EL RETORNO DE LA DEMOCRACIA: ESCENARIOS DE LA DISCAPACIDAD.
Juliana FleureauEnsayo19 de Abril de 2016
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[pic 1]23 de Octubre de 2015
Ensayo para la cátedra: Historia de la Educación argentina.
3er año del Profesorado de Educación Especial
EL RETORNO DE LA DEMOCRACIA: ESCENARIOS DE LA DISCAPACIDAD
Fleureau, Juliana
INTRODUCCIÓN
La educación como institución presenta determinadas líneas de trabajo acordes a un contexto, un momento histórico-político y cultural determinado y de este modo participa en el modelado de diversos sujetos que van compartiendo experiencias en este tránsito institucional.
La educación especial no está ajena a estas cuestiones. El avance en la comprensión de la discapacidad no es un proceso aislado de la realidad. Esta interrelacionado e impulsado por los acontecimientos socio-políticos, culturales y económicos que suceden en determinados momentos históricos.
Teniendo en cuenta el contexto actual, entendemos que teniendo un estado Argentino conformado, el tipo de diversidad sobre el que hoy se hace foco en la educación, no es la misma diversidad que preocupaba al actual país en épocas de su conformación. Por eso quizás también hoy es común hablar de educación especial como en aquella época se hablaba de educación común, aquella educación homogeneizante que se contrasta con la de hoy, potenciadora de las diferencias individuales, aprovechadora de la riqueza que otorga la heterogeneidad.
“El concepto de Educación Especial ha estado sometido a continuos vaivenes educativos, políticos, sociológicos y profesionales, que han marcado su evolución.” (Granado Alcon, M. del Carmen; 2005: p. 1)
Son términos actuales que inundan el mundo educativo: “diversidad”, “integración”, “inclusión”, “apoyos”, “adaptaciones”, “influencias contextuales”, entre otros. Términos que se incluyen en las definiciones en torno a este ámbito, desde que la UNESCO (1983) define a la Educación Especial como:
“Una forma de educación destinada a aquellos que no alcanzan o que es improbable que alcancen a través de las acciones educativas normales, los niveles educativos, sociales y otros apropiados a su edad, y que tiene por objeto promover su progreso hacia esos niveles.”
Son términos actuales desde que asistimos, al mismo tiempo, en nuestro país, a una consideración y respeto por diferentes categorías de derechos, más precisamente a partir del retorno de la democracia en 1983 que coincide con esta redefinición de Educación Especial.
A nivel mundial, en las últimas décadas, fueron las propias personas con discapacidad quienes encabezaron su lucha en contra de la marginación y por el reconocimiento de sus derechos civiles como ciudadanos y ciudadanas en situación de igualdad social.
Es menester dedicar un ensayo a esta dimensión de la realidad, como lo son las personas con discapacidad y su reconocimiento de derechos, que ha cobrado tanta importancia en los últimos 32 años y que afecta directamente a la educación. Pondremos punto final a este escrito al momento de la sanción de la Ley de Educación Nacional 26.206, a partir de la cual se da un gran salto en materia de Educación Especial, hasta estos días.
La formación docente, no implica formar para el dominio de ciertas prácticas o conocimientos, sino otorgar y crear las herramientas necesarias para dar respuesta a la diversidad necesidades educativas que siempre existieron y que mas allá de las diferentes formas en que se presenta la discapacidad, cuando nombramos educación especial también entran en juego cuestiones políticas, sociales y culturales que derivan en problemas de aprendizaje o implican que utilicemos términos del tipo: “desnutrido escolar”. (Rosbaco, Inés Cristina; 2000)
Resulta imprescindible, como futura docente especial, conocer como asistimos hoy a un modelo social, en donde el contexto juega el rol principal y las dificultades en el rendimiento ya no son cuestiones individuales de genética o herencia.
DESARROLLO
Para el año 1983 nuestro país, sacudido por el largo mandato del régimen militar, se volvía a encontrar con la democracia. En ese año los partidos políticos presentaron al pueblo Argentino sus propuestas políticas en vísperas de elecciones.
Asumió al poder Raúl Alfonsín, partidario de la Unión Cívica Radical, quien en su discurso previo a las elecciones consideraba la importancia de la democratización del sistema educativo e hizo hincapié en el deber del Estado de garantizar la educación pública haciendo referencia, a su vez a la necesidad de una ley de educación.
