EL INTERNAMIENTO EN INSTITUCIONES: "EL GRAN ENCIERRO":

Son las investigaciones referentes a los siglos XVII y XVIII, las que dan una visión un tanto más clara de lo que ocurría con las personas con requerimientos de educación especial, y es Michel Foucault, quien en sus obras, entrega un relato bastante preciso acerca de aquello que era prisión, centro de producción, “escuela”, “lugar de regenera¬ción”, y que cumplía con una serie de funciones más en el mismo lugar.

Como afirma el maestro Antonio León Aguado: “las concepciones dominantes están presididas por el pesimismo y el negativismo. Las deficiencias siguen siendo consideradas permanentes, constantes e inmutables y producen la segregación indiscriminada y el internamiento masificado, el gran encierro.

Durante este periodo se viven ciertas situaciones en Europa en torno a las personas que presentan alguna discapacidad, malformación, mendigos, desempleados, etc. Se crearon instituciones que en primera instancia, debían de atender a estas personas, ofreciéndoles los cuidados necesarios, alimentación y vestimenta, pero por otro lado, estos establecimientos contaban con calabozos, cadenas y grilletes, aun se practicaba la mutilación para mendigar y el infanticidio, aunque en menor grado que en la antigüedad.

El tratamiento que en general se dio a quienes manifestaban “locura” fue, despiadado y llevó a la creación de los llamados “hospitales”, que eran más bien lugares donde se llevó a cabo “El gran encierro”, con la finalidad inicial de apartar del mundo social a quienes llegaron a sufrir esa condición.

El modelo que se adoptó para conservar un control, lo más estricto posible sobre los recluidos tanto en cárceles como en asilos, fue el “Panóptico”, que tenía como tendencia que las personas detenidas en estos sitios llegaran a ser productivas, y que, tal vez pudieran reintegrarse a la sociedad si su conducta lo ameritaba.

En ese tiempo se presentaron algunos avances médicos en cuanto al tratamiento de personas llamadas “anormales” como el tratamiento moral; Félix Plater propuso una de las primeras clasificaciones psicopatológicas desde una concepción orgánica, la cual tiene cuatro grupos yes pionero en describir la deficiencia mental. Otro autor que destacó durante el siglo XVIII fue Walter Harris, quien es uno de los primeros en hablar sobre la herencia y las repercusiones del consumo de bebidas alcohólicas en los niños. En este periodo se le da mayor importancia a la deficiencia mental, se manejan algunas etiologías sobre su padecimiento, así que se puede decir que ya existía un cierto reconocimiento sobre esta condición y una comprensión de esta aunque limitada.

En cuanto a la discapacidad física se supone un gran avance porque evolucionan mucho las cirugías en general y la ortopédica; un personaje destacado fue Ambroise Pare, quien diseñó y creó varias prótesis como un brazo artificial

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