrático.

Es por eso, que el se consideraba un “incomprendido”, y la sociedad lo consideraba raro, ya que el fomentaba ideas locas para esa época.

El libro llegó a influir en la Revolución Francesa en la que el pueblo se levantó frente a la monarquía para velar por sus necesidades.

Rousseau consideraba que el poder debe estar en manos del pueblo, y que es éste mismo el encargado de dictar las leyes que velen por el bienestar general. Los jefes sólo harían cumplir las leyes, más nunca las dictarían porque sería un acto injusto.

Las ideas del filósofo, sin duda alguna marcaron un gran paso en la historia, ya que el insiste en la importancia de la igualdad y de la libertad entre los hombres.

En el libro, claramente podemos ver lo que Rousseau consideraba una vida justa en sociedad. Además sus ideas eran realizables, e incluso fueron llevadas a la práctica aunque con algunas diferencias.

En resumen, concluimos que el Contrato Social, busca la igualdad y la libertad, busca una distribución equitativa de poder, que estará en las manos del pueblo. Para Rousseau, la ley no nos quita nuestra libertad, al contrario, vela por que se cumpla.

Bibliografía

• Rousseau, Jean Jaques. El Contrato Social. Editores Mexicanos Unidos S.A. 3a. edición, julio de 1985.

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