Cumpliéndose el centenario de la vigencia de la Ley 1.420, que se había caracterizado por establecer en la Argentina, la instrucción primaria obligatoria y gratuita, mixta y gradual, quedando sin efecto su intención de una educación laica pero que poco a poco logro poner a un lado la cuestión de la enseñanza religiosa. Con motivo de su conmemoración el presidente de la nación convoca a los partidos políticos, instituciones democráticas de todo tipo, a debatir el tema de la educación nacional.
- Si nos evocamos a tiempos en los que se sanciona esta ley, nos remitimos automáticamente a la corriente normalista del momento, sustentada en el pensamiento positivista para el cual todo es objetivo y orgánico, el contexto no tiene influencia en el desenvolvimiento de las personas. Todo aquello que no quepa dentro de la “norma” queda fuera.
Si hacemos un análisis histórico sobre los modelos de abordaje de la discapacidad, podemos ubicar como respuesta a lo anteriormente narrado, al modelo rehabilitador dominante en ese momento:
“El modelo rehabilitador. Desde su filosofía se considera que las causas que dan origen a la discapacidad son científicas. Desde este modelo las personas con discapacidad ya no son consideradas inútiles o innecesarias, pero siempre en la medida en que sean rehabilitadas. [La discapacidad es un problema de la persona, que requiere cuidados médicos]”[1] (Borsani Ma. Jose, 2009)
“La discapacidad desde un modelo biomédico es un problema de la persona, directamente causado por una enfermedad, trauma o condición de salud.”[2] López, Daniel (Coord. 2009)
Al considerarse la discapacidad de este modo, las formas de denominación reducían por el 1981, a la persona a su condición discapacitante. En la Ley 22.431”Sistema de protección integral de los discapacitados” sancionada por Videla, en el artículo 25 se establece reemplazar el termino minusválido, presente el en la ley 20.475 del año 1973, por el de discapacitado.
Como contaba anteriormente, la ley 1.420 ha tenido efecto hasta el gobierno electo con el regreso de la democracia, por lo tanto estos conceptos también están inculcados en el imaginario social.
Si un sujeto no responde al modelo educativo efectivamente es un problema personal y no del sistema, de aquí que no se le brindasen herramientas ni oportunidades a quienes no tuvieran itinerarios lineales[3] por el sistema educativo, por lo tanto su efecto es quedar relegado.
A partir del modelo de abordaje de la discapacidad citado, el origen de la Educación Especial se ubica de la mano de la Medicina, ya que como se nombraba, el discapacitado habría de ser rehabilitado, puesto en tratamiento, y esto solo podía ser establecido por un médico. Pero a su vez, el tratamiento no podía se abordado en su totalidad por esa sola disciplina, se necesitaba de algo mas, en este caso se recurrió a la Pedagogía que, más que para el diagnostico, contribuía en gran medida en la determinación del tratamiento.
El objetivo central residía en la educación del individuo y particularmente de aquel etiquetado como deficiente mental.
Con la llegada de la Revolución Industrial, la necesidad de mano de obra capacitada propicio la diferenciación de quienes eran capaces de seguir el ritmo normal de aquellos que no.
La psicología fue la encargada entonces de construir los instrumentos de medición de inteligencia alrededor de 1905, para determinar aquellos que sean aptos para aprender, de quienes no lo son.
A esta disciplina se le une luego la Sociología como la encargada de resolver cuales son los factores externos a la persona (económicos, políticos, culturales) que determinan el acontecimiento de los problemas de aprendizaje, la improductividad o la no adaptación del sujeto a la institución escolar. (Como se cita en: Granado Alcon, M. del Carmen ; 2005: p. 4)
“La Psicología (…) [es] una de las disciplinas desde las que la educación especial se nutre para diseñar el proceso de enseñanza – aprendizaje de los alumnos con necesidades educativas especiales.”[4]
A partir de la consideración de factores extrínsecos al sujeto, estaríamos asistiendo a un cambio de paradigma, a una corriente más subjetivista que objetivista. Y tal vez nos estemos acercando a que a fines del siglo XX reconozcan que la pobreza intelectual de los estudiantes no se debe solo a factores genéticos sino también, situacionales.
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